lunes, 29 de junio de 2015

Día 13 - Vuelta a Madrid


¿El último día? Esta vez, seguro que si. Por la mañana se me quedaban pegadas las sábanas. Había quedado con Alberto en bajar a desayunar a las 9:30h, pero me llamó un cuarto de hora más tarde para preguntarme que había pasado, pues eso, que me desperté, vi la hora, era demasiado pronto, me di la vuelta y hasta que me despertó, la verdad es que descansé muy bien. Para el desayuno teníamos 10$ en vales cada uno, así que viendo las opciones, lo mejor era pagar 6$ más y desayunar en el buffet. Volvíamos a ir con la equipación oficial de RUSH y en una de las veces que estábamos en la zona del buffet cogiendo cosas salió el encargado y nos preguntó por el concierto, y luego le preguntó a uno de los que estaba reponiendo que si conocía a RUSH y dijo que no, así que el primero le dijo que no tenía ni idea de música, lo cual venía a confirmar el tuit que puse en la entrada anterior.

Tras el desayuno me tuve que preparar y recoger las cosas, así que bajamos un poco tarde y teníamos que decidir, con el tiempo que nos quedaba lo que hacer, porque además estaba el día feo. Tras dejar las maletas en custodia pensamos que podíamos volver al centro a ver la penitenciaría. que se nos había quedado pendiente, así que al ir hacia el tren vimos que llegaba, corrimos un poco y lo cogimos, justo, porque pasan cada media hora y el siguiente ya se nos hacia un poco tarde para ir y volver al centro. Según nos bajamos en suburban salimos por el Comcast, el edificio más alto de la ciudad y vimos que estaba chispeando un poco, no era demasiado intenso, pero si lo suficiente para llegar a ser algo molesto, sobre todo porque teníamos que andar un poco hasta la cárcel.

La Eastern State Penitentiary abrió sus puertas en 1829 y fue una instalación revolucionaria en su momento, ya que hasta entonces a los condenados se les hacia trabajar, pero en la nueva cárcel, no, en ella el preso estaba aislado y se pasaba la mayor parte de su tiempo en la celda, que eran individuales, de este modo, el prisionero tenia más tiempo para pensar que le había llevado a esa situación y hacer "penitencia", además la instalación contaba con calefacción y agua corriente, algo que ni en la casa blanca tenían en ese momento. En 1913 se dejó de aislar a los presos y se compartían celdas, debido a la masificación y en 1971 cerró sus puertas. El edificio estuvo abandonados hasta que en 1994 se abrió de nuevo para visitas, pero conservando el estado original de la instalación en su mayor parte, sólo restaurando algunas zonas. Entre los presos más famosos de la cárcel se encuentra Al Capone, que estuvo recluido en su primera condena durante ocho meses en esta cárcel.

La visita está bastante bien, por 14$ tienes una audioguía en inglés y español, aunque en español es un lio, porque se superponen ambos idiomas y al final opté por dejarla sólo en inglés aunque me perdiera algunas cosas, pero en general se entendía casi todo, la intro está realizada por Steve Buscemi. La cárcel está prácticamente como se dejó y eso se refleja en el estado, pero mola, es más real, hay partes que no son visitables, como el ala del hospital que tenía hasta máquina de rayos x y en donde se podía operar, o algunas galerías que por el estado en el que se encuentran no es recomendable su visita. Al final estuvimos un buen rato por allí y casi se nos hecha la hora encima de volver. Al volver si que nos empapamos bastante, porque llovía mucho más y no tuvimos tanta suerte con el tren, que además llevaba retraso.


Una vez de vuelta al aeropuerto cogimos las maletas y nos fuimos a facturar. Curiosamente, esta vez si que había más gente que el día anterior, también en parte por culpa de unos que estuvieron ocupando uno de los mostradores casi una hora y es que sólo les faltaba llevar al canario, porque por lo demás, tenían de todo. Al final no tuvimos ni upgrade ni overbooking, así que cogimos nuetras tarjetas de embarque y a pasar el control y entrar en la zona de embarque. La verdad es que fue relativamente rápida la cosa, eso si, todos descalzos, en Madrid, sin embargo depende del tipo del calzado, aunque también tienen unos escáners de pie, que es posiblemente otro de esos gastos estúpidos que se hacen, porque apenas se usan.


Cuando entramos vimos que ya estaba cayendo la del pulpo fuera pero el avión ya había llegado, un A346 y que estaba siendo preparado para el vuelo de vuelta. Como teníamos tiempo paseamos por la terminal y vimos una campana de lego y las tiendas en la de prensa tenían la Rolling Stone en donde salían RUSH en portada, así que la compramos y nos fuimos a la puerta de embarque, nos colocamos y de repente la gente se puso ha hacer cola donde estábamos y quedamos de los primeros, aunque daba lo mismo, porque íbamos a ir casi atrás del todo e íbamos entrar de los primeros, el caso es que el embarque empezó con algo de retraso y no fue lento del todo.


El vuelo hasta Frankfurt se hizo corto, entre el primer servicio de comida y el desayuno me debí quedar dormido un rato, porque se me pasó enseguida y eso a pesar de un crío que estuvo todo el viaje berreando, sólo paró cuando aterrizamos... Esta vez cogí pasta y me evité los problemas con el pimiento. Al llegar a Frankfurt, pasamos rapidamente inmigración, aunque las indicaciones para ir a las puertas A eran un poco de aquella manera y tuvimos que pasar un control de escáner, que creo, que por primera vez no me hacen abrir la mochila y mirar con lupa todos los objetivos y la cámara.
Al final entre unas cosas y otras, como las puertas A quedaban lejos de donde nos habían dejado llegamos justo casi cuando empezaban el embarque, que además era con jardinera y nos llevaron a un remoto, casi lo más remoto que había, para coger el vuelo hasta Madrid en un A320 con sharklets que estaba casi nuevo. En el vuelo a Madrid nos dieron otra vez desayuno, esta vez caliente y se hizo corto el vuelo también, aunque no dormí. Al llegar se veía sobre Madrid una capa de mierda impresionante y lo confirmamos al bajar del avión, ya que en el propio finger hacia un calor infernal. Al final cogimos nuestras maletas y pasamos por el mostrador de Lufhtansa para que nos abonaran nuestros vales, al final, no nos han cubierto el valor del billete, pero casi, sólo unos 70€ de diferencia, así que creo que nos ha salido muy bien de precio el billete ;) Y ahora ya si, en Madrid, terminábamos nuestro viaje.

sábado, 27 de junio de 2015

Día 12 - Philadelphia


Llegaba la hora de despedirse de Philadelphia, de los conciertos de RUSH y de las vacaciones. Lo que nunca quieres que llegue cuando estás pasándolo bien, llegaba, el final, ese último día en el que tienes que volver. Así que por la mañana nos lo hemos tomado con calma, el avión salía a las 17:45h y hasta la hora que habíamos pensado en ir al aeropuerto íbamos a pasear un poco más por Philly para hacer tiempo, más que nada.

