domingo, 2 de diciembre de 2012

Día 5 - Múnich


El último día del viaje tenía la idea, en principio de pasarlo spotteando, pero como no se levantó el día en condiciones me decidí por la visita al palacio de Nymphenburg. Empezado a construir en 1664 como residencia de verano de la familia real de  Baviera, el edificio central se termina de construir en 1675, durante los años posteriores se suceden las ampliaciones y cambios en el palacio hasta dejarlo en su forma actual. Los jardines se abren al público en 1792 y en su interior hay diversos pabellones que están incluidos en la entrada combinada, excepto en la termporada de invierno, de marzo a mediados de octubre, así que mi visita consistió al complejo principal y al Marstallmuseum, donde se exponen carruajes de la  familia real.

La visita consiste en diversas estancias con sus decoraciones barrocas originales en algunos casos y en otras las redecoraciones rococó y neoclásico. Lo más impresionante es el salón de piedra, que es la estancia principal, un salón con unos frescos en el techo de Zimmermann. El salón tiene la altura equivalente a tres pisos, con lo cual la luz natural que entra a trevés de las multiples ventanas da mucha sensación de amplitud a partir de esta estancia central se abren las dos alas visitables del palacio.


Cuando terminé de pasear por las diferentes habitaciones, entre ellas la galería de bellezas del rey Ludwig I salí a los jardines a buscar los diferentes pabellones, que aunque no iba a poder visitar, si por lo menos ver por fuera. Empezé el recorrido por el lado derecho, así que la primera parada iba a ser la Magdelenenklause, un edificio "ruinoso" construido entre 1725 y 1728 como lugar de meditación y lo de ruinoso entre comillas, porque se construyó así y da el pego. Como el día anterior había nevado, según iba paseando por los jardines se iba oyendo el ruido de los trozo de hielo caer al suelo desde los árboles, una sensación a la que no estoy muy habituado y que mola, aunque no que te caigan encima. Después siguiendo por el lateral derecho llegué a la Pagodenburg, que se encuentra frente a un estanque. Es el pabellón más pequeño de los que hay.


Luego llegué hasta el final del estanque central, donde hay una casacada, pero como estaba vaciado el estanque que la alimenta, pues me quedé con las ganas de verla. Después de pasar por el Monopteros, que es un templete con columans totalmente abierto fui hacia el Badenburg y el Amalienburg que es refugio de caza. También están las casas de bombas, desde donde se alimenta de agua a las fuentes, pero que también estaban apagadas, así que la visita ha sido un poco descafeinada, pero al menos ya pude entrar en más sitios que mi vez anterior, que cuando me acerqué eran las 16:00h que es cuando cierran y sólo estuve un ratito por el jardín pero sin explorarlo a fondo.

A la izquierda del edificio principal del palacio están las caballerizas, donde se encuentra el Marstallmuseum, donde se exponen los carruajes y trineos de diferentes épocas, además de retratos de caballos, las cinchas con los que adornaban a los caballos dependiendo de la ocasión y un carruaje funebre. Algunos de los carruajes son auntéticas pasadas de lo recargado y tallado, además de ser dorados.


Al terminar en vez de acercarme a la fábrica de porcela me fui hacia el tranvía para ir al centro a comer, aunque antes estuve haciendo algunas fotos de bichos en el estanque de entrada. El tiempo durante la mañana había cambiado y me estaba arrepintiendo un poco de no haberme acercado a spottear, o incluso de ir en ese momento, pero al final me fui hasta la Karlsplatz y de allí andando a la zona de la Marienplatz para comer. Al final entré en un sitio frente al restaurante de la noche anterior y comí unas albondigas con ensalada de patata que estaban muy ricas, además tenían dos salsas, una de mostaza con tomate y la otra supongo que llevaría aguacate por el color verde y tenía un ligero toque picante muy rico. De postre una tarda de queso que estaba de muerte, además de una presentación muy chula en un frasco. A la salida me cargué sin querer un vaso con bolitas que tenían en la mesa de decoración, me dio un poco de vergüenza, la verdad, un fallo tonto.


Después de esto tenía aún poco de tiempo para pasear por el centro antes de ir al hotel a por la maleta y encaminarme al aeropuerto, así que estuve paseando viendo los puestos de navidad y comprando alguna cosa de recuerdo. Como el primer día cuando entré en la catedral estaban en medio de un oficio no vi nada, así que esta vez sí, volví a entrar y ver la pisada del diablo. La leyenda dice que el diablo entró en el templo y al no ver ninguna ventana se empezó a mofar, ya que no tenía ningún sentido un edificio así sin ventanas, pero pronto cayó en su error y se puso furioso, intentó derribar las inmensas vidrieras soplando pero no le fue posible, pero si que dejó su huella en el punto desde el cual no se ve ninguna de las vidrieras. La del fondo que se ve actualmente, antiguamente estaba cubierta por un retablo.

Cuando salí ya era la hora de ir al hotel y marchar al aeropuerto, a la terminal 2 desde donde salía mi vuelo. Aunque cuando salí de Madrid me advirtieron del posible sobrepeso de la mochila cuando llegué a facturar no tuve ningún problema, le pregunté si ponía a pesar la mochila y me dijo que no hacia falta... Los filtros de seguridad en Alemania tienen poco que ver a lo que veo en Barajas todos los días, mucho más personal, y los arcos deben de ser más sensibles, porque pité. En vez de como en Madrid que el segurata te hace la inspección a mano, aquí usaron un detector de metales, supongo que es lo lógico, que me pasaron por todo el cuerpo, incluso por la suela de las zapatillas, después cuando pasó la mochila de la cámara, como esperaba me la hicieron abrir, después me pidieron que encendiese la cámara y que quitase la tapa del objetivo, miró a través y bien, luego con el resto de objetivos lo mismo, quitarles las tapas y mirar a través de ellos... como llevaba todo el equipo, pues cinco veces repetimos la operación, además de cotillear por el resto de huecos. La verdad es que no me molestó para nada, pero si hubiese ido con la hora pegada no pillo el avión jajaja
Mi primera experiencia con Lufthansa ha sido muy positiva, tanto a la ida como a la vuelta me dieron de comer, no un sadwich o un tentempié, si no la típica ración de comida de largo recorrido, que vale, no es nada del otro mundo, pero en IB si quiero comer algo lo tengo que pagar, si esto no fuese suficiente en la terminal 2, al menos, la wi-fi es gratis y cada cuatro puertas hay máquinas de café y periódicos gratis para los pasajeros, lo mismito que en la T4 de Barajas, por poner un ejemplo, también desde el momento que saqué la tarjeta de embarque en el check-in on-line me mandaron la puerta de embarque, como la cambiaron recibí un sms con el cambio de puerta, el mail de recordatorio de vuelo era una guía completa, enlaces a atracciones de Múnich, la previsión del tiempo para los primeros días... creo que esto es lo que espera un cliente de una aerolínea de bandera o de red. IB se supone que también es aerolínea de bandera, pero el servicio es lowcost, aunque para lo que le queda, ya que se la están cargando, supongo que da lo mismo.

