lunes, 17 de noviembre de 2014

Día 16 - Hong Kong y vuelta


El último día de viaje es siempre el más triste, pero en realidad tenía todo el día por delante para disfrutarlo, puesto que el vuelo salía a las 23:45h. Este último día de viaje lo iba a dedicar a spottear de nuevo y gracias al spotter local que me había dicho una localización para pillar las salidas, además desde más cerca, cosa que me convenía, puesto que no tengo demasiado teleobjetivo, pues la idea era probar a llegar a donde me dijo. El sitio estaba en Sha Lo Wan, una playa de Lantau, la isla junto a la que se encuentra el aeropuerto, para llegar había que coger un ferry, que si normalmente no tiene muchas frecuencias los domingos menos, pero al menos tenía los horarios, sobre todo para controlar la vuelta.

El primer ferry era a las 8:55 desde Tung Chung, así que primero tenía que llegar allí, pero ya sabiendo donde estaba junto al hotel la parada del autobús, me iba ahorrar el paseo hasta la terminal. Así que pronto, preparé las cosas y abandoné el hotel, aunque dejé la maleta en la recepción. Cogía el autobús bastante pronto, así que cuando llegué a Tung Chung, ya de camino vi la manera de llegar al muelle y estaba más fácil de lo que pensaba, así que me sobraba más tiempo de lo previsto y aproveché para desayunar algo. Subway no es una franquicia que use en Madrid, pero cuando voy fuera, desde que estuve en NYC, de vez en cuando la uso y eso hice, fui al Subway a comprar un bocadillo, cogí el normal y después me metí en el 7-eleven a comprar algo de bebida y unas galletas, con el desayuno preparado me fui al muelle a ver como funcionaba el tema de billetes y confirmar los horarios, una vez todo controlado desayuné tranquilamente.


Un poco antes de la hora de salida estaba en el muelle esperando, la mayoría que estaban eran locales con chismes para pescar, pero luego llegó uno que tenía pinta de ser spotter, así que le pregunté y me dijo que si, además ya había estado una vez en el sitio, así que sabía el punto concreto. De Tung Chung a Sha Lo Wan son diez minutos en el ferry, así que en nada estábamos allí de camino al sitio.
El sitio, no se si será el que usan los locales, tal vez no, pero el que me lo dijo a mi, me dio indicaciones para ese, así que a lo mejor hay más de uno, pero donde nos quedamos el ruso y yo a mi me gustó mucho, se veían muy bien los movimientos de salida, los pequeños no quedaban mal con mis 200mm y los grandes perfectos, el único inconveniente podría ser el calor y cuando llegaban los cargueros a espera que con el jet blast hacían que los aviones en el punto de salida no salieran definidos. El sitio además tenía sombra y nos podíamos sentar en una barandilla, así que, por mi parte me podía pasar todo el día allí.


Estábamos en faena hasta que en un momento dado dejamos de ver aviones llegar al punto de espera, es raro, porque Chek Lap Kok tiene un tráfico constante, pero bueno, ahí seguimos esperando hasta que de repente vemos que salen los aviones en sentido contrario... mal asunto, porque dónde estábamos ya no nos servía y había que irse a otro lado, al menos quedaba media hora hasta la salida del ferry, así que teníamos tiempo de llegar al muelle e irnos a la terraza de la terminal, si llega a  pasar más tarde nos tenemos que quedar tres horas más para el siguiente ferry, así que tuvimos mucha suerte en que el cambio, al menos, fuera a esa hora. De todos modos, mientras esperábamos el ferry, desde el muelle no se pillaban nada mal, de hecho tuvimos la suerte de pillar un MD11.


De camino a la terminal vimos que se acercaba un carguero que podía resultar interesante, el problema con los cargueros es que la mayoría entran por la otra pista a donde están entrando los de pasajeros, así que si era así lo tendríamos a contra luz, pero si teníamos suerte lo podríamos pillar bien y así fue, nada más llegar a la terraza, a los pocos minutos llegada el Silkway para pillarlo.
La terraza está genial para las entradas por 25R, lo único que la sombra es escasa, así que todos los que estábamos allí íbamos a la barandilla hacíamos fotos y vuelta a la sombra, así con cada avión.


Así pasé las primeras horas de la tarde, hasta que a eso de las cinco, cuando ya la luz iba escaseando volvieron a cambiar la configuración, porque el viento había parado, así que ya importó menos que no pudiéramos pillarlos, porque a los últimos también es cierto que les estaba tirando por tirar porque de luz ya iba flojeando. A mi me quedaba un buen rato aún, así que cuando mi compañero ruso se fue yo me quedé un poco más viendo el atardecer en la terraza. Cuando me cansé bajé a la terminal a comer algo y no hice una buena elección, no estaba malo lo que pedí, pero que al pato le dejaran los huesos no me gustó nada y también me equivoque en la elección de los fideos, así que no comí demasiado a gusto, después me fui a por la maleta al hotel.


Aún me quedaba un buen rato, pero quería darme una ducha y cambiarme, al final tampoco había tenido un día tan "duro" como otros pero si me venía bien para relajarme, así que fui a la sala premium del aeropuerto donde te puedes dar duchas, ten dan masajes o disfrutar de un spa.  El tema de la ducha es lo que es, pero si me pareció que deberían cuidar un poco más algunos detalles, en cierto modo, me parecieron descuidadas y con el precio que cobran, se podían esmerar más, pero bueno, me sirvió para lo que pretendía y ajustar el equipaje antes de ir a facturar.


En la zona de facturación sólo tenían habilitado un mostrador para first y/o business, así que me tocaba esperar un rato, porque aunque de vez en cuando el mostrador no estaba en uso, no me facturaban. Mientras estaba esperando entablé un poco de conversación con un alemán que iba en mi mismo vuelo. Cuando por fin abrieron la facturación para los pobres pensé que iba a tener problemas con el peso, no de la maleta, porque nunca llego al limite ni de suerte, pero la mochila pesaba algo más de lo que se supone que debería, pero al final nada, vio que se pasaba, me preguntó si llevaba portátil, dije que si y listo.