Lo primero ha sido ir a buscar una oficina de cambio, si, el último día, no tiene demasiado sentido, pero prefería quitarme de encima los dólares canadienses aquí que en Europa, así que como siempre en estos casos he perdido algo de dinero, pero al menos los dólares siempre es más fácil usarlos. Una vez hecho esto hemos ido al ayuntamiento a ver si por casualidad podíamos subir a la torre, pero nos han dicho que no, que seguía cerrada y es que el problema del otro día con la tormenta fue con el ascensor, que lo debió dejar frito, así que no sabían cuando iban a arreglarlo. Hemos aprovechado para coger algún mapa y ver a donde podíamos ir el rato que teníamos.


Como teníamos los tokens, decidimos ir hasta los muelles, a Penny's Port en metro, otro día lo habríamos hecho andando, pero por hacer gasto. Hemos llegado y había una especie de festival de verano y no se podía ir por la parte del muelle si no era con ticket. Con esos tickets podías subir a los barcos que había amarrados, y el que más éxito cola tenía era el de los guardacostas, el Eagle, que tenía cierto aire al Juan Sebastián Elcano, y es como este, un buque escuela, ya que es sirve de entrenamiento a los futuros guardacostas, otra cosa curiosa es que es un barco alemán fue construido en 1936 y tras la segunda guerra mundial pasó a navegar bajo bandera americana al servicio de los guardacostas. En la orilla contraria del Delaware se encuentra el USS New Jersey el barco de guerra más condecorado de la armada estadounidense, se puede visitar, pero no teníamos suficiente tiempo y tampoco teníamos muy claro como cruzar hasta allí en transporte público. Así que hemos seguido por la zona de la costa y nos hemos encontrado con una ardilla la mar de simpática, prima hermana de Tobías, fijo <-- esto es sólo lo pillarán algunos asshaitas ;)


Todavía seguíamos con tiempo, pero habíamos bajado bastante al sur, así que se nos ocurrió la idea de ir otra vez al Geno's a comer un phillysteak, así que hemos subido por South St. y luego hemos callejeado hasta llegar al Geno's. Este sitio es increíble la cantidad de bocadillos que debe vender al día, hoy había más cola que el otro día, tenía todas las mesas ocupadas y los bocatas no los has pagados y ya los tienes listos. Al final hemos encontrado una mesa libre y, a diferencia, de un estúpido que nos ignoró al preguntarle si les importaba que nos sentásemos en su mesa, nosotros hemos dejado que una pareja se sentara en la nuestra. Al terminar los bocadillos hemos hablado un poco con ellos, estaban de medio vacaciones, eran de Texas y en noviembre pensanban ir a Madrid y visitar Salamanca. Es curioso lo pequeño que es el mundo.


Seguíamos teniendo tiempo de sobra, así que hemos vuelto hacia el hotel andando y, como toda la mañana, nos hemos ido encontrando con gente que nos ha preguntado por el concierto de RUSH, con algunos sólo ha sido un saludo, pero de camino al hotel nos hemos encontrado con un padre y su hijo pequeño y hemos hablado un poco más, aunque el más divertido ha sido uno en una furgoneta yendo al Geno's que ha soltado un RUSH gutural, en fin, creo que es con el único grupo que tras un concierto la gente se pregunta si fue, si le gustó y en general que somos unos flipados y eso que es, como un tweet que he leído hoy que tiene toda la razón un grupo de desconocidos:

Me: "I'm going to see @rushtheband tonight"
Co-Worker (female): "Who is Rush?"
Underground even after 40 years!!!
#R40Philly #R40Live

Y de vuelta al centro hicimos un poco más de tiempo y al final por aburrimiento decidimos ir al hotel a por las maletas, porque si íbamos a esperar, mejor casi hacerlo en el aeropuerto. Hemos cogido el tren y nos han vuelto a ticar el billete un puñado de veces. Desde el centro al aeropuerto no se tarda mucho, una media hora. Al llegar nos hemos acercado al mostrador de Lufthansa. Entregamos los pasaportes, nos pregunta que si el destino final es Madrid, le decimos que si y nos dice que el avión tiene overbooking y que si no nos importaría coger el del día siguiente, como compensación por las molestias nos alojarían en el Marriott que está en el aeropuerto pagándonos además de la habitación la cena y el desayuno y, a parte, nos darían una compensación económica... Así que, yo no lo he pensado dos veces y he dicho que vale, que nos quedábamos una noche más en Philladelphia a costa de Lufthansa. Así que nos han preparado los vales para el hotel y nos han dado otro vale con el que nos han pagado cada uno de los billetes de este viaje. Este vale lo podemos canjear por dinero en Madrid o guardarlo para usarlo para comprar otro vuelo en un periodo de tres años. Así que hemos flipado bastante con el tema y más cuando nos hemos instalado en el hotel y hemos visto la tabla de tarifas de la misma, que vale, la habitación está bien, pero no para pagar lo que se supone que cuesta, pero que vamos, que nosotros no nos hemos quejado, es más, si mañana cuando vayamos a facturar nos dicen de nuevo de quedarnos otra noche en las mismas condiciones no vamos a decir que no :D


Así que después de estar un buen rato flipando nos ha surgido el problema de qué hacer hasta el nuevo vuelo. Volver a la ciudad no nos apetecía mucho, ya que tampoco sabíamos muy bien que más ver, hemos mirado y había partido de beisbol, en realidad no nos dice nada el beisbol pero por ver un partido y pasar el tiempo hemos intentado comprar un par de entradas de las más baratas, pero nos ha resultado imposible, así que lo hemos dejado y hemos ido a dar una vuelta por el aeropuerto. Aunque llegamos a Philadelphia por el aeropuerto, ya que dejamos el coche aquí, en realidad no habíamos estado en la terminal y una cosa que nos ha llamado la atención es que la zona de recogida de maletas es accesible a cualquiera, ahí lo dejo... El caso es que seguíamos indecisos y al final hemos pensando que cada uno se buscase la vida por la tarde para pasar el rato y Alberto se ha ido a su habitación y yo he salido a spottear un poco, ya que no lo había podido hacer ni en Toronto ni Montreal, a falta de otra cosa, que mejor que ver un rato aviones.


