jueves, 6 de noviembre de 2014

Día 6 - Taipei


No empezaba demasiado bien el primer día en Taipei y es que por la noche tuve un ligero problema con el vater y por la mañana seguía igual y temiendo que la situación empeorara, así que lo mejor era dejarlo estar. En la ducha tampoco funciona la parte superior, o eso, o que hay que hacer un master para que funcione, al menos tiene brazo y me he podido duchar. Después de esto he ido a desayunar, el desayuno del hotel no es propiamente en el, si no que hay que ir a un sitio que se llama Mos Burguer y que está a cinco minutos del hotel, allí entregas un vale que me han dado y te dan lo que elijas entre cuatro opciones y la bebida, como me han dado diez tickets para cinco días, me he llevado dos, y aunque sólo había pedido un burguer de jamón con tortilla y un té helado, tampoco son tan grandes y luego me he ido al parque a comer la segunda de bacon con huevo. Tengo un parque al lado y si hace buen tiempo, creo que es preferible irse allí a comer las cosas, la sala del sitio es más bien pequeña y esta mañana estaba hasta arriba. Cuando he terminado he vuelto al hotel a coger las cosas.


Lo primero, antes de salir del hotel definitivamente ha sido informar de los problemas de la habitación. Después en el Metro al final he pillado una Easy Card en vez de un Taipei Pass, porque no creo que llegara a amortizar el pase, mientras que la Easy Card la recargas y los trayectos son 10TWD más baratos que la tarifa normal, al pillarla pagas un depósito de 100TWD que luego te reembolsan si devuelves la tarjeta, pero me la quedaré para la colección, por si vuelvo. He metido un poco de dinero en ella, porque me sirve para varias cosas, entre ellas para las bicis, que ayer por la noche, mi vecina de mesa en la cena, me dijo que era una buena manera de recorrer la ciudad y me moló la idea, pero aún tenía que ver como funcionaba la cosa del registro, que la había mirado por encima y no me quedaba clara, y sin tener la Easy Card era tontería.

Mi plan para hoy era seguir una ruta que viene en la guía títulada Taipei Qing y era japonesa. Así pues la primera parada el templo de Longsham, en Wanhua, el distrito más antiguo de Taipei. Delante del templo había una plaza con una fuente de chorros que subían o bajaban al ritmo del música, me han dado un toque porque consideraban que me estaba acercando demasiado al agua para hacer las fotos. Después al templo, que estaba bastante lleno de turistas, supongo que japoneses, aunque no lo podría asegurar, lo que no hay mucho son occidentales, he visto algún grupo más tarde, pero poco, y muy poco comparado con Singapur. Después he ido recorriendo los diferentes puntos marcados, el paseo era largo, y no ha estado mal, del templo Qingshan me quedo con sus puertas, ya que tampoco he podido entrar dentro, pero las puertas molaban un rato, el siguiente el Qingshui no tenía mucho interés. Después he estado en lo que en tiempos fue templo Xi Ben Yuan, uno de los más grandes templos budistas japoneses de Taiwán, pero ahora queda poco, el asentamiento en donde debía estar el pabellón principal y unas reconstrucciones, lo curioso es que durante años la zona estuvo medio dejada después de quemarse el templo y no fue hasta hace relativamente poco, que pensaron en que era conveniente hacer algo con ello y la foto del antes y luego ves lo que hay ahora y bueno, es diferente,

Otro punto que estaba cerrado y que tampoco parecía demasiado interesante era la Casa Roja, el primer mercado público de Taipei, pero no se si andaba cerrado por la hora, o definitivamente, el caso es que he pasado sin prestarle mucha atención. Siguiendo la ruta hacia el siguiente lugar, me he encontrado un templo bastante chulo, con unos dragones grabados en la parte alta muy coloridos, como siempre para el autor es interesante una serie de cosas y otras no tanto. Al llegar a un cruce he abandonado la ruta antes de ir al Ayuntamiento de Zhongsan y es que he visto una serie de tiendas de chuminadas japonesas que me ha parecido interesante mirar, porque aquí, como en Gaungzhou si en la zona hay comercios de una cosa, los siguientes serán la competencia. Me ha pasado después cuando he llegado a una zona donde sólo había tienda de cámaras de fotos una detrás de otra, todas sin precios en los escaparates, así que como no tengo intención de comprar nada esta vez para la cámara porque no tengo suficientes fondos para lo que quiero, pues me he ahorrado un tiempo de ir preguntando, además me temo que habrá que regatear, porque, ¿en qué te basas para comprar a uno u a otro si todos tienen lo mismo y en menos de 100m? Total que he estado un rato mirando cosas y me he encontrado con un mercedes de lo más hortera, decorado con cosas de Hello Kitty y es que en Taiwán Hello Kitty debe ser como una diosa, EVA Air tiene la mayoría de sus B777s pintados con ella, a ver si pillo alguno, el caso es que en el coche no quedaba bien.


Tras el ayuntamiento he ido hasta la Mansión Futai donde he leído de forma muy resumida alguna de las cosas más importantes de Taipei, justo al lado estaba la puerta norte de la antigua ciudad, la única que tiene su apariencia original y que un poco más y la dejan bajo un puente de una autopista. Es en esta zona donde estaban las tiendas de fotografía y he ido mirando escaparates hasta que he abandonado de nuevo la ruta para luego volver a ella y llegar al parque de la paz, donde se encuentra el museo nacional de Taiwán. He estado un rato viéndolo, y bueno, tenía cosas curiosas, en el piso de abajo he tenido que ir un poco agachado, que los techos no eran excesivamente altos que digamos. Una vez fuera he paseado un poco por el parque y mientras estaba dentro ha cambiado un poco el tiempo, finalmente se ha cubierto del todo, pero no ha llovido, así que muy bien, la temperatura muy agradable, unos veintitantos grados, para ir en manga corta y bermudas y no sudar.