El siguiente paso era pasar inmigración y el control de seguridad, todo sin problema y rápido, pero no me han sellado el pasaporte en Hong Kong. Una vez dentro para gastar un poco del dinero que me quedaba comí algo más, esta vez en una especie de KFC y el pollo estaba bueno, pero un puré de patatas con otra salsa que me dieron de acompañante, no tanto, así que esta vez no había acertado demasiado con las dos elecciones de comida. Al acabar seguí con tiempo, así que me dediqué a pasear un poco por la terminal y al encontrar una tienda de juguetes vi unos shinkansen de miniatura, y no me pude resistir, así que al final terminé comprando los cuatro modelos que había ya que por suerte no había más. Después me dediqué a hacer algunas nocturnas a través de los cristales, no parece que quedaran mal, así que a lo mejor se puede aprovechar alguna, entre ellas la de mi avión de vuelta en el vuelo a Múnich, el A346 D-AIHW un aparato de unos seis años.


Cuando facturé había seleccionado asiento para este primer vuelo, uno de pasillo y tenía un poco más de espacio y lo mejor es que no tenía a nadie delante, sólo la pared del galley con lo cual nadie me iba a meter su asiento en mi zona. La cabina parecía renovada y el sistema de entretenimiento a bordo funcionaba mucho mejor que en el A380, el sistema táctil iba muy bien, lo único que la selección de películas era la misma que en la ida, salvo dos o tres, de todos modos, en este vuelo lo que trataba era de pasar el mayor tiempo durmiendo posible, porque iba a llegar de mañana a Múnich y a media mañana a Madrid, así que el plan era descansar en el avión lo más posible.

Al entrar me puse a ver Guardianes de la Galaxia, me mola, el tono es diferente a las otras de Marvel, pero mola un puado, además tiene unos puntos muy buenos. Mientras la estaba viendo nos sirvieron la cena y al acabar me puse a ver la segunda de aviones, pero me estaba quedando dormido, así que aproveché para dejarme ir, no han sido del tiron, pero no ha estado mal, creo que al final habré dormido unas cinco o seis horas, más o menos la mitad del vuelo y a lo mejor hubiera dormido algo más de no ser por las cotorras en el galley, pero no me voy a quejar. Cuando ya vi que no me iba a volver a dormir me puse a ver "Up in the Air", que la tenía pendiente de hace tiempo y bueno, un pasa tiempo, sin más. Mientras estaba viendo esta nos han servido el desayuno, así que en un visto y no visto me he plantado en Múnich.


En Múnich nos han dejado en la última puerta así que hemos tenido que recorrer un buen trozo hasta llegar a inmigración, un vistazo al pasaporte y ya estaba en la eurozona oficialmente. Después en el paso de seguridad me han hecho abrir la maleta y en encender la cámara y abrir todos los objetivos para mirar a través de ellos, como ya me había pasado otra vez no me ha sorprendido, aunque no le veo demasiado sentido, lo único que se ha ralentizado un poco la cola. Una vez en la zona de embarque en Múnich hay prensa, máquinas de café y té a discreción y wifi 24h gratis así que he aprovechado la escala para escribir estas líneas.

El vuelo de Múnich a Madrid no ha tenido mucha historia, salvo al comienzo con mi vecino de fila, que no de asiento y es que no entiendo ciertas actitudes de la gente. He entrado de los primeros, normalmente me espero un poco, pero hoy me ha pillado que se abría el embarque cuando estaba junto a las puertas de paso de los lectores, porque no es como en Madrid donde hay una persona comprobando la documentación y la tarjeta de embarque y te da paso, aquí, como en Frankfurt hay un lector scafis y unas puertas, si el lector da paso, pues se abren si no, se pone en rojo y ya te las apañarás con la persona que está en el mostrador de la puerta de embarque, el caso es que entro y voy a mi asiento, 16C, tenía que haberle pedido ventana, pero estaba un poco empanado y me asignaron un asiento al azar, el caso es que llego a la fila donde tengo el asiento y hay un tipo buscando donde están las indicaciones de los asientos, se lo indico, pero no le queda claro qué asiento es cada uno, así que le pregunto qué asiento tiene, me dice el 16A y le mando para la ventanilla. Al final se cierra el embarque y el asiento del centro queda libre, mejor, la verdad es que el A321 no iba ni mucho lleno, algo más de la mitad, pero si que había asientos libres. El caso es que empieza la demo de seguridad del vuelo, esa de la que pasa la gente y que todos nos sabemos, pero que es conveniente atender y llaman al fulano de mi asiento, no digo nada, pero me toca las narices que si dicen que desconectes el móvil no lo hagas, el caso es que termina la demo y el fulano sigue hablando, pasa el TCP y le dice que cuelgue y que el teléfono si quiere lo puede poner en modo avión, total que el fulano le dice que vale, que si y parece que está todo arreglado, pero no, en cuanto el TCP se va dos filas más atrás se pone a continuar la conversación como medio a escondidas y eso me ha tocado la moral, así que le he dicho que apagase el móvil. Lo ha hecho y me he quedado a gusto, la verdad, es que me joden mucho ciertas actitudes y en los vuelos el que la gente haga esas cosas es una de ellas, además de que el tipo ya tenía una edad como para andar con actitudes de niño adolescente, como la de esconderse a ver si no le pillan.

Cuando hemos llegado a la pista de despegue el comandante nos ha dicho que se iba a retrasar un poco la salida por la niebla, ya que desde torre estaban dando más margen para realizar las operaciones por seguridad. Una vez hemos despegado me he puesto a dar cabezadas durante el vuelo, la verdad es que a pesar de no tener vecino he estado un poco incomodo y no sabía como colocarme para dormir un poco. Al final no he tomado desayuno en el vuelo, no tenía muchas ganas, me han ofrecido algo de la bandeja aunque no quisiera el plato caliente, pero la verdad es que no tenía ganas de nada. La llegada a Madrid la hemos hecho por 32L, con lo cual el carreteo hasta la terminal ha sido bastante más corto. Luego en la recogida de equipajes tampoco se han alargado mucho y ha sido justo para que Miguel Ángel me recogiera y llevarme a casa terminando de esta manera el viaje y mis vacaciones.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Día 15 - Hong Kong


Tras fiasco de la jornada de spotting del día anterior, tampoco tenía muchas esperanzas en ella, por la hora a la que terminé saliendo del hotel, hoy era el día para recuperar el tiempo, además el día se presentaba más despejado, tampoco claro del todo, pero comparado con el día anterior al menos esta vez se veía el teleférico de Lantau desde el aeropuerto. Así que muy pronto, porque además esta vez no tengo desayuno, ya se sabe, cuanto más caro es el hotel, más tienes que pagar por cualquier cosa, salí a la terminal para coger el autobús que me tenía que llevar a Tung Chung para allía coger el otro autobús hasta la zona de spotting que había elegido. Así que tras dar con el sitio donde se cogía el S1, me monto y veo que pasa por delante del hotel, no sólo eso, si no que tiene una parada treinta metros más allá... que espabilo tengo a veces.


