sábado, 19 de mayo de 2012

Japón Día 20 - Vuelta a Madrid


El último día llegó, aunque no quería, pero tenía que llegar y era tiempo para volver a Madrid. Me levanté temprano, aunque casi tenía todo preparado de la noche anterior, pero como he ido acostumbrándome a cierto horario, pues no me levanté mucho más tarde de lo que lo he hecho el resto de los días. Como tenía tiempo estuve un ratito por el msn, que desde Kyoto, no había entrado.

Cuando llegó la hora más o menos que tenía prevista empecé a prepararme y terminar de colocar las cosas en la maleta, como siempre vuelvo con alguna cosa más de la ida, pero no iba a tener problema con el peso, porque voy bastante ligero.


Media hora antes de tener que hacer el check-out, era hasta las 10:00h salía del hotel, como en Japón se abona la estancia, por lo general, por adelantado, lo único que haces el último día es devovler la llave y darte la factura, si la necesitas.

Para ir a Narita ya tenía reservado el asiento en el N'Ex, así que tenía que ir a la estación de Tokyo a cogerlo y para ello, en vez de hacer como el primer día, coger el metro y hacer dos trasbordos para apenas cuatro estaciones, pensé andar 10 minutos hasta Shin-Nihombashi y allí ya con el JR East Pass coger el tren, además la JR Sobu me dejaba practicamente en el mismo andén en que tenía que coger el N'Ex, así que me evitaba paseos por la terminal.

Llegué bastante bien para coger el N'Ex y una hora más tarde estaba llegando al aeropuerto. El check-in muy rápido, apenas había gente en los mostradores y luego el paso del filtro de seguridad e inmigración también rápido, edficiencia japonesa 100%.


Como tenía algo de tiempo hasta la salida del avión estuve spotteando un poco y tuve la suerte de pillar dos 787 de JAL, que deben llevar apenas un mes en la compañía. Luego algún carguero, un A380 de Air France y alguna cosilla más, espero poder aprovechar alguna para subirlas a AC o Airliners.

Llegada la hora de embarque al avión me acerqué a la puerta correspondiente y viendo el registro, era el mismo avión que usé para llegar a Japón... Fuí en otro asiento y esta vez había más gente, pero había tenido suerte porque no tenía compañeros en la fila, hasta que se cambió uno de sitio para hablar con el vecino y me fastidió el plan de usar los tres para tumbarme, pero bueno... Como a la ida, aunque fuese otra fila, la zona turista del avión, de pena, en este caso, el asiento delanterio tenía descolgado, como en el otro, el forro y luego tenía cinta américana en donde el mando del entretenimiento a bordo, que tampoco iba muy allá, aunque tampoco lo usé. Lo que si usé fueron mis nuevos cascos con cancelación de ruido ambiente y sólo tengo que decir que funciona.

Tras unas 12  horas de vuelo llegaba a Roma. Fiunicino es un tanto cutre, o bueno, da la sensación de estar un poco descuidado, pero el control de pasaportes e inmigración fueron perfectos, sin apenas colas y rápido, como tiene que ser. Como tenía un buen rato hasta la salida del avión me dediqué a pasear y ver si podía spottear algo, pero no vi nada interesante, salvo un embraer de Air Dolomiti, pero con la cantidad de mierda que había en los cristales ni me molesté en sacar la cámara. Para lo que si aproveché fue para comer un bocadillo, que ya iba a ser la cena, porque en el vuelo a Madrid dan un pequeño refrigerio y una bolsa de salados, pero nada más.


El vuelo a Madrid en A320 y además en uno con apenas dos años en la flota, así que todo lo contrario que el B777 todo nuevo y muy bien, a ver cuanto dura. Me pasé casi todo el vuelo durmiendo, así que me perdí el refrigerio y la bolsa de salados... por cierto, salimos con una media hora de retraso estando todo el avión embarcado, pero parece ser que hubo un problema con el tráfico aéreo.