Me he subido a uno de los aparcamientos y aunque no era el mejor sitio, tampoco podía aspirar sin coche a mucho más y encima he tenido que andar muy poco, así que ahí pasado la tarde, viendo el movimiento de Philadelphia, que es bastante movidito. Tiene tres pistas, dos paralelas, aunque no alineadas, las 27R/9L y 27L/9R, al estar en configuración sur la 27L era para despegues y la 27R para aterrizajes, y la que cruza, la 35/17 se estaba usando la 35 para aterrizajes y la verdad es que había bastante movimiento. Al rato de subir he visto salir nuestro vuelo. Y como cosas interesantes de verdad, he pillado un MD11 de FedEx aterrizando y el segundo vuelo de British que se opera con el Dreamliner, el resto de tráficos han sido American de todos los tipos, aunque los A330 casi todos ya los tenía más o menos vistos de Madrid, porque son los que van, pero bueno, los he pillado en su casa.


Y así he pasado la tarde hasta que se ha ido el sol, que he recogido el chiringuito y me he vuelto al hotel. A las 21:00h hemos bajado a cenar y hemos pedido un sandwich, que era enorme y tenía un montón de patatas chips naturales, estaba muy rico y la camarera ha sido muy amable con nosotros, la verdad. Y esto es todo lo que ha dado de si el día, un día que iba a ser de un modo y ha terminado de otro, para mejor además. Otra buena noticia es que aprovechando que mañana en Fuenlabrada es el congreso de fotografía nocturna iNight 2015 que organiza mi gran amigo Mario Rubio, ha salido el primer número de la revista Fotográfo Nocturno y aparece un reportaje que me pidió que hiciera sobre spotting nocturno, así que estoy contento, aunque viendo los otros pedazo fotógrafos que salen en la revista no se qué hago yo, pero bueno. Mario además de ser un crack como fotógrafo y maestro es un gran tipo y me alegro de tenerlo como amigo. Si queréis ver la revista hay que usar este link:
http://www.fotografonocturno.com/larevista/

viernes, 26 de junio de 2015

Día 11 - Philadelphia - Concierto de RUSH


El último día completo en Philadelphia y el último concierto de los cuatro a los que íbamos a ir en esta gira. Por la mañana en el desayuno nos hemos encontrado con un tipo que llevaba una camiseta del R40 así que hemos charlado un poco, era británico, había ido al concierto anterior, en Boston y con el de Philadelphia ya terminaría su tour, de todos modos nos ha dicho que los había visto 50 veces, para que luego alguno piense que nosotros estamos mal por ir a cuatro conciertos o que los hayamos visto diez veces.


La mañana la íbamos a dedicar a visitar la ciudad, que ayer, apenas paseamos por lo que es el centro. Así que nos hemos puesto en camino hacia las escaleras de rocky, que se encuentran al final del paseo de Benjamin Franklin. Antes de llegar allí hemos id viendo cosas que hay a lo largo del paseo como la plaza Logan, en donde hay una fuente en la que ayer habíamos visto a la gente refrescarse los pies y los niños jugar en ella, esta mañana estaba igual, aunque en el fondo pone No Swimming huele a piscina y dan ganas de meterse y claro, la gente no nada, pero se refresca un poco en ella. Siguiendo por el paseo hemos pasado junto al museo Rodin en donde hay otro pensador, creo que es el tercero o cuarto que veo en diferentes sitios. También está la biblioteca pública y al final se encuentra el museo de arte de Philadelphia, pero para llegar al museo hay que subir los famosos escalones de Rocky y eso hemos hecho, subirlos, llegar arriba y alzar los brazos, creo que los vigilantes que están allí están hartos de ver a todos los turistas hacer lo mismo, pero, es que es lo suyo.

En la parte de abajo, a la derecha se encuentra la estatua de Rocky, en donde, por supuesto nos hemos hecho una foto, otro topicazo y después hemos seguido por la parte de abajo del museo rodeándolo para ver el dique Fairmount, que en realidad es una línea de cascada en el río Schuylkill. Tras esto hemos decidido ir hacia el centro de nuevo y al pasar por la fuente ha pasado lo que tenía que pasar, nos hemos mimetizado con la gente local y nos hemos refrescado los pies. Tras estar un rato allí, ha empezado a cubrirse un poco el cielo y hemos decidido ir hacia la zona del Mall para ver la campana de la libertad antes de que empeorara la cosa. De camino hemos pasado por el ayuntamiento, al que teníamos pendiente subir a la torre, pero lo haríamos más tarde.

El Mall de Philadelphia no tienen mucho que ver con el de Washington, sobre todo en tamaño. Al rededor de él se encuentran varios lugares de interés histórico como el Independence Hall, las ruinas de la casa de George Washington, la campana de la libertad y el centro de atención al visitante. La verdad es que todo gira alrededor de la libertad de las personas y la igualdad entre ellas. Está bien, sobre todo porque aquí ha habido bastantes desigualdades y aún sigue habiéndolas, pero al menos han cambiado muchas cosas, como en general en el resto del mundo, aunque sigue habiendo demasiadas injusticias. El caso es que para entrar a ver la campana de la libertad hemos tenido que hacer un rato de cola y en el edificio donde está hablan un poco de ella y su simbologia.

Tras esto, como aún era algo pronto para ir a comer, hemos pensado en volver al ayuntamiento para subir a la torre, el problema es que cuando hemos llegado no hemos podido subir, con la tormenta del martes cayó un rayo en la parte de arriba y parece que causó algunos desperfectos y se encontraba cerrada. La tormenta debió de ser de las buenas, pero nos la perdimos porque nuestra habitación no tiene ventanas exteriores y cuando salimos ya había pasado todo, pero vimos en las noticias al día siguiente que en algunos sitios había roto árboles y había habido estado de alerta de la agencia meteorológica. El caso es que para nosotros no pasó nada y la luz y el cielo que hubo después de la tormenta difícilmente lo voy a olvidar, fue increíble. Así pues, al no poder subir a la torre hemos paseado otro rato hasta la hora de la comida, que hemos vuelto al Hard Rock Café, esto ya va siendo tradición, además de visitar el de la ciudad en la que estamos, comer allí el día del concierto. He pedido una ensalada de rúcula con queso y frutos secos y estaba riquísima y, de postre, la tarta de queso con galletas oreo. Después a descansar un poco antes de ir al Wells Fargo Center para el concierto de RUSH.