En Tung Chung tenía que coger el S52, pero el que ponía a mantenimiento, por el el S52P no pasa por allí, así que una vez llegó el autobús hasta el final, sin problemas, aunque la otra vez que estuve no cogí este autobús, porque donde me bajé aquella vez, este no ha parado, el caso es que para donde quería ir, tenía que ser ese y lo he hecho bien. Una vez en el sitio, econtrar el lugar donde ponerme no ha sido difícil, porque ya había un spotter local. El sitio no está mal, aunque me quedaba corto para los pequeños y luego la mejor zona de disparo era entre las antenas de un barco y la cochera de bomberos, había que estar fino, pero bueno, no ha ido mal la cosa. Lo único que algunos cargueros han entrado por la otra la 7R, así que contraluz, y he pasado de ellos, me he dedicado a las entradas por 7L.

En general no ha estado mal la mañana, aunque como no había sombra, salvo un cartel, he pasado un poco de calor, menos mal que me puse crema en la cabeza y las piernas no se me han quemado. El caso es que hablando con el spotter local, que hablaba poco inglés, pero al final nos hemos ido entendiendo, me ha dicho un punto para ver bien el tráfico de la 7R cuando están en la cabecera de salida, así que mañana lo voy a probar, tengo que ir en ferry y tendré que estar atento a los horarios, pero si sale el día como hoy, puede merecer la pena el paseo, y si no ya veré, pero bueno, eso es para mañana. La jornada de hoy la he terminado después de unas cinco horas, que ya estaba un tanto cansado y me he vuelto a Tung Chung. Como hay un centro comercial, un outlet, también hay sitios para comer y además una Food Republic, que es una zona común para varios sitios de comida, que la coges y te sientas donde te da la gana, así que he comido un plato parecido al del último día de Singapur, pero en vez de pollo con curry, esta vez con carne, pero es de la misma franquicia, creo que en España tendría éxito, estaba muy rico. Cuando he salido he paseado un poco para ver donde tengo que pillar el ferry y de paso he entrado en el outlet y he comprado un par de cosas en la tienda de Nike.

De vuelta a la terminal he ido a la terraza de nuevo, pero tampoco la he aprovechado, al final se queda todo el tiempo a contraluz, así que nada, cuando ha caído el sol me he vuelto al hotel a dejar la bolsa de las compras, descargar y para Hong Kong. He cogido el Aex, a ver si sonaba la flauta, pero no, esta vez me han cobrado lo que deberían. Una vez fuera, he cogido el ferry hasta Kowloon y a buscar sitio para ver de nuevo la "Symphony of Lights", hoy había más gente y además más domingueros, así que me he puesto como el día de ayer, pero podía haberme puesto delante como han hecho luego, pero bueno, he estado bien. Hoy ha habido cambios en los edificios participantes y uno de los que no lo ha hecho es el 2IFC, el antiguo edificio más alto de Hong Kong hasta que hace cuatro años terminaron el ICC que es el quinto edificio más alto del mundo con sus 484m, cuando estuve la otra vez estaba casi terminado pero no abierto, y esta vez si está abierto, pero no he subido al observatorio, después del Taipei 101, por esta vez me doy por satisfecho.

Cuando ha terminado me he vuelto al aeropuerto, pero esta vez en metro, el problema es que este no llega hasta la terminal, así que hay que ir hasta Tung Chung y luego coger un bus, el S1, mismo, así que eso he hecho, en total unas cuatro veces menos que el Aex, eso sí, se tarda un poco más, pero no habiendo prisa... además me ha servido para parar en el Food Republic y cenar, esta vez un plato de esos que tienen de todo, carne, arroz, tortilla y ensalada. Y una vez terminada la cena, al hotel. Hoy ha sido más simple el día, la verdad. He preguntado en la terminal el tema de las duchas y no hace falta reservar, de hecho me ha dicho que mejor que no lo hiciera, que fuese directamente y listo, así que mañana me pasaré por allí cuando termine el paseo, y eso significa que mi viaje se acaba y no quiero... pero bueno, es lo que hay, aún así, me queda un día para disfrutar.




Día 14 - Hong Kong


Y llegó el día en que se terminaba mi paseo por Taiwán, como se suele decir, al final todo lo bueno se acaba. Me levanté pronto, a ver si con un poco de suerte pudiera spottear, pero iba a ser que no, me tuve que conformar con ver los movimientos de los aviones desde la ventana de la habitación y ha sido una pena que no pudiera aprovechar para spottear en Taoyuan, porque una de sus dos pistas está en obras, así que está cerrada y todo el tráfico se mueve por una, con lo cual siempre es mejor, sólo te pierdes lo que sale o entra, pero no eso más lo que va por la otra pista, en Madrid como tenemos cuatro, aunque funcionan como dos, terminamos perdiéndonos todo lo que pasa menos en una, salvo que vayas al túnel que sólo te pierdes lo que se queda en el satélite. En fin, que cuando se hizo la hora bajé a desayunar, que para eso tenía desayuno en el hotel.


Creo que no he tenido un buffett de desayuno como el de Taoyuan desde que estuve en Santo Domingo en uno de esos sitios con pulserita y es que había de todo y si no, te lo preparaban, al final termina agobiando un poco, porque no sabes por donde empezar. Así que me fui al clásico tazón de cereales y luego pedí una tortilla con queso, tomate y cebolla, que las preparaban en el momento, la acompañé con un poco de bacon y un "harsh brown" y los típicos zumos y un yogur. Salí bien servido, pero podía haber dado una segunda vuelta. Subí a la habitación a recoger los trastos y bajé un poco antes de la hora que tenía acordada la lanzadera al aeropuerto, como me dijeron que ya no había ninguna hasta la que había pedido estuve esperando un poco.