De vuelta a Madrid el piloto le dió cera o teníamos mucho viento de cola, porque saliendo media hora más tarde de lo previsto sólo llegamos 5 minutos más tarde de la hora programada. Un díez para Lufthansa y por si alguien tiene interés, el precio del vuelo ida y vuelta fue de 130€.


jueves, 29 de noviembre de 2012

Día 4 - Dachau


Hoy ha tocado excursión a Dachau. No tenía hora para salir, pero había puesto la alarma para que no se me pegaran las sábanas demasiado, así que sobre las nueve y algo me iba a la estación de tren para pillar la S2 hasta Dachau, aunque antes he comprado una "reisen", lo que para nosotros es una caracola en uno de los puestos de la estación, que me he comido mientras esperaba el cercanias.

A todo esto, nada más levantarme cuando he mirado por la ventana he visto que las previsiones no habían fallado y estaba nevando :D, en Múnich no se notaba demasiado, pero al poco de salir el tren a superficie se veía todo nevado, nada que ver con el día anterior, hoy todo blanquito y cayendo además de continúo. Así que cuando he llegado a Dachau estaba todo bajo un manto de nieve. Desde la estación hasta el campo de concentración hay unos tres kilómetros y, aunque hay un autobús (el 726), he preferido hacerlo andando, siguiendo las indicaciones y leyendo los paneles informativos.


Dachau fue el primer campo de concentración a gran escala creado por los nazis, se aprovechó una vieja fábrica y se construyeron las instalaciones y los barracones. Theodor Eicke que fue el primer director del campo y formó parte del desarrollo y construcción del mismo, un modelo que luego sería copiado en los multiples campos de concentración fundados por los nazis, ya que Eicke fue destinado a inspector de campos. Dachau no era un campo de exterminio, como lo fueron Austwitz o Treblinka, si no que el objetivo del campo consistia en reeducar a los prisioneros, así pues la mayor parte de ellos fueron prisioneros políticos. En este tipo de campos los prisioneros realizaban trabajos ya que como reza en la puerta al entrar en el campo "Arbeit Macht Frei", "El trabajo os hará libres". Los primeros prisioneros son los encargados de preparar el campo y acondicionarlo, más tarde, cuando pasa a estar bajo el control de las SS los trabajos se recrudecen, se uniforma y rapa a los prisioneros y los prisioneros son llevados hasta la muerte en el trabajo, haciéndoles vivir en condiciones infrahumanas y hacinados.


Cuando un prisionero llegaba a Dachau se le registraba, se le despojaba de cualquier documentación y objeto de valor y de la ropa, en ese momento se le asignaba un número, por el cual sería identificado y que debía aprenderse, como muchos prisioneros eran extrangeros y no sabían los números en alemán, los guardias se los enseñaban a base de palos, si un prisionero era llamado por su número y no respondía era castigado. Después del registro se les rapaba el pelo, duchaba y se les daba un uniforme. El trabajo se les asignaba según su valía, así pues los que sabian escribir tenían posibilidades de ocupar alguna de las mesas de registro.

En Dachau hubo alrededor de 200.000 prisioneros a lo largo de los 12 años de funcionamiento, de multiples nacionalidades, españoles hubo 604. A diferencia de Auschwitz de Dachau se tienen bastante más datos, ya que no era un campo de exterminio y además antes de ser liberado no fue destruido como lo fue Auschwitz, con lo cual hay bastantes datos y testimonios de supervivientes de como funcionaba y era la vida en el campo de concentración, aún así se estima que más de 40.000 pero tampoco se puede saber con exactitud, porque se enviaba a otros campos gente para su muerte.


Dachau tenía 34 barracones para unos 6.000 prisioneros, cuando los américanos liberaron el campo en 1945 había cerca de 30.000. Al principio cada prisionero tenía su propia litera, pero según se iba aumentando la población se constuyeron literas comunes, cuando no dormian en el suelo. En los primeros años los barracones debían quedar perfectamente limpios y ordenados cuando los prisioneros no salian, si esto no era así se les castigaba, las literas superiores eran las mejores, pero con el paso del tiempo no había peleas por ocuparlas porque de tan maltrechos que estaban les resultaba subir, así que sólo los más fuertes y resistentes podían hacerlo. El diseño de los barracones venía impuesto desde Berlín y en cada uno de ellos había baños y lavabos comunes. También había una barracón médico, aunque era más de cara a lavar la imagen que aliviar a los prisioneros de sus dolores o enfermedades, además hay testimonios de prisioneros que fueron a visitar al médico y este al no ver razón para que que fuesen allí les causaba heridas, por si esto fuese poco, al estar bajo el control de las SS también sirvió como laboratorio para experimentar con el cuerpo humano.

Aunque la mayoría de los presos eran políticos, también hubo judios, homosexuales, gitanos y todos aquellos que los nazis estimasen oportuno por la razón que fuese, para identificarlos crearon un código de colores y símbolos, así además generan discordia entre los propios prisioneros, que muchas veces no querían tener contacto con el resto de grupos, de esto modo los controlaban mejor. Las medidas de seguridad no eran excesivas, pero dado que se les hacía trabajar hasta la extenuación apenas les debían quedar ganas de huir, de todos modos, cuando algún prisionero entraba en la zona de seguridad era disparado, generalmente a la pierna, ya que no querían matarlos. El cuartel X albergaba el crematorio, su principal función consistía en eliminar los cadáveres de los muertos del campo, pero 1944 estaba sobresaturado y cuando fue liberado el campo los cuerpos se apilaban junto al pabellón, una foto de dichos cuerpos fue mostrada al mundo como imagen del horror nazi. Además del crematorio, había una cámara de gas, aunque no se tiene constancia de que fuese usada masivamente, como en todos los casos para el uso de esta instalación se llevaba a los prisioneros como si fuesen a ducharles, se les desnudaba y se les hacía entrar en la sala, que tenía duchas falsas en el techo, una vez dentro se activaban los conductos por donde el gas Zyklon B entraba en la cámara y mataba a los prisioneros al cabo de unos 25 minutos, después se ventilaba la sala y se pasaban los cadáveres al crematorio. Cada crematorio en el caso de Dachau tenía capacidad para dos cuerpos de forma simultanea, los hornos estaban conectados con la chimenea por unos conductos bajo los hornos.


Además de todo había otras dependencias, el búnker, al cual eran trasladados los prisioneros más conflictivos y eran aislados, era una especie de cárcel dentro del propio campo, aquí las SS torturaban o mataban a los prisioneros. Se suponía que había unas normas de obligado cumplimiento en el campo, de este modo, el que se las saltaba era castigado y podía acabar en el búnker, de todas formas, como siempre los guardias de las SS obraban según su libre albedrío y podían encerrar a cualquiera. El edificio que se presenta actualmente tiene 136 celdas a ambos lados del pasillo que recorre de un lado a otro el edificio.


El memorial se completa con cuatro monumentos religiosos para los católicos, judíos, ortodoxos y protestantes, además de un convento de las Carmelitas.