Cuando hemos salido del hotel nos hemos encontrado el cielo bastante cubierto y con pinta de empezar a llover, pero como teníamos el metro cerca no nos hemos preocupado mucho. En la entrada hemos metido la pata y es que teníamos que comprar un token y al final hemos terminado con cinco, así que tenemos cuatro de más de los que pensábamos usar y es que cuando uno se empeña en hacer alguna cosa sin pensarla un poco más, pues sale como sale. En el andén nos hemos encontrado con unos newyorkinos que también iban al concierto y dentro del tren, pues mucha camiseta de RUSH, claro.


Al llegar a AT&T hemos salido y estaba chispeando bastante más, pero tampoco nada preocupante, la gente estaba en el párking comiendo y escuchando música, obviamente de un único grupo y hemos visto que menos mal que no hemos tenido que ir en coche, porque sin ser lo caótico que fue cuando estuvimos en Washington los accesos estaban con un buen atasco. Antes de entrar hemos preguntado la posibilidad de hacer un upgrade de las entradas, pero nos hemos quedado con las que teníamos porque eran otros 90$ cada una y no era plan, habiéndolos visto ya tres veces, porque esta vez los viéramos un poco más arriba no iba a pasarnos nada.


El poco más arriba era casi colgado de la lámpara, pero sobre todo es que estábamos muy metidos en el escenario, lo veíamos casi perpendicular y las pantallas laterales lo mismo, así que no ha sido el mejor sitio, ni mucho menos, pero lo hemos disfrutado igualmente, buen sonido, y lo más importante temazos ejecutados a la perfección, son los más grandes. Después de verlos estas cuatro noches, todas han sido increíbles, quizás la más especial fuera la segunda noche de Toronto, ese concierto será único, probablemente, y allí estuvimos. No me voy a extender mucho más en el concierto, pero ha sido otra pasada y vamos a echar de menos el ir a los conciertos cada dos días. Lógicamente si finalmente hacen gira europea iremos a verles de nuevo.


Al terminar el concierto, la salida ha sido muy fluida, las escaleras mecánicas que al entrar estaban para subir y bajar estaban solo en sentido descendente y los accesos son amplios en la parte de abajo así que muy bien, hemos salido bien para coger el metro y volver al centro. El metro de Philadelphia es un poco viejo, la verdad, pero lo que me ha gustado es que para los eventos, ya sean conciertos o deportivos ponen trenes especiales que hacen menos paradas y que evitan las aglomeraciones que se producen, por ejemplo en Madrid cuando vas a coger el metro tras un concierto. De hecho la estacióna AT&T tiene otro andén inferior debajo del principal para poner más trenes, algo parecido ya lo vi en Londres en Wembley y ya digo, me parece una gran idea que podía copiarse en Madrid, aunque como tenemos el mejor metro del mundo, el más rápido, el más nuevo, el más de todo, porque vayamos enlatados no nos va a pasar nada, es lo que tiene disfrutar de lo mejor... ja!


Al llegar al centro ya era un poco tarde pero esperaba que hubiera algún sitio abierto, pero no ha sido así, así que hemos entrado en un supermercado chino que estaba abierto al lado del hotel y hemos comprado unos cuencos de noodles que con el agua calentada en la cafetera nos hemos podido preparar. Y así se ha terminado el día y, lo peor, que prácticamente
el viaje se ha terminado, ya he recibido el correo de Lufthansa para hacer el check-in y eso significa, muy a mi pesar, que mañana nos volvemos a España...


jueves, 25 de junio de 2015

Día 10 - Philadelphia



Día de turismo en Philadelphia, aunque al final no hemos estado en el centro y es que hoy tenía reservado para las 14:00h un tour por el Lincoln Financial Field el estadio de los Eagles. El caso es que por la mañana bajamos a desayunar y tuvimos suerte de que no había nadie, el buffet no es la caña, pero tiene lo normal, así que unas tostadas, yogur, cereales y zumo, que tampoco necesitaba más. Antes de bajar había visto que para ir a los muelles por donde habíamos pasado ayer había una lanzadera gratuita desde el centro y que el último de la mañana salía a las 10:24. Hemos cogido el anterior, lo bueno es que de esta forma nos hemos ahorrado el billete de metro hasta AT&T  que es la última estación de la línea que va de norte a sur, que es donde están los estadios de los equipos de Philadelphia, que es una de las pocas ciudades que tiene todos los equipos en las ligas mayores, los Phillies en la MLB, los 76ers en la NBA, los Flyers en la NHL y los Eagles en la NFL, además están los Philadelphia Union en la MLS, pero el equipo está en Chester al sur de Philadelphia.


Al llegar a los astilleros hemos ido a la garita de entrada y una chica que hablaba a todo trapo nos ha explicado que podíamos andar por cualquier sitio, mientras que no se indicara lo contrario, que podíamos hacer fotos sin problemas, pero que si queríamos pescar nos tendrían que dar un permiso, como esto último no lo íbamos hacer no ha sido necesario, nos ha preguntado si llevábamos agua, porque el sitio es grande y nos ha ofrecido los horarios de las lanzaderas, tanto de la que va al centro, como hasta AT&T, muy atenta, aunque ha costado pillar toda la información que nos ha dado, eso si, para no perdernos nos ha facilitado un mapa.


Con el mapa en la mano hemos empezado a deambular por los astilleros.Esta zona a conocido tiempos mejores y ahora hay un plan para revitalizarla, pero su antigua actividad ha quedado muy reducida, de todos modos, sirve de reserva para algunos barcos de la marina estadounidense y en realidad eso era lo que más nos interesaba. El estado de los barcos en general es bastante lamentable, y dificilmente se van a poder volver a poner en marcha, pero ahí están. Hemos estado deambulando un poco por donde habíamos pasado con el coche el día anterior que es alrededor de una parte central donde están los barcos reservados, luego a orillas del río Delaware hay más muelles y diques secos que no habíamos visto ayer, y en uno de ellos se encontraba el CV67 John F. Kennedy, el último portaaviones de la marina con propulsión convencional. Se encuentra en Philadelphia desde 2007 y se supone que está para ser donado como recuerdo o exposición, pero vamos, aunque si parecía que estaban trabajando en él, el estado es un poco dejado.