Desde el hotel al aeropuerto apenas llega a cinco minutos, así que en nada estaba facturando. Me preguntaron cuanto tiempo iba a estar en Hong Kong, pero esta vez no me pidieron que les mostrara el siguiente billete, creo que esto ha sido porque no llevaba billetes de ida y vuelta, porque nunca me había pasado, el caso es que una vez pasada la maleta por el escáner pude pasar a la zona de embarque. El control de seguridad sin problemas, pero en inmigración estuve un buen rato esperando y cuando me tocó debí pasar por el agente de inmigración más pejiguera de la fila, y eso que me largaba, que si llego a entrar, no se... cuando digo que miró el pasaporte con lupa, no exagero, lo miró con lupa, de esas que tienen linterna, las hojas, las costuras de las hojas, los elementos de seguridad... vale que tengo el pasaporte un poco trotado, pero tampoco está tan mal, total, que después de cinco minutos o más, paso, ahora si, a la zona de embarque.


Quedaba un buen rato para la salida del vuelo, de hecho, el avión aún no había llegado, así que aproveché para dar una vuelta y ver si podía hacer alguna foto a los aviones, pero no me han gustado los resultados, contra luz y además los cristales eran tintados, así que una castaña. Miré en alguna tienda a ver si podía comprar algo, para gastar alguno de los dólares de Taiwán que me quedaban, sobre todo las monedas, pero no vi nada que me gustase o que mereciera la pena comprar. Cuando llegó el avión ya estaba en la zona de la puerta de embarque. El avión que me iba a llevar a Hong Kong era el B-LNO, un A330 de Hong Kong Airlines que apenas tiene un año y tres meses desde su entrega, empezamos el embarque con retraso, pero fue bastante rápido.

Una vez en el avión estuve haciendo algunas fotos, pero llegó la alegría de la huerta de mi compañero y se terminó lo que se daba, un tipo simpático, la verdad... tampoco espero hablar con mi vecino, no lo suelo hacer, pero que menos que saludar o facilitarte la salida, pero ni una cosa ni la otra. Al final no se como salimos de hora de Taipei, pero el vuelo fue bastante bien, no era muy largo, apenas una hora y media, me puse a ver "Chef", porque si, aunque fuese un vuelo corto había entretenimiento a bordo, un montón de cosas para ver, aunque la mayoría ya las había visto, incluso en el vuelo a Singapur, pero oye, que se agradece, además nos dieron servicio de comida, cosa que no esperaba, y para redondear, pude comprar el llavero de "Remove before flight" correspondiente, así que muy buena mi experiencia con Hong Kong Airlines.


Una vez en Hong Kong, nos dejaron en remoto, tardamos un poco más, pero vamos, casi nada, además nada más subir a la terminal estabas en inmigración. Sin problemas para la entrada, aunque no me han sellado el pasaporte, me han dado un papelito, que ni han pegado ni nada, espero que sellen la salida, para que quede constancia de mi paso por aquí de nuevo. Estuve esperando la maleta un poco, pero una vez empezaron a salir fue de las primeras. Así que salí de la zona de recogida de equipajes y me fui a cambiar dinero, cambié los dólares taiwaneses que me quedaban en billete y unos pocos euros, como en el sitio tenían tarjetas prepago cogí una.

Chek Lap Kok es bastante grande, pero aunque al principio es un poco lioso, al final uno se acostumbra a las indicaciones y terminé saliendo por donde debía, porque el hotel lo tenía cerca del aeropuerto, ya que mi principal razón para venir aquí era la de spottear y bueno, que el billete salía mejor de precio también. Al final terminé llegando al hotel y haciendo el check-in, pregunté la posibilidad de un check-out late, pero para la hora que quería me cobraban el precio de la habitación, así que como que no, que el hotel no es barato precisamente, ya me las apañaré el domingo para no volver oliendo a tigre de bengala, porque el vuelo sale por la noche y tengo todo el día para pasarlo por ahí y lógicamente es lo que haré. Para tener wifi gratis me tuve que registrar como miembro, como era gratis, pues nada, una tarjeta de fidelización más que tengo.


La habitación es enorme, muy al estilo yankee, que para eso es un Marriott.  Así que lo primero que hice fue registrar la SIM, y luego usar la wifi, pero no había manera de conectar y tuve que bajar a recepción y es que como "last name", han puesto realmente el "last", o sea, el segundo apellido, lo cual es mejor, porque el primero es compuesto, pero estuve haciendo combinaciones varias, pero no se me ocurrió usar el segundo sólo. Una vez todo arreglado me fui a la terminal con todos los chismes, al observatorio de la terminal 1. La terraza está bien, pero el día que tenía era el típico de estos lares, con sol, por suerte, pero una bruma o neblina que apenas se veía Lantau y está al lado, así que entre eso, la hora que era más bien tarde y el contraluz, me fui al cabo de un rato, porque además tenía que buscar en Hong Kong un disparador si quería hacer fotos en las "Symphony of Lights".

No estaba muy seguro si tenía dinero en mi Octopus, pero sí, si tenía casi siete dólares de Hong Kong, así que metí doscientos y me monté en el Aex para llegar antes, el Aex cuesta cien, así que iba a andar justo para la vuelta, pero bueno, fue lo primero que pensé, porque además siempre tengo tiempo de meter más en la estaciones de metro. El Aex me dejó en Hong Kong y me fui a buscar la calle donde están las tiendas de fotografía, me acordaba por donde era, así que me fue por los centros comerciales hasta llegar a la zona y salí fuera, pero me lié un poco y encendí el GPS, y fue peor, porque apenas pillaba señal, supongo que entre tanto edifcio triangular es complicado, pero me lió un buen rato hasta que di con la calle y el sitio al que quería ir. Compré el disparador y una tarjeta de memoria de más capacidad y más rápida.


Con las compras hechas a volver deprisa a Kowloon, y lo mejor es hacerlo en los Star Ferry, así que hasta el muelle central y al ferry. Como me gustan estos chismes, son cutres y viejos, pero espero que nos los cambien nunca. En poco tiempo ya estaba en Kowloon y me fui al paseo para hacer las fotos, pero ya estaba pillada la primera fila, pero aprovechando la barandilla y el respaldo de los asientos, puse el trípode y me senté a esperar que faltaban cuarenta minutos. Mientras estuve haciendo algunas fotos y luego, pues nada, a disfrutar del espectáculo, que es de lo más simple, pero me gusta, primero la presentación de los "artistas", o sea de los edificios que van a entrar en escena, no todos los días son los mismo, y una vez presentados, pues nada, música y acción. La tontería dura unos quince minutos, pero te quedas un poco tonto con tanta luz, esta gente lo del ahorro energético y la contaminación lumínica no son conceptos que tengan muy presentes.