A la llegada a Madrid me estaba esperando Miguelito para llevarme a casa y así terminaba mi segundo viaje por Japón.





jueves, 17 de mayo de 2012

Japón Día 19 - Tokyo



Esta mañana me levanté pronto para pasar mi último día completo en Japón, por desgracia casi siempre todo lo bueno se acaba y esta vez no será diferente. Como tampoco tenía una hora prefijada para nada, porque no tenía que coger ningún tren, el plan ha consistido en empezar por Ueno, seguir una de las rutas que tengo por esa zona y luego pasar a Asakusa, para hacer lo mismo, después acercarme al Tokyo Sky Tree y luego ir al Roppongi Hills. Esta era la teoría.

Como tenía que ir a Ueno, pero a una estación que está en las líneas de cercanías en vez de coger el metro, decidí ir directamente a una estación de JR para coger el tren, además pensaba que la línea que pasa por Shin-nihombashi iba a Ueno, pero no, es lo que tienen los mapas esquemáticos, que son una mierda y no te dan sensación real de donde se corresponden en situación cada una de las estaciones, así que piensas que está la lado y resulta que está a tomar viento, por eso cuando mi queria Espe pagó el pastizal que pagó por la mierda del plano de Metro esquemático me "alegré" un montón, porque siempre copiamos lo peor, pero dejo de divagar y vuelvo a lo importante, mi viaje a Ugusidani. Al no ir a Ueno he tenido que, digamos volver a Tokyo y coger el tren hacia Ueno.


Para empezar la ruta como he pensado que salía mejor por un lado que por donde ponía la ruta, al final he andado un poco demás, por no hacer caso e improvisar, pero tampoco ha sido mucho, el caso es que la primera parada era el Jomyo-in, un templo donde hay un montón de "Jizo", tantas como 84.000 imagenes de él. Después de este había que ir al Kanei-ji, pero aquí ya había entrado de camino al primero al improvisar la ruta, así que no he vuelto a entrar, además estaban fumigando y había un ambiente raro cuanto menos.


La siguiente parte de la ruta se desarrollaba en el parque de Ueno y en los multiples museos que hay al rededor, entre ellos el nacional de Tokyo, y también la visita al zoo, que también está en el parque, pero como esas cosas entretienen demasiado y en el caso de los museos la mayoría sólo están en japonés y no te enteras de nada, pues me lo he saltado y he seguido hacia el estanque Shinobazu, que está lleno de cañas y da la sensación de abandono, pero que tiene bastante fauna aviar. Desde que he llegado a Tokyo no había visto demasiada policia, vamos, lo normal, de vez en cuando pasas por un puesto, o cruza un coche, pero vamos, nada, como tampoco hay sensación alguna de inseguridad, como que no los hechas de menos, pero alrededor del estanque y mirando todo había un buen puñado de ellos haciendo ronda, no se el porqué, pero me ha llamado la atención la gran cantidad de ellos que había, en un momento dado he pensado que estaba en NY, que había cantidad de ellos por todas partes, salvo en Harlem, que sólo vimos un coche patrulla y seguro que era de cartón piedra...


Para terminar la zona de Ueno tenía que ir al Ten-jin y con la visita al templo y el correspondiente shuicho terminaba la ruta de la zona, además con tiempo de sobra para la mañana. Llegados a este punto puedo decir que lo he hecho mal, me explico, para ir a Asakusa desde el Ten-jin son tres paradas de metro, vamos, casi nada, pero tenía que haberlo cogido, primero para ahorrar tiempo, aunque tampoco he ido pillado durante el día y segundo porque el paseo entre una zona y otra no me ha aportado nada de interés salvo acumular metros recorridos, por tanto si alguien quiere hacer lo mismo, que se meta en el metro y se ahorre el paseo y después del consejo turístico llegamos a Asakusa.