Tras pasar una buen rato paseando por allí y viendo antiguas instalaciones abandonadas, otras reutilizadas y otras nuevas nos hemos dirigido andando hasta la zona de los estadios. En esa zona se concentran los tres grandes estadios de la ciudad, el Wells Fargo Center donde juegan los Flyers y los 76ers, el Citizens Bank Park de los Phillies y el Lincoln Financial Field de los Eagles. Como teníamos tiempo antes de empezar el tour hemos pasado por el Wells Fargo Center, que es donde mañana veremos a RUSH. Según íbamos por el párking que rodea el estadio se nos ha acercado un tipo de seguridad que nos ha dicho que los días que no hay evento no se pueden hacer fotos al estadio, dice que no tiene ninguna lógica, porque además las podemos hacer desde fuera de la valla del párking, pero que son las normas. Sin problema, no se hacen fotos desde dentro de la zona de párking y listo, ya la había hecho desde fuera, como él mismo había comentado. Nos ha dicho que estaba todo cerrado, menos la taquilla, que en realidad era lo que nos interesaba, porque íbamos a ver si podíamos recoger las entradas para el concierto.


La mujer de la taquilla había estado en Mallorca de pequeña y ha alucinado cuando le hemos dicho que habíamos ido a Philadelphia para ver el concierto, y aún más cuando le hemos dicho que habíamos estado en Toronto y Montreal y la compañera nos ha preguntado por los conciertos de Toronto, han sido muy majas las dos, de hecho la que nos ha dado la entrada ha mirado para ver si podíamos hacer un upgrade, porque vamos a estar colgados de la lámpara, pero aunque no ha sido posible, que preguntáramos antes del concierto, por si acaso. Con nuestras entradas para el concierto hemos ido al estadio de los Eagles.


Además del tour, desde hace unos pocos días hay un espectáculo de realidad virtual y no se que cosas de la Marvel y tenían una buena liada en el estadio, aunque me da que lo que se dice público no había mucho, el caso es que nos ha fastidiado un poco el tour del estadio porque tenían la megafonía a toda pastilla y a nuestro guía no se le escuchaba mucho, además de tener el terreno de juego ocupado por lo que habían montado, aunque el césped en realidad ha sido levantado, pero bueno ha deslucido un poco las fotos del interior, al menos para mi gusto. Durante el tour hemos estado en el terreno de juego, en la sala de prensa de los Eagles, en los vestuarios, en un palco VIP y viendo un poco el estadio por dentro. Ha estado curioso, aunque ya digo que se ha deslucido un poco por la que tenían montada los de Marvel. Al terminar nos han dado un imán con el escudo de los Eagles y he tirado la casa por la ventana y he comprado una camiseta de DeMarco Murray, el nuevo Running back del equipo, aunque en verde, porque aunque quería la blanca, no la había y la otra era la negra y no me hacía tanta gracia.


Cuando hemos terminado era algo tarde y hemos pensado en ir a alguno de los sitios donde se supone que venden los mejores Phillysteaks, y hemos elegido ir al Geno's. Impresionante el sitio, está 24h abierto y siempre hay gente, de hecho, cuando hemos llegado había una ventanilla para atenderte y cuando nos hemos ido había dos, le pedías los bocadillos al tipo de la ventanilla y casi antes de que diera el cambio ya tenías el bocadillo preparado. La verdad es que estaba rico, además de que había que probarlo siendo la especialidad de la región, aunque como con todo hay variantes, el más famoso de Geno's es de ternera, cebolla y queso whiz, que es una crema, o lo que es lo mismo un one whiz with, que estaba muy rico, pero que casi ha sabido a poco. De vuelta hemos pensado volver al centro andando, así que al final cuando hemos llegado al centro hemos decidido ir a descansar un poco al hotel, que nos habíamos pasado unas cuantas horas de pateo.


Al final hemos perreado más de la cuenta y hemos salido para dar un paseo corto y cenar. Habíamos pensado volver al The Cheesecake factory, pero había mucha gente esperando y hemos seguido buscando hasta que nos hemos metido en un sitio que no tenía mal aspecto El problema es que la elección del plato no ha sido la mejor, he pedido un arroz con verduras y la principal verdura del plato era el maldito pimiento, tanto verde como rojo, así que lo he apartado pero me ha sabido a pimiento todo y lo he comido un poco a disgusto, al menos la tarta de chocolate del final ha arreglado el resultado. Así que otro paseo corto de vuelta al hotel y a descansar que mañana tenemos turismo por la mañana y concierto por la tarde.


miércoles, 24 de junio de 2015

Día 9 - Viaje a Philadelphia


Después de estudiar como pude el resto de la ruta que teníamos hasta Philadelphia me había quedado más o menos claro qué carreteras debíamos de tomar, pero por si acaso me hice un pequeño documento para consultarlo durante el viaje. Alguno se preguntará el porqué no pillamos el GPS cuando alquilamos el coche y es que no me gusta, me distrae más que me ayuda, las experiencias que he tenido con él no han sido buenas, porque además me ha metido por sitios donde no era, así que para perderme igualmente, prefiero perderme sin ayuda. Nos quedaba aún más de la mitad del recorrido, en realidad la idea que tenía antes de hacer el viaje era quedarnos más a medio camino, pero al final las circunstancias han sido otras y casi que menos mal, porque si tenemos que ir más lejos después de lo que tardamos en cruzar la frontera no hubieramos visto nada.


En el hotel teníamos el desayuno incluido, así que hemos ido a la zona del desayuno y la teníamos para nosotros solos, todo a nuestra disposición y sin tener que esperar por que liberen la tostadora o, como en este caso, la plancha de waffles. Como hacía tiempo que no lo comía me he hecho uno, no ha quedado muy presentable, pero estaba bueno, lo único que no había chocolate y lo he comido con el sirope de arce. Una vez desayunados hemos salido hacia Philly. El día se había levantado lluvioso y en algunos tramos el spray que levantaban los camiones era molesto, pero hemos ido a nuestro ritmo y hemos ido haciendo millas hasta llegar a Albanny donde al final hemos terminado en el peaje... aunque no era nuestra intención. Así que ya puestos hemos decidido ir hasta el final por la autopista de peaje y la verdad es que ha sido muy barato, han sido unas 110 millas y nos han cobrado unos 5€, así que ha merecido la pena.

Antes de terminar la autopista se nos ha encendido la luz de reserva y he pensado que nos quedábamos tirados, porque la verdad es que no hemos visto demasiadas estaciones de servicio en la autopista, por suerte a las pocas millas de salir del peaje había una y hemos montado otro numerito para pagar, aunque esta vez, al menos no ha sido para abrir el depósito que ya sabíamos donde estaba la palanca para abrir la tapa. Aquí los surtidores son como algunos que ya han empezado a instalar en España, que pagas directamente con la tarjeta, el caso es que  lo hemos intentado, pero hemos abandonado, porque nos pedía el código postal ¿? luego otra cosa y al final nos ha dicho algo la de la caseta que no hemos entendido, hemos ido a hablar con ella y hemos pagado en efectivo, 25$ y hemos llenado más de la mitad del depósito... debíamos haber echado menos.