La visita ha durado unas dos horas y pico y me ha resultado muy interesante, luego la exposición que hay en el edificio principal da para bastante también, así que yo que pensaba que sería un ratito he pasado toda la mañana y, cuando he salido, la hora de la comida se había pasado, así que he terminado en un Subway cerca de la estación, y que no he visto otra cosa abierta donde meterme.

Después de comer me he vuelto al hotel a pasar un rato, antes de salir a pasear por Múnich y cenar, esta vez además sin la mochila, que llevo tres días con ella adosada a la espalda y ya está bien, que mañana antes de irme también tendré que ir un rato con ella. He cenado en el otro sitio que estuve la otra vez y he compartido mesa con alemanes, no me he enterado de nada de lo que hablaban, pero me han preguntado que de donde era y al decir español uno de ellos me ha señalado la camiseta, que era roja, y ha dicho "Ferrari" y le he dicho que no, que Red Bull y le he mostrado mi nueva cartera y me ha dado la mano, una pena que no hablasen inglés para poder hablar un poco de coches, además es curioso, antes que el fútbol ha salido la Fórmula 1, lo mismo que en España, ja! He cenado bastante bien y al final he terminado bebiendo un litro de cerveza... casi me mareo un poco, que se me sube enseguida, pero bueno, al salir como hace fresquillo entre que he llegado a Marienplatz para coger el tren, no me apetecia volver andando, se me ha bajado.

De camino he entrado en un Saturn y he pillado un disco de Edguy que me faltaba en oferta y el dvd de Batman renace :) Mañana último día, aprovecharé la mañana para acercarme al palacio y después de comer enfilar hacia el aeropuerto :(





Día 3 - Núremberg


Esta mañana me acercaba a Núremberg en el tren de las 9:06h ya que no se porqué puedes pasar de tardar una hora y cuarenta y cinco minutos a más de dos horas y media para hacer el mismo recorrido, yendo en regional, claro, que también hay ICE, pero como no vale el Bayern Pass, pues hay que ir en regional o pagar el precio del ICE. El Bayern Pass está bastante bien, cuesta 22€ y lo puedes usar desde las 9:00h hasta las 3:00h en cualquier recorrido de los regionales de Baviera y todas las veces que quieras, como ejemplo, un sólo recorrido a Núremberg costaba casi 34€ con lo cual es un buen ahorro.

Núremberg se encuentra en estado de Baviera (Bayern) y es atravesada por el río Pegnitz, tiene una población de algo más de medio millón de habitantes y se tiene noticias por primera vez de ella alrededor del año 1050. La ciudad tiene una parte antigua amurallada y en una de sus esquinas en lo alto de una colina se encuentra el castillo. El castillo ha sido ampliado a lo largo de la historia y tiene dos partes, la más interior era destinada a la realeza, en realidad ningún emperador tuvo residencia fija en Núremberg, pero si que venían de vez en cuando y celebraban banquetes, además de haber constancia de firmas de tratados en él, la parte exterior era usada por los dirigentes para llevar la ciudad. Durante la segunda guerra mundial fue bastante dañado por las fuerzas aliadas, aunque la torre Sinwell no sufrió daños y es que Núremberg fue el lugar elegido por Hitler para los mítines del partido NSDAP, así que los aliados se cebaron bastante con la ciudad, puesto que su caída tenía parte de simbolismo para la derrota de los nazis.


Cuando he llegado primero he ido, como casi siempre, a la oficina de turismo a pedir un plano, esta vez no me han atendido en castellano, pero si que me han dado un plano en el y las indicaciones para llegar, sobre todo al castillo, que no está muy lejos de la estación, a una media hora y vas cruzando toda la parte antigua de la ciudad, que es practicamente una reconstrucción de la original, porque ya digo que apenas quedó piedra sobre piedra. De camino he cruzado la ciudad y he visto que estaban montando el mercadillo navideño, así que a Núremberg todavía no ha llegado la navidad, pero falta poco.
  

El castillo se encuentra en una de las esquinas y tiene diversas zonas accesibles, aunque hoy tenían cerrado el palacio, pero he entrado en el museo y subido a la torre Sinwel, un torreón redondo. El museo cuenta un poco la historia del castillo y luego tiene una colección de armas y armaduras. Este tipo de exhibición me gusta menos que en otros en los que te cuentan para que se usaba la habitación donde estás o el uso que se le daba al castillo pero había cosas interesantes, como una cota de malla de cuerpo entero que no he logrado adivinar como se la podían poner, porque tenía perneras y mangas... como tuviese una apertura por la espalda... Después de esto he subido a la torre y que mérito tenían antiguamente para construir ciertas cosas y con unas soluciones bastante inteligentes para aquella época, porque la escalera interior me ha parecido una gran obra.

Al bajar he terminado la visita del castillo y he salido a buscar las cuevas, y he pillado la entrada para el siguiente grupo a las 13:00h así que no me daba tiempo a comer, per si para entrar en la iglesia de San Sebaldo, un templo enorme con unas vidrieras a juego. Cuando he salido era la hora de bajar al subuselo.


Menos mal que tienen audioguía, porque la guía no habla nada de inglés, así que iba siguiendo el recorrido con la oreja pegada al chisme, primero se baja por un búnker de la II guerra mundial, bastante impresionante la entrada, ya que a modo de ejemplo hay una foto de un bombardero américano soltando bombas y una bomba colgada del techo. El subsuelo de la ciudad antigua de Núremberg está casi totalmente perforado ya que en el subsuelo se construian galerias en la edad media para la fabricación de cerveza, así que el búnker conectaba con parte de estas galerias a través de un túnel de casi 70m, del ancho de una persona y de 1.60m de altura, así que me he tenido que agachar un poco. (En la foto lo que hemos recorrido es la parte naranja).

La visita me ha gustado mucho, nos han explicado como se fabricaba la cerveza, las soluciones que empleaban en la edad media para mantener a temperatura constante las cuevas, los problemas que presentaba el subuselo y como los iban resolviendo, en fin, una experiencia bastante completa, a la que además han ayudado los electricistas que estaban poniendo las señales de salida de emergencia cortándonos tres veces la luz, menos mal que la guía iba preparada con una linterna. Al terminar nos han explicado como se fabrica actualmente la cerveza y cuando he salido era la hora de la comida, bueno, un poco más tarde de lo normal aquí, pero me he acercado a un sitio que había visto al ir hacia el castillo y que no tenía mala pinta.


Por la tarde era la hora de aprovechar para ir a ver el Núremberg nazi. Aquí he perdido más tiempo de la cuenta porque en vez de irme hacia el centro de documentación me he ido al edificio donde se celebraron los juicios, así que he tenido que volver sobre mis pasos y coger el tranvía, después de haber llegado hasta allí en metro, pero lo he hecho con el mismo billete, creo que no lo he hecho mal, porque ponía que durante hora y media se podía usar, de todos modos, como nadie me lo ha pedido, no ha habido problema y es que una de las cosas de aquí es que pagas casi si quieres, porque a diferencia de Praga, por poner un ejemplo, no he visto a ningún "pica" en ninguna parte y para entrar en el metro no hay ni tornos, pero bueno supongo que la gente es decente y paga su billete, al menos yo lo he hecho.