Cuando terminó hubo desbandada y me dediqué a hacer alguna otra foto, porque aunque no esté la sinfonía los edificios se siguen iluminando. Mientras estaba en ello pusieron detrás en el museo un espectáculo audio visual reflejado en la fachada promocionando Hong Kong. Así que la gente se quedó hasta que se acabó y después sí, desbandada incluida la mia, que había que ir pensando en cenar. Así que me vino a la mente un sitio donde comí hace tres años sushi y me fui a buscarlo. Me despisté un poco, pero lo encontré. El sitio está igual, pero han cambiado la carta, me dieron una tablet y fui seleccionando lo que quería, lo malo es que lo que quería era sólo para la hora de la comida, así que fui cogiendo diferentes piezas de sushi hasta que ya consideré que estaba bien, revisas el pedido y si está bien lo envías. Al cabo de unos minutos tenía el pedido en la mesa. Cuando terminé, como me había quedado un poco corto hice otro pedido y al final, esta vez, si, terminé satisfecho.


Hora de volver al hotel, así que al metro, pero mirando donde lo había cogido y como llegar al aeropuerto casi que preferí volver a Hong Kong, esta vez en metro y coger el Aex, hasta el final, que está al lado del hotel. Antes metí más dinero en la Octopus, porque no me iba a llegar, aunque al final no me hubiera hecho falta, porque no se por qué, el Aex me salió gratis o por muy poco dinero, porque cuando salí me marcó 0 y con el balance como a la entrada, así que genial. Una vez en el hotel no me apetecía nada, además de ser tarde, así que dejé la entrada para el día siguiente, o sea, hoy.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Día 13 - Fo Guang Shan


El plan para mi último día en Taiwán era el de llegar a Taoyuan y pasar el día de spotting, ya que para eso había reservado en un hotel al lado del aeropuerto, pero todas las previsiones que miré, tanto ayer por la noche, como por la mañana, me daban lluvia para hoy en la zona del aeropuerto, así que malamente iba a aprovechar el día, así que hice un cambio en el plan y decidí ir a Fo Guang Shan. Ahora, después de haber pasado el día, me he quedado con las ganas de no haber venido a spottear, porque desde el hotel estoy viendo el aeropuerto y la cola de los aviones para entrar en pista y escucho el ruido de los motores y... seguro que si hubiera venido como tenía pensado me habría caído la del pulpo y hubiera perdido el día (mejor me quedo con esa idea).

El día en general lo he tenido bastante tonto. Tras levantarme he bajado a desayunar pensando en dejar la maleta en el hotel hasta volver de Fo Guang Shan, pero luego he visto que en la guía ponía que había un autobús desde la estación del THSR, así que era mejor que me llevara la maleta y la dejara en una consigna o similar, así ganaba tiempo, así que abandono el hotel y me voy al metro, como tenía la iCard temblando la recargo un poco para que me de para ir y volver, o al menos eso pensaba. Según voy a la estación miro la página de la estación y no pone que haya consigna o taquillas, un poco raro, pero... llego con la mosca detrás de la oreja, pero nada más salir del metro veo unas, así que no me preocupo más por el tema, voy a poder llevar a cabo el plan de un modo u otro. Además en la planta de la estación las hay, así que encuentro una taquilla que me viene bien y trato de seguir los pasos que indican, pero como la pantalla salvo el primer paso que está en inglés el resto aparece en chino y no hay opción de otro idioma, pues me peleo un poco con el sistema, pero termino cerrando la taquilla. En medio hay un sitio donde te pone que recojas el papel con la clave, pero no sale nada, y me quedo mosca, pero pasa un tiempo y no sale nada, así que, será así.

Bajo a la dársena de autobuses para ver de donde sale el que tengo que coger, perfecto, en el que más cola hay, pero sigo dándole vuelta al tema de la taquilla, por que ¿y si ahora llegara uno y ve el papel y me abre la taquilla?, así que vuelvo a la taquilla a mirar, y me encuentro con que hay un tipo trasteando con una y veo que termina y no le sale papelito, así que le pregunto y me dice que no, que está todo bien mientras me acuerde de la clave que he puesto, así que me quedo ya definitivamente más tranquilo por esa parte. Salgo a la dársena y la cola que había se está subiendo en el autobús que hay parado, corro un poco, y subo, pago con la iCard y me descuentan bastante, porque se queda con dos dólares sólo, me parece raro, pero bueno, ya estoy dentro.


El autobús va lleno de adolescentes y tras un buen rato de camino llegamos al EDA World, una especie de parque de atracciones y el autobús para en un par de hoteles y se mete en un campus en donde se vacía casi todo el autobús, menos tres o cuatro, entre ellos mi compañera de asiento y le pregunto que si el autobús ese va a Fo Guang Shan y me dice que no, no la entiendo a donde va, pero que a donde yo quiero ir, no... así que le pregunto si hay algún modo de coger el "bueno" y nos hacemos entender para indicarme el sitio, que es en la parada donde el autobús se vacía del todo y la chica se queda conmigo para indicarme que tengo que esperar al 8105 y darle con la mano para que pare, con el traductor de google, confirmo que eso es así y la chica se va. Ahora empiezo a pensar que no tengo dinero en la iCard y que no hay sitio para recargarla y como no pueda pagar en efectivo al conductor, voy a ver donde termino, porque además los conductores no dan cambio, pagas precio exacto o bueno, si quieres pagar de más, es cosa tuya, pero de cambio, nada. Total que mientras espero al autobús desde el otro lado de la calle me empiezan a saludar un grupo que va a montar en una atracción, me preguntan, a voces, de donde soy, les digo, a voces, que de España, pero no se enteran, pero vamos, un poco todo al hilo de lo que llevaba la mañana de surrealismo.


Llega el autobús y puedo montar, tengo para pagar, me despido del grupo desde el autobús y ya estoy seguro de que voy bien para llegar a donde quiero. Así que llego a una parada donde pone monasterio de Fo Guang Shan y me bajo junto con una pareja. El monasterio no es lo que quería ver principalmente, porque no se parecía a lo que había visto que quería ver en las fotos, pero bueno, también había leído que de uno a otro sitio se podía hacer andando y que estaban al lado, así que he empezado a pasear por el monasterio. Fo Guang Shan lo componen el monasterio budista, junto al que está la tierra del gran buda, una estatua de 36m de altura rodeado de 480 estatuas del mismo y el memorial budista de Taiwán, que se compone de una entrada con ocho pagodas a los laterales del gran paseo que terminan en el gran hall tras es el cual está una estatua de buda gigante. Tendría que ver proporciones, pero es inmenso, aunque no se si tanto como el que está en Lantau.