Una vez resuelto el tema del combustible, detalle muy importante, la verdad, hemos continuado nuestro viaje y como hasta ese momento todo iba bien, no podía ser así y había que hacer alguno de nuestros desvíos por miedo a habernos liado. El caso es que he visto la salida a la 202, que era la siguiente carretera que debíamos tomar y me he empezado a mosquear, me parecía demasiado pronto, pero... total, que nos hemos salido de la 287 y nos hemos metido en un pueblo a gorronear wifi, como no hemos encontrado ninguna abierta a la que conectarnos, he cogido el portátil y me he metido en una tienda de motos y le he preguntado al paisano por la desviación que quería coger. Me ha dicho que íbamos bien, por donde íbamos, pero que nos quedaban unas cuantas millas, casi una hora hasta el desvío... y es que la 202 va casi en paralelo a la 287, mientras que la 287 es una interestatal que no tiene semáforos ni apenas incorporaciones la 202 es otra cosa y tiene todo lo anterior.

Así que otra vez en marcha y siguiendo todas las indicaciones sin error, le iba a decir a Alberto que era curioso, pero que no habíamos visto ninguna rotonda y nos hemos encontrado con una, la primera, que además es donde teníamos que desviarnos un poco para coger la 31. Después de la 31 hemos ido por la 579 y esta era un equivalemente a nuestras comarcales, pero hemos pasado por unos sitios muy chulos, con una casas en medio de la nada, que era para verlas. Y al final hemos terminado en la interestatal 95 que nos tenía que llevar hasta Philadelphia. Como iba siendo la hora de comer nos hemos salido en un sitio para comer algo y hemos terminado en un buffet libre por unos 9€. Había bastante variedad y no estaba mal del todo, aunque la pizza era un poco floja.

De vuelta a la 95 pensábamos que estábamos más lejos de Philly, pero a lo lejos entre la bruma se distinguían los picos de las torres Liberty place, dos de los edificios más altos de la ciudad que son facilmente reconocibles. Íbamos con bastante adelanto sobre lo previsto y, a pesar, del atasco que hemos pillado a la entrada nos faltaban casi dos horas y pico para devolver el coche, así que al pasar junto al Wells Fargo Center y el Lincoln Financial Field, nos hemos salido y los hemos visto desde el coche, luego hemos salido por un sitio y sin querer nos hemos metido en los antiguos astilleros de la marina de Philadelphia. Nos ha molado, había un montón de barcos, en un estado algo lamentable, pero era curioso, lo único que no hemos sacado fotos ni nos hemos parado, la verdad es que ha sido un poco raro, porque parecía privado al entrar, pero tampoco nos ha parado nadie, así que estábamos pensando si nos habríamos pasado por error, pero claro, tampoco nos estarían dejando ir con el coche como íbamos y habrían salido detrás de nosotros, vamos, que nos estábamos montando una buena película y no, no nos hemos colado, se podía entrar y después nos hemos arrepentido de no haber hecho fotos, pero vamos a ir a verlos, que hay un tour.

Desde allí llegar al aeropuerto ha sido fácil y en pocos minutos estábamos devolviendo el coche. Al final le hemos hecho más kilometros que los que tenía cuando nos lo dieron, ya que han sido unos ochocientos. Me ha gustado el coche, pero la luneta trasera es un poco pequeña y no se si es que no he sabido regular bien los espejos, pero el ángulo muerto que tiene es bastante mayor que el de mi Clio. Una vez devuelto el coche, nos han llevado en autobús a la terminal y allí hemos cogido el tren hasta el centro ciudad. El billete se le compra al pica y realmente es un pica de verdad, porque se ha puesto a marcar cosas en el billete y ha resultado muy curioso.

Desde la estación de Jefferson al hotel no ha llegado a los diez minutos andando, así que estamos muy bien comunicados. La habitación que nos han dado es interior, la ventana que tenemos da a una especie de patio interior que hay, es como una corrala, de todos modos, habitaciones con ventana exterior me da que sólo hay tres o cuatro por planta como mucho. En general la habitación está bien, y las camas son grandes y parecen cómodas. Cuando estábamos entrando al hotel se estaba preparando una buena, así que hemos estado un rato en la habitación y luego hemos salido a pasear.  La lluvia ha servido para que se despejara el ambiente y se fuera un poco del bochorno que hacía, lo cual ha sido de agradecer.


Hemos estado paseando un poco y hemos visto alguna fauna un tanto pintoresca cerca del hotel, pero bueno en general no me ha parecido inseguro.Según paseábamos se ha empezado a tornar todo el ambiente amarillento con la luz del ocaso, ha sido una pasada, además las nubes que había, muy curiosas, creo que ha sido una de las luces solares más bonitas que haya visto, y me ha dado un poco de rabia no haber sacado la cámara, al menos con el móvil he sacado alguna y todas las fotos de esta entrada son de móvil.


Para cenar hemos ido a The Cheesecake Factory, que es la cadena de restaurantes donde trabaja Penny y hemos alucinado un poco con el sitio. Primero por que tenía pinta de ser un poco pijo, nos han llevado a la mesa y ahí ya ha sido el espectáculo total, porque si no había cincuenta camareros no había ninguno, algunos parecían grupos de lemmings siguiendo al líder para no hacer nada, se agolpaban en las cajas, no se, muy cogido con pinzas todo. Al ver la carta me he acordado de Ramsey cuando dice que hay muchísimas cosas, esta es un libro, sin exagerar con 10 páginas y hay de todo, de tal modo, que nos hemos agobiado un poco con que pedir, así que una vez decidido que queríamos hemos visto en esa página que pedir dentro de las tropecientas opciones que había. Al final he pedido pasta con ajo y estaba buena, además la ración estaba bien, la de Alberto era algo excesiva, ha pedido albondigas con pasta. De todos modos en muchas mesas había bolsas con comida que se llevaban para casa, porque eso se hace aquí y es lo más normal del mundo, si no puedes con lo que te ponen te lo llevas, que para eso lo pagas. Otra cosa que no me ha gustado es la poca luz que había en general en el local, me gusta ver lo que como y ha sido complicado. Hemos pedido postre y claro, ha sido el postre que da nombre al local... tienen unas veintitantas variedades diferentes de tartas de queso y me he decidido por una de tiramisú que estaba muy rica.