Una vez llegado al centro de documentación antes de entrar me he acercado al campo de Zeppelin, junto a este campo está la grada desde donde Hitler soltaba sus discursos a los militantes del partido, actualmente la grada, aunque no recibió daños durante los bombardeos ha perdido parte del "explendor" que tuvo en el mejor momento del NSDAP y es que las columnas no han aguantado el paso del tiempo y se demolieron, lo mismo que las torres laterales que están sólo a la mitad de la altura original y, por supuesto, la cruz gamada que coronaba el centro de la grada, que fue detonada tras la ocupación aliada y rendición de la ciudad como simbolo de la muerte del nazionalsocialismo. Aún así cuando me he puesto en el sitio que Hitler ocupó dando sus charlas he pensado en lo que debía ser aquello con doscientos mil alienados ciegos siguiendo a su líder. El campo de Zeppelin está igual que la grada un poco dejado de la mano, pero aún estando como están las cosas se invierten todos los años varios miles de euros en su conservación.


Estos dos elementos son sólo una parte de todo lo que Hitler diseñó o pensó como arquitecto mayor del estado y que Albert Speer ejecutó. El complejo está explicado en el centro de documentación que he visitado después y era, un proyecto inmenso que se detuvo practicamente cuando Alemania invadió Polonia y dio comienzo la II guerra mundial, aún así se llegaron a construir algunas cosas, como el edificio donde está el centro de documentación a imagen y semejanza de un foro romano, la grada, el campo de marte donde en los días de mitín se celebraban juegos bélicos, todo con un estilo sobrio destinado a impresionar y dar la sensación a la gente de que son muy pequeños en comparación.

A la salida ya era un poco tarde, porque además quería volver en el tren de las 19:10h, por aquello de no llegar muy tarde, así que tras hacer una foto nocturna al centro de documentación desde la otra orilla del lago, que no se por qué estaba seco, me he ido a coger el cercanías y ya en la estación esperar la salida de mi tren para Múnich.


Una visita muy interesante la de Núremberg, aunque con tantas cosas por ver me he quedado corto, porqeue hay bastantes museos, entre ellos uno de Durero, y es que la ciudad tiene bastante historia, aunque parte de ella sea triste.

Mañana aún tengo que decidir que hacer, pero supongo que me acercaré a Dachau...otro lugar de esos que no debemos olvidar para que no se repita, aunque viendo al genero humano es complicado porque cometemos muy a menudo los mismos errores.



miércoles, 28 de noviembre de 2012

Día 2 - Salzburgo


Día de excursión a Salzburgo, estaba indeciso entre ir a Füssen para ir al castillo de Neuschwanstein o a Salzburgo y al final viendo la previsión del tiempo me decidí por la ciudad austríaca donde nació Mozart. La ciudad es la cuarta en polación de Austría y es atravesada por el río Salzach, lo más interesante se encuentra todo concentrado bajo el castillo de Hohensalzburg. Cuando he llegado lo primero que he buscado ha sido la oficina de información turística que está en la estación, me ha atendido una chica en castellano que hablaba a todo trapo y en un momento con la ayuda de un plano me ha indicado como llegar a la zona medieval, que no está lejos de la estación y se puede ir andando.


Antes de cruzar el río he pasado por los jardines del castillo de Mirabel, aunque más que un castillo es un palacio, los jardines en esta época no es que luzcan demasiado y no había apenas flores, aunque se adivinaban los diseños, ya que la tierra estaba delimitada por la hierba, aun así tiene unas estatuas bastante interesantes. Para cruzar el río lo he hecho por el puente Makarsteg, un puente más en donde las parejas de enamorados colocan candados, aunque no estaba tan saturado como otros que he visto.

Una vez en la ciudad vieja es una zona peatonal casi en su totalidad, además como estamos llegado a la Navidad, aquí también la tienen y tienen todas las calles con adornos, luces y demás elementos, además, cmo en Múnich un par de plazas están ocupadas por mercadillos navideños, bastante bien montados, la verdad, porque en uno de ellos había wi-fi gratis en la Domplatz, que es la plaza que está enfrente de la catedral.

Las calles del interior están comunicadas unas con otras por pasajes que se abren en algunas casas, atraviesas una especie de patios interiores y sales a la otra calle, la verdad es que está bastante chulo, en esos pasadizos hay comercios igualmente, ya que la zona es bastante comercial, aunque me esperaba más oferta gastronómica y no he visto demasiada, casi había más restaurantes internacionales que de comida del país. Esto viene a que al poco de llegar he comido, más o menos para adaptarme a las costumbres locales y porque si no iba a ser peor hacerlo después de subir al castillo, ya que sería tarde para la hora habitual, de todos modos, antes de comer he estado paseando un poco y he hecho un amago de entrar en la catedral, pero lo he dejado para después pensando que tendría algo más aparte del templo.


Después de comer lo primero que he hecho ha sido subir al castillo, para subir se puede hacer andando o en funicular y optado por lo segundo, más comodo, además es bastante moderno, aunque originalmente el castillo ya tenía algo parecido pero tirado por caballos para subir los suministros, además el giro de los caballos para tirar de las mercancias hacía mover una rueda de molino. El castillo es del año 1077 más o menos y es la fortaleza más grande que se conserva en Europa en su interior hay varios museos, entre ellos uno de marionetas, muy chulo, con ellas se hacían reprensentaciones de obras musicales. Además había una trampilla que la abrias y subía una con cabeza de calavera y risa tétrica.

El museo de la fortaleza está bastante chulo, tiene una parte de las cámaras principales que molan un montón y luego hay armas, uniformes militares y cosas a lo largo de todas las habitaciones, además de curiosidades de la fortaleza como la que comentaba antes de los caballos. En realidad pensaba que me iba a llevar más tiempo ver todo, pero al final he terminado antes de lo previsto y se me ha chafado un poco la idea que tenía de hacer foto nocturna desde arriba y esperar iba a ser una perdida de tiempo, pudiendo aprovechar ese tiempo en ver más cosas. Asi que al bajar he entrado en la catedral, impresionante la altura de la cupula del crucero, pero pensaba que se podría subir a alguna de las torres, pero nada, lo que había era la sala principal del templo y en los laterales diversas pinturas.


Después de pasear un ratito más sin un rumbo fijo ha caído el sol y antes de subir a la fortaleza había visto un cementerio, así que he entrado para hacer algunas fotos sin luz. Estaba bastante chulo, además las velas de algunas tumbas le daban un aire más tétrico, no se, no soy muy maniatico para esas cosas, los muertos en realidad son los menos molestos, así que he estado un ratito haciendo fotos, aunque tampoco han salido como pensaba, porque hacer un buen encuadre estaba complicado, no había demasiado espacio. Cuando me he cansado era la hora de ir pensando en comer algo e ir yendo hacia la estación, porque de camino pensaba hacer algunas nocturnas de la fortaleza, pero cuando he querido hacerlas había bajado una bruma que ha ocultado la fortaleza, así que mi gozo en un pozo, aunque tengo un par desde la Kapitelplatz.