Así que primero he pasado por el santuario de los grandes juramentos, en donde una monje me ha dado una flor para que hiciera una ofrenda a buda y luego me ha sacado fuera para hacer sonar la campana tres veces y tener buena suerte. Tras pasear un poco más por allí he salido hacia otra parte del complejo, la tierra de buda y su impresionante estatua de 36m de altura, en su base hay una cámara circular donde hay más imágenes de buda, pero a un tamaño más manejable. He seguido por el centro de peregrinos para terminar en el salón principal, otra construcción imponente, en cuyo interior había miles de imágenes de buda en las paredes y tres grandes en el centro. Una pena que no se pudieran hacer fotos, pero es una de las cosas que suelo respetar, si no se pueden hacer, no se puede. Allí otra monje me ha dicho que si quería podía comer por la voluntad en el centro de peregrinos. Le he dado las gracias por el consejo y he seguido mirando cosas, a ver por donde podía llegar al memorial.


Después de dar unas vueltas y dejar de ver algunas otras partes del monasterio, la verdad es que es enorme, he terminado saliendo por una puerta de atrás y bajando de nuevo a la carretera para recorrer unos centenares de metros y llegar al memorial. El memorial es una construcción reciente, se empezó a construir en 2008 para ser inaugurado a finales de 2011. El complejo sirve para guardar el diente del buda Gautama y también para realizar una labor didáctica, el complejo está lleno de grupos de niños. Mientras que en el monasterio había un ambiente relajado y tranquilo, aquí más bien parecía una feria, ha sido un gran contraste tras venir del monasterio. He estado paseando por allí y viendo lo que se podía visitar, porque me he quedado con ganas de entrar en el santuario del buda de jade, pero estaba cerrado y como llevaba sin hacer ninguna cosa rara un buen rato, he puesto ISO 800 para hacer unas fotos dentro del salón principal y luego, cuando he salido, he seguido haciendo fotos al mismo ISO hasta que me he dado cuenta en la estación dos horas más tarde, tampoco pasa nada, pero es mejor hacerlas con el ISO más bajo posible.


Para salir de allí tenía que buscar un autobús que me llevase de vuelta, pero primero he intentando recargar la iCard en un 7-eleven, pero no lo podían hacer... no era el día para ciertas cosas. Mientras esperaba el autobús he pensado en cambiar algo, por si acaso y así tener suelto y he pillado un zumo de limón. Cuando ha llegado un autobús que ponía HSR Xingzouying me he puesto en la cola, aunque he preguntado si iba para la estación y si podía pagar en efectivo, me han dicho que si, además ponía express, así que iba a ser más rápido y ha resultado ser más barato, como la mitad que el primero que cogí que encima no me llevó a donde pensaba que iba... De vuelta, casi al poco de arrancar, un par de guiris como yo que iban detrás le han preguntado a una chica si iba al monasterio el autobús y la chica les ha puesto cara de póker, pero les he dicho que me temía que no, que el autobús estaba yendo en dirección contraria al monasterio, así que se han levantado y han llegado a un acuerdo con el conductor para que les dejase tirados allí. Al menos no soy el único que coge el primer bus que se encuentra.


Al final he llegado a la estación antes de lo pensado y he pensado en coger el tren de las 15:00h para Taoyuan, he sacado la maleta de la taquilla con menos problemas de los pensados y mientras he buscado algo rápido para comer y he visto unos dulces de esos rellenos y he comprado dos, uno de crema y otro de cacahuete, con el de crema como he sido un poco ansía me he abrasado además de ponerme perdido de crema las manos. Al entrar a los andenes el que chico que ha mirado el pasaporte y el pase del tren me ha despedido con un "adiós" y he bajado al andén para hacer algunas fotos al tren.


El viaje sin mayor problema hasta Taoyuan y allí he cogido el autobús hasta el hotel, en este he podido pagar con la EasyCard, en la que me queda bastante saldo, pero bueno, no creo que lo pueda consumir así que se quedará ahí por si vuelvo. En el autobús ha sido un poco caótico, porque el conductor ha ido "colocando" las maletas por todo el autobús y luego no había manera de moverse, cuando he llegado al hotel, que era la parada anterior al aeropuerto he tenido que ir pasando por encima de las maletas.


El hotel lo había elegido junto al aeropuerto para mi jornada de spotting en Taoyuan, que al final se ha quedado en nada, pero es una pena, porque está genial ubicado, otra cosa es como hubiera hecho para salir de donde está para ir a las zonas de spotting, pero desde la habitación veo las pistas y es una pena que la ventana no se abra de otro modo, porque si no a lo mejor hasta hubiera montado el trípode y hecho alguna nocturna que creo que me hubiera dado, pero no, he mirado para hacerla desde algún otro sitio, pero no he visto ninguna posibilidad, así que al final nada, he ido a dar un paseo a la terminal y cenar. También he visto donde tengo los mostradores de facturación para mañana y después me he vuelto. Mañana por la mañana si me levanto pronto tal vez intente hacer algo de spotting si el tiempo lo permite y si no, pues en Chek Lap Kok.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Día 12 - Tainan


Anoche antes de acostarme estuve decidiendo que hacer finalmente, porque un lugar que me apetecía ver, pensaba que estaba en Tainan y resulta que no, que está a las afueras de Kaiohsiung, a una hora de la ciudad, más o menos como Tainan y ver las dos cosas iba a resultar complicado, así que al final descarté visitar Fo Guang Shan y dejarlo para una próxima vez o, ya veré, porque a lo mejor mañana si me da por ahí me acerco, puesto que el tiempo que dan en Taipei es malo y no voy a poder spottear, que es la razón de pasar la última noche en Taoyuan, porque si no allí tampoco voy hacer nada, ya veré. El caso es que para hoy había decidido ir a Tainan, para lo cual tenía que coger el tren, mirando entre las diferntes alternativas, la verdad es que el esperar a un tren rápido o uno de cercanias me suponía un ahorro de apenas 20 minutos, así que me lo planteé en que cuando llegara a la estación pillar el primero que saliera y listo. Así que he ido en cercanías (o su equivalente taiwanés) y en un momento dado nos ha pasado el rápido, pero vamos, tampoco ha llegado mucho antes que el mio.