Y así se terminaba el día, en el hotel he visto que el restaurante se abrió hoy mismo, así que de ahí algunas cosas que nos han hecho tanta gracia, de todos modos, tienen, para nuestro gusto un exceso de personal y de carta importante.

martes, 23 de junio de 2015

Día 8 - De viaje a Philadelphia


Llegaba el día de abandonar Canadá e irse para Estados Unidos para la última etapa del viaje. La noche del 23 al 24 era la única que no teníamos reservada, queríamos pasarla de camino a Philadelphia en algún parque natural, y el parque natural más grande del estado de Nueva York es el Adirondack, así que estando de paso era la opción más lógica y cómoda para pasar la noche. Al final elegí un sitio en Lake George, al sudeste del parque y que se encuentra a unos 300km de Montreal.

Como teníamos que coger el coche sobre las 10.00h en el aeropuerto también había que tener en cuenta la hora en la que nos caducaba el billete de 24h que habíamos comprado el día anterior, así que sobre las nueve de la mañana nos poníamos en marcha. Al mirar la parada del 747, buen número para el autobús que va al aeropuerto, me lie un poco y pensaba que se cogía en la misma calle en la que hacía esquina nuestro hotel, pero no, había que bajar un poco y al final hemos andado un poco de más, pero bueno, hemos llegado bien para montar al 747 en hora. El recorrido hasta el aeropuerto nos ha llevado más o menos una hora.


Una vez en el aeropuerto nos hemos ido a recoger el coche. A la señora que nos ha atendido era difícil de entender, nos ha dicho que el coche que teníamos reservado no podía ser, que tenía que ser uno más pequeño, pero que era más nuevo, un Hyundai Accent, sin problemas, mientras nos lleve a donde queremos, luego le hemos pagado el depósito de combustible y nos despreocupamos un poco de ese tema, El coche, efectivamente estaba nuevo, 600km solamente y en vez de azul como el que usamos para ir a Niagara Falls es plateado, es chulo el coche, la verdad. Cuando hemos salido del aeropuerto esta vez nos hemos liado menos, aunque nos hemos salido dos veces de la ruta para comprobar que íbamos bien, una de ellas con cambio de sentido incluido, que si no, no tiene gracia. Una vez en la 15 Sud, ya estábamos en la dirección correcta.

La verdad es que no había demasiado tráfico y la carretera era tipo autovía con dos carriles y una mediana inmensa entre ambos sentidos. En general me ha parecido que se corría menos que en Toronto, pero aún así, poniendo el cruiser un poco más rápido de la velocidad permitida nos han pasado hasta los camiones. El caso es que llegábamos al puesto fronterizo y hemos estado esperando hasta que nos ha tocado el turno como una hora y pico largas. Una vez en lo que sería el paso de inmigración el agente que nos ha atendido ha decidido que debíamos pasar una segunda inspección, así que nos ha cogido los pasaportes y hemos tenido que ir a unas oficinas. Allí hemos estado casi otra hora hasta que nos ha tocado y nos han dejado pasar a Estados Unidos, eso sí, pervio pago de otros 6$ cada uno... el caso es que bastante más tarde de lo que había pensado estábamos en yankeelandia.


Ha sido cruzar la frontera y si antes el paisaje era plano y verde, se ha empezado a ondular un poco y ha haber árboles por todas partes, en la mediana durante kilómetros no se ve el sentido contrario de la cantidad de árboles que hay por medio, parecen pequeños bosques, la verdad es que el paisaje es precioso, y además el cielo acompañaba bastante con unas nubes muy chulas. Así íbamos recorriendo millas, porque al pasar a Estados Unidos hemos dejado de medirlo en kilómetros y hemos pasado a las millas y millas por hora, el máximo 65, que son como unos 105km/h y que ni el tato respeta. Hemos visto un área de descanso y hemos parado a ver un poco el paisaje.


El área de descanso tenía unos servicios, unas máquinas de bebidas y aperitivos, además de bastantes folletos con las actividades que se pueden hacer en la zona, todo muy limpio y cuidado. Estando fuera nos hemos encontrado con un chaval que estaba silbando el Limelight de RUSH, así que hemos charlado un poco con él, iban dos chicos y una chica, los habían visto la primera noche en Toronto y luego se habían ido a un festival de tres días y estaban reventados, la chica nos ha mostrado la espalda llena de moratones y ahora se volvían para casa, a Texas... lo hemos flipado un poco con ellos, la verdad, son unos 3000km los que se habían metido para ir y ahora iban a recorrerlos de vuelta.

Desde el área de servicio hasta Lake George han sido como unos 50km, y hemos encontrado el hotel a la primera, sin seguir indicaciones ni nada, había visto donde estaba y me he orientado bastante bien, la verdad. El hotel es de los típicos américanos con dos pisos y las habitaciones dando al aparcamento, como el de Niagara Falls, pero este es un poco más modesto, la verdad, la wifi funciona a tirones, y los de arriba cuando abren el grifo parece que se desate el apocalipsis, pero bueno, es una noche y tiene que cumplir su función, la de permitirnos descansar.


El George Lake es una extensión de agua de unos 50km de largo, con anchos variables, pero oscilan entre algo más del kilómetro y medio y los cinco, así que es bastante alargado. En la parte sur, que es donde estamos es donde se encuentra el pueblo que da nombre al lago y es un pueblo que parece bastante turístico, dada la cantidad de hostales que hay, casi todos del mismo estilo. Hoy siendo lunes hemos estado paseando y estaba bastante tranquilo, pero me imagino que los fines de semana esto se debe poner hasta las trancas de newyorkinos. El pueblo no es más que la calle Canada y otro par de ellas que se cruzan, una de ellas al final del lago que hace de paseo y es donde están los muelles de donde salen los barcos para recorrer el lago, además, hay un fuerte, un museo de cera y bastantes actividades como kitesurf, kayaks... y relativamente cerca hay un six flags , todo dentro del Adirondack, que es enorme.