Mientras daba el último paseo por el interior de la ciudad medieval he encontrado una tienda de Red Bull, no de la bebida, si no de lo que es el merchandising de los diferentes deportes que patrocina la bebida, que además tiene la fábrica cerca de Salzburgo, he entrado y tenían un montón de cosas, motos, un casco de Vettel y en una pared al fondo conlgado uno de los monoplazas de la escuderia... al final he mirado un poco las cosas del equipo de Fórmula 1 y, aunque tenían ya las camisetas del tricampeón del mundo tanto de Vettel como de la escuderia he comprado un polo de manga larga con el nombre de la escuderia en la espalda bordado y RB8, el nombre del coche de esta temporada, además he comprado una cartera que la que tenía estaba en las últimas. Tras esto he parado en un puesto a cenar, porque en Múnich ya no me iba a dar tiempo llegando sobre las diez.


De camino a la estación he hecho algunas nocturnas, pero la que quería que era la de la ciudad abajo y la fortaleza no ha podido ser, de todos modos he entrado de nuevo en los jardines de Mirabell para hacer fotos a las estatuas y he ido recorriendo la orilla. Y con esto se terminaba mi visita a Salzburgo, me he quedado cosas por ver, porque no he entrado en ninguna de las dos casas de Mozart ni he ido a otro par de castillos que hay, pero bueno, más o menos el tiempo lo he aprovechado y me he hecho una idea de la ciudad, que mola.

Al final no me voy acercar al castillo de Neuschwanstein, mirando los horarios y precios de las entradas advierten que la fachado norte está en obras.... así que no creo que merezca la pena darme el paseo, habiendo estado antes y con la intención que tenía de hacerle fotos, así que he cambiado de destino y me acercaré a Nuremberg.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Día 1 - Múnich


Como tenía que terminar mis días pendientes de vacaciones antes de final de año elegí la última semana de Noviembre para hacerlo, así también quedaba un poco libre Diciembre para que el resto de compañeros pudiese elegir los días, ya que a mi me daba un poco igual las fechas. En prinicpio no tenía intención de ir a ningún lado, pero un sábado, me puse a mirar sitios a donde poder ir, más que nada por curiosear un poco y al final terminé comprando un billete de avión para Múnich, la verdad es que estaba bien de precio y, aunque ya había estado antes me apetecia volver con la cámara grande y también para ver si un día me dedicaba al spotting fuera de Barajas y Múnich no es Frankfurt en cuanto a tráfico, pero no está mal. Así que una vez comprado el billete reservé también el hotel y he vuelto al mismo de la primera vez, así que es viaje un poco al pasado.
 
Como voy a estar varios días y no sólo el fin de semana el vuelo de ida me daba un poco igual que fuese a primera hora o más tarde, aunque siempre queriendo salir por la mañana para aprovechar el día, así que el vuelo que tenía salía a las 12:10h. Con bastante tiempo de sobra me fui para el aeropuerto, ya que había dejado las cosas preparadas por la noche. Al llegar a facturar no había casi gente, así que ha sido bastante rápido el único problema, aunque no lo ha sido realmente, es cuando me ha pedido que pusiese el equipaje de mano en la cinta... el máximo en cabina con Lufthansa son ocho kilos y yo me pasaba por cinco, es más la maleta pesaba lo mismo que mochila... La chica me ha dicho que si podía pasar algo a la maleta y le he dicho que no, que son cosas delicadas, así que me ha dicho que para la vuelta lleve el portátil en la mano para ponerlo debajo del asiento, un poco tontería pero bueno lo haré así para evitarme problemas a la vuelta, aún así, creo que me
seguiré pasando un poco de los ocho kilos.

Antes de pasar a embarcar me he tomado un café con los compañeros, parece que hubo lio el fin de semana y tuvo que ir la guardia al aeropuerto... mala suerte, porque esa guardia se suponía que me tocaba a mi, pero como le debía unas horas a un compañero, se lo pasé a él, la verdad es que llevábamos tiempo sin problemas, así que a alguno le iba a tocar tarde o temprano. Después del café hora de embarcar, el avión ha llegado un poco tarde, así que hemos salido con retraso, pero lo ha recuperado en vuelo y hemos llegado a la hora que tenía marcada. Ya que estaba en el aeropuerto he preguntado por el horario de la terraza, era una de las cosas que quería hacer, spottear un poco desde la terraza, pero me parece que esta vez no podrá ser, está cerrada. No habiendo nada más que hacer en el aeropuerto he cogido el tren para Múnich.

Al final llegaba sobre las cuatro y algo al hotel y poco después de llegar a anochecido, si, antes de las cinco de la tarde ya es de noche, con lo cual el paseo que he dado ha sido nocturno. Aunque me habían dado de comer en el vuelo, el servicio de Lufthansa es poco más o menos el mismo que el de Iberia (ejem) y en un vuelo de corto radio siguen dando de comer por el precio del billete, no es que sea para tirar cohetes, pero se dejaba comer y, sobre todo, es el detalle de cobrarte por ello, de todos modos, cuando he llegado a Múnich tenía un poco de hambre. Me he puesto a andar y me he dirigido hacia la Marienplatz, aunque ya me había percatado a llegar al salir de la estación, cuando he llegado a Karlsplatz he confirmado definitivamente que en Múnich ya es Navidad, han montado una pista de patinaje sobre hielo y hay luces por todas partes, además entre las dos plazas hay un montón de puestos con adornos navideños y demás parafernalia navideña mezclados con los puestos de cerveza, vino caliente, salchichas, dulces...

Por culpa de este mercadillo en la Marienplatz apenas he podido hacer fotos del nuevo ayuntamiento, además hay bastantes obras en esa zona y, como casi siempre, alguna de las cosas interesantes para fotografiar está con los andamios, esta vez ha sido en la catedral, una de las dos torres está cubierta totalmente. He entrado, pero como estaban en un oficio me he salido ya volveré otro día. He estado demabulando un buen rato, ubicando alguno de los sitios y ya están localizados los dos restaurantes donde estuve la vez anterior cenando, que me gustaron bastante y como normalmente hasta que me decido por un sitio tardo bastante, esta vez me quito esa indecisión.
Estos alemanes en cuanto tienen oportunidad te sacan los puestos de comida y bebida a la calle, así que el mercado de la Marienplatz no es el único, en los alrededores hay otros tres más en diferentes sitios, uno de ellos dentro del patio interior de la Residenz München, que tiene unos puestos para que los niños estén etretenidos un rato con figuras que se mueven y hablan, un cortilandia en miniatura. Al final andando de un lado a otro he terminado recorriendo casi lo mismo que la otra vez, porque he llegado hasta el Deutches Museum que está en una isla en el río Isar.