Antes de salir he bajado a desayunar, he probado unos cereales de colorines que tienen y están muy ricos, mañana repetiré, porque no me apetece demasiado de buena mañana comer un plato de pasta u otra cosa más consistente. Después a la estación, donde he presentado mi Joint Pass junto con el pasaporte y como si le presento cualquier cosa, sólo le ha faltado decirme, venga entra que estás obstruyendo el paso. La estación de Kaohsiung está un poco patas arriba, están preparando la llegada del THSR para algún momento de los próximos años, porque había leído que para el año que viene, pero viendo como está la cosa, no lo tengo muy claro. El tren normalito, es un cercanías al fin y al cabo, pero en Taiwán el servicio ferroviario está muy desarrollado, además de tener el THSR, la línea principal es la que llaman el corredor oeste, que une los principales núcleos urbanos del país, desde su fundación en 1891 ha sido el principal transporte del país tanto de personas como de mercancias. Con la entrada en funcionamiento del THSR en 2007, las líneas aéreas que unían Taipei con Kaoshiung dejaron de operar la ruta porque no era rentable.


Tainan es la ciudad más antigua de Taiwán, y tenía dos opciones de ruta para ver, quedarme en la ciudad antigua con sus templos y demás o acercarme a Anping a ver la parte colonial. Al final me he quedado en la zona antigua y he terminado un poco saturado de templos y para cuando he pensado en ir a Anping con el horario de autobuses que había no me iba a dar tiempo a ver nada y he preferido volverme. Pero por la parte antigua he estado dando un buen paseo. Al llegar he empezado a seguir una ruta que tenía en la guía y que luego he ido viendo que en parte coincidía con la que marcaban unos carteles en la ciudad pero otros no, además, si yo la iba hacer en sentido anti horario, la de la ciudad estaba al revés, el caso es que al final he seguido la ruta pensada con toques de la otra.


He empezado por el templo de Confucio, un clásico en este viaje, es el tercero que visito y he tenido suerte de hacerlo en el momento justo porque luego ha llegado un grupo de turistas que se ha desperdigado por todas partes y hacer fotos era más complicado, el templo en si, sobrio, como el de Kaohsiung, el que más me ha gustado de los tres fue el de Taipei, más que nada, porque era mucho más interactivo, estaba muy bien montado, la verdad. Después he bajado por la misma calle hasta la puerta sur, la única que queda en pie de la muralla defensiva de la ciudad.


A partir de aquí han sido varios templos uno detrás de otro, primero el templo Wufei o templo de las cinco concubinas. Después según llegaba al templo Fahua, veo salir a un monje por una calle junto al templo en un scooter y con dos perros atados, la imagen me ha hecho gracia y he entrado en el templo, pero el también con el scooter y me ha parado para preguntarme que de donde era y hemos estado charlando un poco, me ha dicho que a partir de mañana tenían tres días de celebración por el otoño en el templo, que fuera, pero le he dicho que no iba a poder ser, pero muy majete, lo mismo que otro monje que me encontrado dentro, me han dado muy buen rollo, el templo tiene unos 300 años, pero fue reconstruido tras la segunda guerra mundial.


Después he seguido por otros dos, antes de parar un poco para comer, y es que frente al templo de Confucio vi un sitio que tenían unas salchichas que no tenían mala pinta y luego más abajo otro con gyos, así que pensé en que podía comer así, aunque luego he ido viendo sitios que me han parecido que podrían estar bien, unos días tantos y otros me cuesta horrores decidirme, el caso es que donde las salchichas he comprado dos y luego un gyo de carne y, tras el breve descanso, más templos. Aunque de camino por al ruta, que no estaba indicado he encontrado un sitio que me ha gustado bastante, era una antigua tienda, pero la información está sólo en chino. Después he terminado mi recorrido en las torres Chikan, fundadas en 1653 por los holandeses pero que luego han pasado por varias manos. A la salida he mirado la posibilidad de coger el bus hasta Anping, pero acaba prácticamente de pasar y tenía una frecuencia de media hora, así que lo he dejado.


He vuelto paseando hasta la estación para volverme a Kaohsung, pegarme una ducha y luego sin la cámara darme un paseo hasta la isla Ciji, para lo cual hay que coger un ferry que atraviesa el puerto. El ferry no se que frecuencia tiene, pero la deben marcar los scooters que entran, cuando no entran más, sale, porque la planta de abajo estaba hasta arriba de ellos. En Ciji, está el faro, pero no era plan de subir, pero me he acercado a la playa, que está justo al otro lado del puerto, pero como no hay lices en el paseo no he visto muy casi nada. He paseado un poco más por allí a ver si encontraba algo para cenar, pero no he visto nada que me llamase la atención y he vuelto a la ciudad a ver si tenía más suerte con la cena y como al lado del hotel está el mercado nocturno, pues he vuelto andando y es un paseo, menos mal que ayer por la mañana no lo hice, si no, no me muevo en el resto del día.


En el mercado he cenado un pequeño tazón de setas rebozadas, que me dieron ayer a probar, pero como ya había cenado, no pillé, cuando he terminado he visto una especie de bollo que ponía relleno de patata y queso, como no sonaba mal, he cogido uno y un vaso de limonada y, para finalizar, unos trozos de calamares del estilo de los que comí en Tamsui, pero sin rebozado. De todos modos, hoy además de todo esto a la vuelta de Tainan, en la estación he comprado un pan de café que estaba muy rico y antes de salir de Tainan una masa de esas rellenas de crema que me gustan tanto, aunque esta vez no tenían ni forma de pez ni de pastilla de hockey, era algo raro, pero estaba igual de rica.