Así que a falta de otra cosa mejor que hacer, porque hemos llegado un poco tarde para ir a ver alguna cascada u otros lagos hemos estado paseando por la orilla del Lake George hasta que ha llegado la hora de la cena y nos hemos metido en un sitio un tanto curioso, porque dependiendo del piso tenían una carta u otra... el caso es que he pedido pollo a la parmesana y me han traído un plato gigantesco, que menos mal que no había comido al medio día, porque si no no puedo con el, que exageración y de precio no ha estado mal, porque eran unos 9€ con las tasas, porque aquí volvemos a las mismas, parece que te van a cobrar un precio y te clavan otro por las tasas. Después al hotel y a luchar un poco con el wifi, a ver si veo todo lo que tengo que ver para el viaje de mañana.




lunes, 22 de junio de 2015

Día 7 - Montreal - Concierto de RUSH


La noche que mejor he dormido desde que estoy en Canadá, la cama gigantesca ha tenido parte de culpa, seguro. Me desperté porque tenía sed y aproveché para colocar el barco del Virtual Regatta para llegar a Goteborg y terminar la VOR virtual. Al final no he podido ganar a mi tío, pero me he quedado cerca, pero estoy contento con el resultado. Después he seguido durmiendo un poco más y cuando me he levantado me he enterado que el Madrid de basket le había dado un buen repaso en el segundo partido de la final de liga, así que me he levantado la mar de contento. Normalmente aprovecho para escribir algo del blog o terminarlo, pero como me ha dado el subidón con la victoria del Madrid no he hecho nada más que leer noticias sobre ello.


Después de un buen rato ha sido el momento de prepararnos y salir a pasear un poco. Como el coche lo tenemos que ir a coger al aeropuerto y el autobús cuesta 10$CA hemos pensado que era mejor comprar un billete de un día que vale lo mismo y así hoy desde el momento en que activasemos el billete teníamos 24h para usar el transporte público de la ciudad las veces que quisiéramos. Como quería ir a la Ille de Notre Dame al circuito de Gilles Villeneuve había que coger metro y luego a Alberto le apetecía ir a ver el parque olímpico, así que lo íbamos a aprovechar. Aquí el metro es 0.25$CA más caro que en Toronto, el billete sencillo cuesta 3.25$CA una pasada, la verdad. En Montreal aunque se habla inglés y francés la lengua principal es el francés, de hecho, ayer la chica que nos explicó el tema del jarabe de arce tenía problemas para contárnoslo en inglés, y hoy nos hemos encontrado con otro igual, todas las indicaciones están en francés y algunas solamente en inglés y en el metro la megafonía sólo da los mensajes en francés. Hemos cogido el metro cerca del hotel y aquí, como no, el metro también es parecido al de París, es de esos con ruedas neumáticas en vez de las normales de metal.


Cuando hemos llegado a la Ille de Notre Dame el cielo estaba un poco cubierto y me temía que fuera a llover, pero al final nos ha respetado todo el día salvo cuando hemos salido del concierto, ya por la noche, que nos han caído unas gotas, pero nada del otro mundo. El circuito Gilles Villeneuve es semiurbano, no es urbano, porque no está en la propia ciudad, pero el trazado está abierto al tráfico, aunque sólo parcialmente, la pista está dividida en dos partes, un carril para vehículos motorizados y el otro para paseantes y ciclistas. Así que según hemos llegado hemos empezado a recorrer el trazado, desde la horquilla y hemos ido hasta el muro de los campeones. Se dice que todos los campeones del mundo de Fórmula 1 se han comido alguna vez ese muro. Me he hecho unas fotos junto a él, luego en la posición de la pole y junto a la línea de salida donde se lee el mensaje Salut Gilles. Al final no lo hemos recorrido entero, pero casi, hemos pasado junto al casino y luego hemos vuelto al punto de partida por el lado contrario del circuito, un buen paseo.


Después de ir a ver la bioesfera del parque Jean Drapeau hemos cogido el metro y hemos ido hasta el parque olímpico. Montreal fue sede de las olimpiadas de 1976. El estadio olímpico tiene la particularidad  de que está cubierto y tiene una torre a la cual no sabía que se podía subir, pero así es, así que hemos subido en el funicular hasta arriba para ver Montrealentero (aquí no tiene tanta gracia). La distribución de las zonas del parque nos ha parecido un poco caótica y un tanto absurda, muchos muros de cemento horribles separando áreas, escaleras para luego bajarlas pocos metros más allá, no se, no me ha parecido un buen diseño, aunque eso si el estadio es una pasada, parece una nave espacial y luego con la torre, mola un puñado. Como estos días se está celebrando el mundial de fútbol (soccer dirían por aquí) femenino hoy había partido en el estadio, Fracia vs Korea, el mundial termina el 9 de Julio y hay un reloj con la cuenta atrás a la salida del metro.


A la vuelta a la zona del hotel, nos hemos paseado por las galerías y nos hemos parado a comer en un food market, que es una zona con mesas en las que alrededor hay como puestos de comida y hemos comido japonés, pero yakisoba, nada de shushi. Estos sitios están muy bien, cuando he estado por ahí son de mis opciones favoritas para comer, porque son relativamente baratos, la comida suele estar bien y puedes elegir entre varios tipos, con lo cual siempre hay algo que te gusta. Al acabar hemos seguido por las galerías para buscar un supermercado, pero al final hemos llegado al hotel sin dar con ninguno, pero en la habitación hemos visto por internet que teníamos uno a 15 minutos andando, así que hemos ido a comprar algo para cenar y para el desayuno.


Después de un descanso en la habitación nos hemos ido al concierto de RUSH, el tercero de nuestra minigira. El concierto era en el Centre Bell (Bell es una de las operadoras de telefonía en Canadá) que es donde juegan los Montreal Canadians un equipo de la NHL. Es un poco más pequeño que el ACC de Toronto, pero aún así es impresionante la altura que tiene, tiene tres niveles de grada y gran parte de la grada inferior está por debajo del nivel de calle. Nos han pasado una raqueta a la entrada, me han mirado la bolsa, pero no me han dicho nada por meter la cámara y no le he visto ningún sentido a lo de la raqueta, la verdad, pero bueno.


El concierto ha sido, de nuevo espectácular, esta vez no iba a ser grabado y tal vez por ello una iluminación que había en Toronto sobre el público esta vez no apareció. El setlist ha sido como el del primer concierto y lo he segundo flipando como el primer día que les vimos. A mi la verdad es que me gustaría que tocaran más temas de los discos de los ochenta en adelante, pero como es una especie de regresión en el tiempo van tocando desde los temas más nuevos hasta que terminan con Working Man su primer gran éxito, de su primer disco, RUSH, del año 1974. Entre medias, tocan temas que llevaban mucho tiempo sin tocar en directo como The Jacob's ladder, y bueno, tampoco voy a ponerle pegas, porque están sonando muy cañeros y, hasta ahora, todos los conciertos han sonado muy bien.


Cuando hemos salido estaba chispeando un poco, así que a paso ligero al hotel. Nos hemos preparado un bocadillo con lo que habíamos comprado en el supermercado que estaba riquísimo. Mañana abandonaremos Canadá para meternos en yankeelandia. De camino a Philly pararemos por el Adironrack un parque nacional, a ver que tal nos va.