Una de las diferencias que noto cuando estoy fuera de España es la iluminación de las calles, por ahora no he estado en ningún sitio donde esté todo tan iluminado como en España, de verdad, es increíble la cantidad de luces, farolas y demás que tenemos en Madrid, por ejemplo, comparado con Múnich, he paseado por una de las orillas de l río y había una farola cada cien metros o más, la verdad es que ahí andaba un poco corto de luz, pero en las calles, no hay tantas farolas y hay luz suficiente, que se trata de no ir a oscuras pero no de que estemos como a plena luz del día, además aquí hay menos tráfico, al menos por el centro no es tan bullicioso como Madrid.

Para cenar he ido a uno de los sitios de la otra vez, uno que tenía un buen recuerdo y no me ha defraudado me he tricando un par de trozos de codillo asado que estaban de lujo, y de postre un apfelstrudel, lo que me gusta ese postre, está de muerte. La vuelta estaba tan lleno y un tanto cansado que me he metido en el tren y me ha pasado como la otra vez, en Marienplatz no he bajado al andén que me correspondía y he tenido que darme la vuelta, lo curioso es que estoy en el andén y se me acerca un elemento y me pregunta algo sobre un billete y le digo que no soy de aquí y se ha molestado, al menos ha puesto a soltar algo en alemán que logicamente no he entendido, me ha recordado vagamente a un problema que tuvo un compañero mío con una señora en el aeropuerto, pero bueno, no se que diría ni me importa.
Mañana tengo dos opciones o acercame a Salszburgo o ir a Neuchwastein, va a depender del tiempo pero ojalá que mañana haga el mismo día que hoy que cuando he llegado había sol y un cielo chulísimo con nubes.


martes, 16 de octubre de 2012

Delain - Sala Caracol 13/10/2012


Cuando usaba el flog, una de las cosas que hacía era crear entradas para bastantes de los conciertos a los que iba, pero desde que uso este blog, no lo he hecho y era una de las ideas que quería mantener del flog. Así que ha llegado el momento de hacer una entrada sobre un concierto y, de paso, un poco de historia del grupo en cuestión.

El pasado sábado 13 de Octubre de 2012 tocó en la Sala Caracol de Madrid la banda holandesa Delain. Era la tercera vez que los veía en directo, la primera vez fue como teloneros de Kamelot  el 4 de Abril de 2009 y la segunda, ya como cabezas de cartel y en la misma sala que el sábado el 7 de Mayo de 2011. En esa segunda ocasión ya tocaron algún tema de su tercer disco "We Are The Others" que es el que presentaron este pasado sábado.


Pero antes de pasar a lo que fue realmente el concierto un pequeño resumen de la carrera de este grupo holandes, que para el que no los conozca y esté interesado, el estilo musical es bastante similar al de sus paisanos Epica y, sobre todo, Within Temptation, de hecho, el fundador del grupo Martjin Westerholt fue teclista de Within Temptation hasta que abandonó el grupo en 2001. Un año más tarde, en 2002, cuando se une a Charlotte Wessels es cuando crean Delain. Los primeros pasos del grupo en realidad son más un proyecto musical para estudio, que una banda estable que pueda tocar en directo. Con esta idea en 2005 cuando fichan por RoadRunner graban los temas para su primer disco "Lucidity" que se edita un año después. En este disco colaboran diferetes múscos de la escena metalera como Liv Kristine, Marco Hietala y Sharon den Aldel entre otros. El disco recibe buenas críticas y esto hace que la idea original de ser un proyecto de estudio cambie y entren a formar parte del grupo Rob van der Loo al bajo, Ronald Landa a la guitarra y Sander Zoer a la batería para poder tocar los temas en directo de este modo salen a tocar como teloneros de diferentes bandas en Holanda. De estos tres sólo el último, el batería Sander Zoer forma parte de la banda actualmente. De este disco sacaron tres singles, Frozen, See Me In Shadows y The Gathering que se ha convertido con el paso del tiempo en su "himno" y con el que habitualmente cierran sus conciertos.

En 2009 manteniendo la misma formación editan "April Rain", en este disco ya son una banda y no un proyecto por lo que apenas hay colaboraciones. El disco sigue la línea del anterior y el grupo hace una extensa gira de promoción, como teloneros de Kamelot, participando en diversos festivales y tocando en Estados Unidos y México. De este segundo disco sacaron dos singles, April Rain y Stay Forever. En Noviembre de 2009 sacan un single con una versión de Smalltown Boy de Bronski Beat. En 2010 empiezan a grabar su tercer albúm, pero antes el bajista deja el grupo y es sustituidos por Otto Schimmelpenninck van der Oije y a finales de año Ronald Landa también deja la banda anunciando en Marzo de 2011 la entrada de Timo Sommers como nuevo guitarrista. En 2011 siguen tocando por Europa como cabezas de cartel en una gira entre Abril y Mayo, donde ya tocan de forma habitual tres temas de su siguiente albúm "We Are the Others" que se editaría en 2012. El título de este tercer disco y del tema hacen referencia a la muerte de Sophie Lancaster, una joven británica que fue asesinada en un parque mientra paseaba con su novio por un grupo de jovenes cuyo único móvil para asaltarles y darle una paliza fue el de llevar pintas góticas.
El disco se editó en Junio de 2012 y llegó alcanzar el puesto número 4 en las listas de venta de Holanda.
Por ahora han sacado dos singles de este tercer disco, Get The Devil Out Of Me y recientemente el que da título al disco We Are The Others. Para la promoción del disco se han lanzado a una nueva gira por Europa en este final de año. Es en esta gira "We Are The Others European Tour" por la que estuvieron el Sábado tocando en Madrid.

La apertura de puertas era a las 19:00h pero como es habitual en estos lares la puntualidad no forma parte de lo habitual, así que entramos un poco más tarde. Teníamos dos teloneros, Señorita Nocte, un grupo de Valadolid, que no tuvieron un sonido demasiado claro, sobre todo en la voz que apenas se entendía. Tenían un grupo de fans que si disfrutaron bastante de su actuación, por mi parte, no mucho, el último tema si que me gustó, pero no puedo hacerme una idea del grupo en conjunto. Tras ellos tocaron los suizos 69 Chambers, un grupo que no conocía y que no estuvieron mal, bastante cañeros. El punto, entre comillas, fue cuando su cantante y bajista Nina Vetterli-Treml preguntó que cuantos de los que allí estábamos les conocían, contó hasta seis manos que se alzaron y dijo, "no so bad". La verdad es que sin conocer los temas invitaban bastante a mover la cabeza. A las 21:40h, diez minutos más tarde de lo previsto empezó a sonar la intro de "Mother Machine" primer tema del último disco de Delain, algo alargada para que pudiesen ir subiendo al escenario, uno a uno los miembros del grupo, siendo la última en hacerlo Charlotte. El set-list fue un buen repaso a sus tres discos, bastante equilibrado entre los tres, ya que tocaron cinco de su último disco, seis de April Rain y cuatro de Lucidity, además del tema Deep Whithin, que no conocía y que cantó Otto.