Al final con el último paseo he terminado bastante cansado, pero bueno, mañana me voy de Kaohsiung, y me quedo, con cosas por ver, como siempre, una pena no estar en permanentes vacaciones y poder ver todo sin problemas de tiempo y dedicarse sólo a disfrutar del tiempo viendo cosas.

martes, 11 de noviembre de 2014

Día 11 - Kaohsiung


Esta mañana no tenía muy claro como encarar el día, por un lado tenía claro que cuando oscureciera tenía que estar por el estanque del loto, pero hasta ese momento tenía que aprovecharlo de algún modo, además de que también quería pasear por el estanque de día, entonces lo más lógico era ir a un sitio hasta medio día o así y luego ir al otro lado, porque, aunque lo pensé, no iba a ser muy viable el ir, volver y luego por la tarde volver a ir, más que nada, porque está a un paseo del hotel, una media hora en transporte público, así que era tontería el ir para luego volver más tarde. Así que una vez perfilado el día lo primero fue bajar a desayunar, esta vez no tengo que salir del hotel, es tipo buffet, no está mal de variedad, hay un poco de todo, pero al final sólo he desayunado un tazón de cereales y cuatro bollos enanos y un zumo de naranja que está demasiado azucarado, una pena.


He subido a coger los trastos, hoy me tocaba llevarme todo desde primera hora porque no pensaba volver en todo el día. Así que, aunque al primer sitio donde había pensado ir estaba relativamente cerca, unas dos paradas de metro, más el paseo he preferido ahorrar fuerzas e ir en metro y luego seguir el paseo. Me fui pues a la zona de desembocadura del puerto que es donde se estableció el consulado británico, una buena ubicación, ya que estaba en lo alto de un montaña y se podía ver perfectamente la entrada y salida del puerto, enfrente se encuentra la isla de Cijin,con su faro frente al consulado, pero por la mañana había bastante bruma, de esas que hay en las ciudades asiáticas y no se veía demasiado claro nada, de hecho el Tuntex apenas se veía desde donde estaba.


La visita por la zona me ha llevado para un par de horas largas, así que de vuelta al metro para ir al estanque del loto. Antes de entrar en el metro me estaba quedando seco, pero como siempre, la ley de Murphy, cuando buscas algo no lo ves y si no lo buscas te cansas de ellos, es lo que me ha pasado con el 7-eleven o un Family Mart hoy, que son las mejores opciones para comprar bebidas frías y hay a montones, pues en la zona donde estaba no he sabido encontrarlo hasta bien pasado un rato, menos mal que estaba al lado de la estación, pero hasta llegar allí he andado un buen trecho , al menos me quedaba a mano.


El metro aquí me da que lo usa poca gente, hay dos líneas, norte-sur y este-oeste, pues en el trasbordo o es que es muy amplio o que no hay nadie, porque las veces que lo he hecho da sensación de vacio. Los andenes son largos, pero los trenes son cortos, como de la mitad de la longitud, han debido tener en cuenta el crecimiento de la ciudad, pero aún así los trenes no van llenos, bueno, esta mañana un par de vagones si porque iban de excursión unos niños y había unos cuantos, pero se han bajado y hemos llegado al final de línea cuatro gatos. Sin embargo en superficie ves plagas de scooters, los hay en todas partes, sería como Amsterdam para las bicis, pero con scooters, los deben regalar.


En Zuoying, en la estación de tren donde termina el THSR, tenía que bajarme y buscar dos posibles autobuses, el R51 o el 301. Así que tras dar con la parada veo que llega el 51B, le pregunto al conductor si para por el estanque del loto y ni idea, así que le enseño el plano guía que cogí ayer y me dice que si, que suba. No se que vueltas ha dado, pero he empezado a mirar el GPS con el maps, porque no me parecía que fuese para donde yo quería ir, así que como iba delante, en uno de los giros que ha dado he visto el estanque y le he dado a la solicitud de parada, no fuese a ser que no me avisara el conductor y allí me venía bien, tampoco necesitaba que me dejase frente a las pagodas.


Así pues a primera hora de la tarde llegaba al estanque del loto, buena hora para recorrerlo y luego hacer nocturnas, porque a las cinco y media ya es de noche. El estanque del loto recibe su nombre por que en el hay flores de loto, lógico, pero pensaba que estaría plagado, pero no, los hay, pero pensaba que habría más. Alrededor del estanque hay diversos templos, aunque de los más famosos es el templo Ciji y su extensión en el lago, que son las torres del dragón y el tigre, para tener buena suerte, hay que entrar por el dragón y salir por el tigre. Dentro de cada uno de ellos hay relieves y luego en las pagodas se puede subir hasta el sexto nivel, con una buena vista del estanque. La verdad es que son una pasada, los colores que tienen y el sitio donde están hacen que sean una de las imágenes más típicas, vamos, es la postal de Kaohsiung.


Siguiendo esa orilla llegamos a los pabellones de la primavera y del otoño, dedicados a Guandi, el dios de la guerra y entre ambos pabellones se encuentra un dragón cabalgado por Guanyin. Tiene una extensión que se interna en el lago, pero estaban de pintura y no se podía ir, además los pabellones también estaban siendo pintados. Enfrente hay otro templo, el Tianfu Gong, al que también he entrado y tenía un estanque con dragones muy chulo y en el estanque las koi, que bueno, las hay en cuanto hay un pequeño estanque. El último de los templos que más me interesaban era el templo Yuandi con su enorme estatua de 72m de altura del emperador Syuan Tian, que se encuentra en el estanque, y se llega por una pasarela. Después también he visto el de Confucio, el más grande de Taiwán dedicado a él, pero que me ha parecido muy sobrio y simple comparado con los otros.

Así que me he pasado la tarde recorriéndolos y haciendo fotos. Al final no he comido, bueno, sólo he pillado un par de "ufos", uno de crema y otro de sesamo,así que a eso de las cinco tenía algo de hambre y he visto en un puesto un pincho de salchicha y con una limonada ha sido toda la comida. Para volver iba a coger algún autobús pero no lo he visto claro y como con el de la mañana vi una estación de tren, me he acercado hasta ella y he cogido un cercanías hasta la estación central. Desde la estación al hotel andando, además así buscaba algún sitio donde cenar, que al final ha sido en un sitio de esos pegado a la calle, donde paran lasscooters, una sopa de noodles con cosas, que estaba bastante rica y un poco más abajo me he encontrado con que la calle del hotel estaba cortada y había un mercadillo nocturno, así que he buscado algo dulce, pero no he encontrado nada y me vuelto al hotel con intención de darme un baño en la piscina, pero la han vaciado... mala suerte, pero bueno, he entrado por el dragón y he salido por el tigre, así que la suerte tiene que cambiar ;)
Como ayer no puse muchas fotos, hoy pongo unas cuantas más.