A la salida he hecho una foto a la oficina presidencial, supongo que será la casa, presidencial, el caso es que en una de las entradas que he visto había unos camiones de los militares abiertos con alambre de espino, por si de repente hay que evitar que entre alguien... En el otro extremo de la avenida, cinco carriles por sentido, se encuentra la puerta este que debe ser una reconstrucción porque está muy aparente. Aquí, me he desviado un poco para ver unos pabellones que me han llamado la atención y ha resultado ser el Teatro Nacional, que está en una explanada, donde está el memorial a Chiang Kai-shek, una cosa un tanto excesiva. Para llegar arriba hay que subir 88 escalones, la edad de Chiang cuando muere y luego dentro su estatua no se cuantos metros medirá, pero es exagerado, en la parte inferior hay salas con elementos personales, entre ellos dos Cadillacs.


Cuando he salido ya me había desviado de la ruta y no me apetecía seguirla más, porque lo que quedaba no me atraía demasiado, además de que era hora de comer algo, así que he pensado en volver al hotel andando y, de paso, si encontraba algún sitio para comer, pues hacer una parada, y al final casi al lado del monumento, he encontrado un sitio de los cutrecillos donde ponen comidas, el tipo me ha caído simpático cuando he pasado y he comido ahí un cuenco de arroz, con unas verduras, un trozo de tofu, huevo y panceta, con una lata de refresco por la friolera de menos de dos euros y estaba bueno.


Despues he estado deambulando un poco hasta llegar al hotel, fijándome en cosas y aquí como en Macao les encantan las rejas, ¿qué mejor que poner unas rejas en la ventana si vives en el piso veinte?, al menos no es tan exagerado como en Macau, pero aún así no le veo sentido, que ganas de tener la sensación de estar enrejado. Casi me atropella un tipo porque estaba cruzando en verde, es que no ha hecho ni la más mínima intención de parar, pero lo mejor son los Scooter GP, en cada semáforo en rojo les ves tomar posiciones delante de la línea de coches, tienen espacios para ellos, se acumulan, y se acumulan y cuando se pone el semáforo en verde a correr, si en Amsterdam hay calles con bicicletas aparcadas una de otras durante metros, aquí son scooters, una exageración, bicicletas también hay, pero no tantas, la verdad, aunque mola que la gente se mueva así.


Una vez en el hotel he cogido toda la ropa sucia y la he llevado a la lavadora, que además en este caso es gratis, lo mismo que la secadora, así que mientras se lavaba y secaba he aprovechado para registrarme en youbike, bastante sencillo, teléfono, dirección de correo, registrar la Easy Card y listo. Cuando han terminado las cosas he preparado la mochila con el trípode y a por la bici. Al lado del hotel tengo una estación de ellas y si no en el parque hay otra bastante grande, pero no he tenido problema, además el uso es muy sencillo, acercas la tarjeta a la posición de la bici que quieras usar, se pone en verde, la desenganchas y listo, para devolverla, lo mismo, la enganchas y pasas la tarjeta para que te cobren, si es que tienen que cobrarte, porque la primera media hora corre a cuenta del ayuntamiento, igualito que en Madrid, que te cobran para registrarte y aún así chinchas desde el minuto uno. Cuando he llegado al Taipei y he dejado la bici había gente esperándolas, así que le ha venido bien a alguien que la dejase allí.

Al Taipei 101 le he hecho unas cuantas fotos, la verdad es que me parece un edificio bastante chulo, además durante unos años fue el edificio más alto del mundo, en su interior tiene un amortiguador de masas que hace que sea capaz de aguantar terremotos y vientos fuertes, es que esta zona es proclive a sufrir terremotos y tifones, el caso es que mola y, aunque hoy no iba a subir, si que quería hacerle unas fotos, además he encontrado una foto que vi que me gustó que se había hecho al edificio y reflejándose en un estanque y lo he encontrado, he hecho una foto parecida, pero había viento y el reflejo en el agua no ha sido lo que me hubiera gustado. Cuando me he cansado, en parte, de hacerle fotos he entrado a la galería para ver si podía subir con trípode, que parece que si, y para aprovechar y cenar en la galería que hay en la planta de abajo, pero estaban cerrando, así que he buscado de vuelta al hotel algún sitio para cenar y al final he comido un par de "ufos", así los llamaban, que consiste en una masa rellena con forma como de pastilla de hockey, había pedido uno de queso con maíz, pero me ha dicho la señora que los tenía que hacer y como me daba igual he preguntado de qué tenía hecho y al final he cogido dos de jamón con queso, que estaban ricos, además con un ligero toque picante. Después he seguido buscando algo más para llevarme a la boca y he terminado en otro sitio de esos cutres en los que comes por apenas dos euros, un tazón de sopa de udon con carne, en la calle. Lo curioso es que donde he pedido no tienen cocina, la chica tiene un micro, hace del año la polca, hace el pedido y al rato del sitio de al lado, que también venden comida, te traen el plato. Estaban medio cerrando algunos, así que estaban fregando los cacharros, en la calle, con agua de una manguera que igualmente no sabes en donde está conectada y que desaguan en la alcantarilla. La mar de curioso, por cierto, de vez en cuando llega un olor nauseabundo y creo que es el maldito tofu apestoso, vomitivo, de verdad si es eso.


Después de cenar he parado por un 7-eleven que son plaga, lo mismo que los Family Mart para comprar algo de beber y he encontrado Calpis cola, así que no va a ser la última botella que beba de aquí a que me vaya. Por ahora Taipei me ha gustado, mañana a ver en donde termino.


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