El concierto, como la anterior vez, me gustó mucho, un buen sonido, los temas son pegadizos y Charlotte canta muy bien, además se nota cuando un grupo está a gusto en un escenario y Delain lo estaban, miradas complices entre los músicos y buen rollo con el público, que también disfrutamos lo nuestro cantando los temas. Tocaron una hora más o menos y luego los bises sin apenas bajarse del escenario para volver a subir fueron Control the Storm, We Are the Others y, como no, The Gathering, que da igual que no tenga las colaboraciones de la grabación orignal, el público las pone en su defecto. En resumen un buen concierto.


El set-list del concierto:

- Mother Machine
- Stay Forever
- Go Away
- Virtue And Vice
- Milk And Honey
- Deep Within
- Hit Me With Your Best Shot
- Invidia
- Sever
- Get The Devil Out Of Me
- April Rain
- Sleepwalkers Dream
- Pristine

- Control The Storm
- We Are The Others
- The Gathering











lunes, 17 de septiembre de 2012

Día 6 - Budapest y vuelta a Madrid



Llegó el último día, ese día que no quieres que nunca llegue, pero que termina llegando. Así que por la mañana a primera hora me levanté recogí las cosas, dejé la habitación y el hotel. Como el vuelo de vuelta lo tenía a las 16:45h dejé la maleta en el hotel para poder aprovechar la mañana por ahí sin ella. La verdad es que no tenía muy claro como pasar la mañana, aunque si tenía idea de acercarme a la feria que estaba cerca del monumento a los Héroes, que al final me he quedado sin ver como es normalmente por ese hipódromo improvisado que tenían montado.

El día que estuve buscando los bancos vi el museo del horror, y pensaba que sería sobre películas o algo así, pero no, es un museo dedicado al medio siglo practicamente que Hungría estuvo, primero bajo dominación alemana y después bajo el regimen comunista y lo que ocurrió en esos años. Es un museo denuncia, para que no vuelva a pasar, aunque conociendo al genero humano, es complicado que llegue a tener conciencia de ciertas cosas algún día, si no se repiten de la misma forma se hacen de otra. El museo se encuentra en el Boulevard Andrassy, una calle que podría ser el equivalente de la Castellana y que termina en la plaza de los Héroes. El edificio primero fue la sede del los flechas rojas, el partido nazi de Hungría y era conocido como "La casa de la lealtad", posteriormente, entre los años 1945 y 1956 fue sede de la AVO y la AVH, algo así como las policias secretas del regimen comunista en Hungría. Así que el edificio, tiene su historia y de hecho hay huellas de ellas, sobre todo en el sótano, donde daba bastante mal cuerpo ver las celdas, las cámaras para interrogatorios y los tablones verticales con una soga en el extremo superior y una banqueta a sus pies... El museo está bastante bien montado y está entretenida la visita, aunque lo que narre no sea demasiado agradable.


Cuando he terminado he ido a los Héroes y he pasado el resto de la mañana curioseando entre la plaza y los mercadillos que había alrededor, he podido medio intuir una de las carreras, que consistían en dar tres vueltas a la plaza. He visto algún baile típico, de algún sitio, trajes regionales, como preparaban una carreta tirada por unos bueyes con unos cuernacos de impresión, puestos y más puestos y así, sin comerlo ni beberlo he pasado la mañana, y tras comer en el  puesto del primer día me he ido al hotel a por la maleta.


Junto al aeropuerto hay un museo aeronáutico, aunque más que museo es una exposición de algunos aviones de Malev, entre ellos un Tupolev 154, un modelo que sigue volando actualmente, un trimotor bastante chulo, como curiuosidad el avión en el que se estrelló el año pasado el presidente polaco era uno de estos. Como está a pocos metros de la terminal me he acercado antes de hacer el check-in, si hubiese ido un poco antes hubiese pagado la entrada y hubiese cotilleado un poco mejor, porque te dejan subir en ellos, aunque el estado de conservación deja algo que desear.


Tras el paseo turísitico por los alrededores del aeropuerto he hecho el check-in, pasado el control y dirigido a la puerta de embarque, aunque el vuelo se ha retrasado 15 minutos, y algo más, porque claro, vuelo low cost, con españoles de por medio es jaleo asegurado, porque además, la tripulación de castellano, lo mismo que la mayoría de españoles de inglés, así que entre que se ha colocado la gente, ha colocado su equipaje y demás, creo que hemos salido más tarde de la cuenta. El vuelo ha estado bien, en general, primera vez que volaba con WizzAir y bien, aunque el pitch es low cost total, vamos, si en un vuelo normal ya voy justito en este he ido algo más aún, al menos el vuelo no llegaba a las 3 horas y dentro de lo cabe colocado hacia la ventana, he ido más o menos bien, y me he dormido un rato. Los cascos con cancelación de ruido que compré en Tokio funcionan de maravilla en estos casos, porque además del ruido propio del avión, el pasaje parecia una jaula de grillos y no se quien sería pero se ha pasado incluso en el despegue jugando al angry birds, que un ratito tiene su gracia, pero no hace falta ponerlo para que nos enteremos todos. El aterrizaje ha sido muy suave, me ha gustado, y ha habido aplausos...en fin...

Y así he terminado mi viaje por Praga y Budapest, y como siempre, un clásico al final de los viajes con ganas de volver, de quedarme más tiempo, con cosas que me hubiese gustado ver, en fin... mañana vuelta a la vida diaria y al trabajo... con lo bien que se está de vacaciones :)

domingo, 16 de septiembre de 2012

Día 5 - Budapest



Esta mañana he salido teniendo en cuenta que la previsión del tiempo no iba a fallar y he salido en bermudas y manga corta, porque cuando me he levantado estaba cubierto, pero se suponía que a lo largo del día iba a mejorar la cosa, y efectivamente lo ha hecho, de hecho por la tarde he tenido hasta calor, pero para el primer rato de la mañana algo de manga larga, no hubiera estado mal, pero vayamos a lo importante, lo que ha dado de si el día, y creo que ha dado para bastante.


Lo primero era subir la barrio del castillo, para a las 10.30h empezar un tour por la zona que es gratuíto con la compra de la Budapest Card, hay uno de Pest y otro de Buda, el del castillo es el de Buda, por aquello que está en esa zona de la ciudad. Para ir he cogido el metro, pero no la línea 1 como hasta ahora, si no, la 2, que está a 5 minutos andando del hotel. La línea es más moderna, pero los trenes son de la época comunista y un tanto destartalados, además de que una manita de pintura no les vendría mal, remozar el interior... vamos, unos vagones nuevos, porque incluso los de la línea 1 siendo más viejos, están muchísimo mejor y es que estos están hasta oxidados. De todos modos, me ha llevado a donde quería que era de lo que se trataba. Para subir al castillo lo mejor es coger el autobús, pero yo no lo he hecho, me he ido a la parte trasera de la colina donde está, que es donde termina el metro y desde allí unos 10 minutos de escaleras te dejan en la parte superior, desde donde he subido hasta la plaza donde empezaba el tour han sido otros 5 minutos más, así que he llegado antes de lo previsto y me he dedicado a pasar el tiempo haciendo algunas fotos.


Cuando ha llegado la hora del tour tampoco tenía muy claro donde empezaba, pero al final me he acercado a uno de los multiples grupos que había, que no llevaban ningún identificador y ese ha sido, porque estaba el grupo de la gorra roja, los que seguían el pañuelo azul, el amarillo, el rojo, los que llevaban colgante blanco, los que iban detrás de una flor... en fin, muchísima gente. El grupo lo hemos compuesto unas 20 personas, la verdad es que pensaba que seríamos más, pero ha sido mejor así, porque la guía tampoco es que hablase muy alto y no iba equipada con megafono como algunos... En total han sido unas dos horas, recorriendo lo que consideraban más interesante de la parte alta de Budapest. Se la entendía bastante bien, aunque de vez en cuando se trababa, pero vamos, se podía seguir facilmente. Nos ha explicado un poco el origen de la ciudad, en manos de quien estuvo y lo normal en estos casos. Como ya digo han sido unas dos horas, aunque al final tengo que reconocer que se me ha hecho un poco pesado, pero, en general, ha merecido la pena.

Después del tour me he dedicado a volver sobre mis pasos y hacer fotos a un par de tipos que iban disfrazados, supongo que con algo típico y llevaban un águila y creo que un halcón, y por un módico precio te dejaban el guante y que cualquiera de las dos aves se posase y tus familiares o amigos te hiciesen un book, yo por mi parte he aprovechado que los bichos estaban por allí y le he sacado unas fotos al águila, lo resumiré en una palabra... impresionante, ha habido un momento cuando medio ha extendido las alas que he alucinado, pedazo embergadura tenía el bicho, además de ser grande, sabía que lo eran, pero aún así me ha dejado impresionado.

Tras esto he ido hacia el palacio donde tenían una feria del vino, pero que no me interesaba demasiado, pero fuera había puestecillos con cosas, y me he dado cuenta que estas cosas si que me molan y si tienen comida, pues más todavía y como era la hora de comer, pues he aprovechado para comer una salchicha con patatas, aunque la salchicha ha resultado ser chorizo.A todo esto, a lo largo de la mañana, después de pasar algo de frío al prinicipio de subir se había despejado el día y había salido el sol y empezaba a calentar, como además no he abierto la sombrilla de la mesa donde me he sentado se me ha recalentado un tanto la cabeza y ha tomado cierto color rojo.


Arriba ya lo tenía todo hecho y aún era pronto, así que he bajado para ir al mercado central, pero de camino me he entretenido haciendo fotillos y cuando he llegado, en vez de entrar he cruzado el Erszebet hid (Puente de la Libertad) y he seguido haciendo fotos, he entrado en una iglesia que hay metida en una gruta, subido un poco el monte hacia la ciudaela, pero me he quedado a medio camino y, ya, por fin, he ido al mercado, pero cuando he llegado estaban cerrando... pensaba que estaban hasta las cinco, por lo menos, pero a las tres han cerrado los tenderetes. Lo bueno es que estaba enfrente de la calle de los souvenirs, así que he aprovechado para comprar algunas cosillas que me faltaban.

Cuando he terminado eran las cuatro y algo y me he bloqueado un poco y no sabía a donde ir, hasta que he pensado que era pronto aún para ir al hotel a coger las cosas para noctambulear, pero que me podía pasar a coger los útiles de baño e ir otra vez a los Szèchenyi a relajarme un poco y, de paso, si me llevaba la cámara hacer alguna foto. Dicho y hecho, metro línea 2 hasta el hotel, coger las cosas, tranvía hasta Oktogon y línea 1 hasta los baños.


Hoy me han costado más caros, al ser fin de semana, pero tampoco mucho más, unos 130 forints. algo así como 40 céntimos de euro, además teniendo la experiencia de ayer he usado correctamente la pulsera para cerrar la taquilla y he probado la sauna por primera vez en mi vida, tampoco mucho, 10 minutos o así, pero... una cosilla más, el resto del tiempo pues como ayer de unas piscinas a otras y pasando el rato. Hoy había más gente, mucho guiri, mucho apañó, italiano y de todo, así que hoy si que en algunos sitios, sobre todo en las escaleras estaba un poquito más sucio, por el paso de la gente de un lado a otro. Antes de salir he hecho alguna foto, tampoco muchas.


A la salida he vuelto a la feria de ayer, que resulta que está al lado de la plaza de los Héores, un sitiode esos imprescindibles, pero que, con motivo de la feria estaba cerrado y habían hecho un hipodrómo alrededor, al menos una pista de caballos y ahí estaban, pero no he visto mucho de lo que hacían, porque he preferido pasear de nuevo por los puestos de ayer y cuando he vuelto estaba todo terminado y he cogido el metro para volver al hotel y coger el trípode y la mochila con el resto de cacharros.


He pesando cenar en la misma calle de ayer, porque había un montón de restaurantes, pero hoy estaba casi vacio, me ha parecido raro, así que he pensado que a lo mejor era más pronto que ayer y he hecho algo de tiempo haciendo fotos, pero cuando he pesando que ya estaba bien, lo he visto igual de vacio... a lo mejor es que los sábados se van los guiris a cenar a otro lado... como muchas veces, me encuentro con un montón de sitios y no termino decidiéndome por ninguno y al final he terminado la calle sin meterme a cenar y he seguido hacia el puente de las cadenas, pero por dentro, no paseando por la ribera dle río y he terminado en la plaza donde está el Hard Rock Café y va siendo un clásico por mi parte ir probandolos donde voy, así que como en Praga me lo salté, he pensado que el de Budapest, no y ahí he cenado. La carta, por si alguno tiene dudas es la misma ya sea Budapest, Fukuoka o New York, lo bueno es que han puesto vídeos chulos, que a veces también eso es una lotería porque meten bastante morralla, de hecho hoy también, pero ver el "For whom the bells toll" de los Metallica y el "In and oout of love" de Bon Jovi ha molado.


Cuando he terminado he pensado en ir a comprar un Trdlo, para llevarmelo al hotel, pero también iba a ser un poco pronto y he pensado que antes de irme lo hacía... así que me he puesto hacer fotos de Buda desde la orilla de Pest, que anoche no las hice, así he sacado el Palacio y la iglesia de San Matias, además del puente de las cadenas de nuevo y la iglesia de San Esteban, que ha sido el último sitio y entonces es cuando he ido a comprar el trdlo, pero el puesto estaba cerrado... así que he vuelto al hotel con las manos vacias.


Mañana se termina esto :( no he decidido que hacer, así que mañana lo pienso o ahora, antes de acostarme, mientras esté a la hora de salida del vuelo en el aeropuerto es suficiente, por cierto, tengo que mirar a qué hora salgo... así que, lo dejo aquí por hoy que ya no hay nada más que contar.