Asakusa está a reventar de gente siempre, y es que tiene como punto más interesante el Senso-ji, el templo más antiguo de Tokyo al que se accede por el Kaminarimon, una torii que es famosa por su linterna de papel roja, y entre una cosa y otra está la Nakamise-Dori, que no es otra cosa que una calle llena de tiendas con artículos para turistas, de recuerdos, puestos de dulces, helados y en las calles adyacentes lo mismo, con lo cual siempre está a reventar de gente y mucho turista occidental, porque es una zona muy de turistas.


Así que lo primero ha sido afotar el Kaminarimon, luego seguir por Nakamise-Dori hasta el Senso-ji, sencillo. Mientras iba de un lado a otro he ido mirando tiendas, a la gente, en fin, un poco de todo. Luego he hecho el camino inverso y he pensado en comer, pero hoy estaba con el día tonto, una vez más y no me he decidido por ninguno, pero como en una de las multiples pasadas he visto un sitio donde tenían las bolitas de pulpo, que al final tendré que buscar como se llaman en google, porque me voy sin saberlo, al menos he descubierto que llevan pulpo, las he pillado y me he ido acercando al Tokyo sky tree, como de camino había un parque, pues el sitio más apropiado para comer. Antes también he fotografiado el edificio Asahi, que no Assahi y que se supone que tiene forma de jarra de cerveza, porque no lo olvidemos, Asahi es una marca de cervecezas.


El Tokyo Sky Tree es la torre de comunicaciones más alta del mundo, a ver cuanto tiempo le dura el título a esta, porque el año pasado cuando estuve en Guangzhou, ese título lo tenía en aquel momento la torre Guangzhou, que llevaba, como quien dice dos días inaugurada, así que como parece que este título no dura demasiado, veremos a ver. El nuevo techo de las torres de comunicaciones se pone en 634m totales, 34m más que la de Guangzhou, aunque a la altura hasta donde pueden subir los visitantes está más parejo. El caso es que hasta el día 22 de mayo no se inaugura y claro, estaban dando los últimos retoques a la zona y no se podía acceder al centro comercial que está a sus pies, pero estaba bastante animadete de gente curioseando y haciendo fotos. Aunqe hubiese estado inaugurada no habría podido subir, porque hasta julio está todo reservado. Como nota curiosa, abajo había un señor con un espejo que permitía hacerte una foto con la torre reflejada en él, ha causado sensación la verdad, sobre todo porque a mucha gente no le entraba la torre entera en la foto desde tan cerca... hay que tener un gran angular :P

Una vez cumplido con la torre, en donde he vuelto a pensar en el trípode, que hoy tampoco he sacado porque estaba algo nublado, aunque luego ha despejado y se ha quedado una tarde genial, pero es que era mucho peso, además pensaba comprar algunas cosillas y no era plan de ir deslomándose por la calle, que ya estoy algo cansado, pues eso, una vez terminado en el Tokyo Sky Tree, que ya tendré en casa en nanoblock y además iluminado, he vuelto a la Nakamise-Dori a comprarme un yukata. He vuelto a Fujiya, donde compré hace dos años el kimono y resulta que la chica que me ha atendido estaba aprendiendo español, así que aunque dice que es muy difícil, ha podido practicar un poco. El yukata, en vez de comprarlo tipo kimono sólo, lo he comprado con pantalón, que me mola más para estar en casa. Curiosamente tenían el mismo vestido expuesto que llevaba el domingo la reportera turca, la verdad es que estaba chulo.


Con esto daba por terminado mi vuelta por Asakasa, quedaban algunas cosillas por ver, pero tras cumplir con el taiyaki, como ya anuncié en la entrada anterior, he pensado que la mejor manera de bajar hasta la zona del Roppongi hills era en barco hasta el muelle donde lo cogí el otro día para ir a Odaiba y, de allí ir en metro hasta el edificio, así que dicho y hecho, al barco que recorre el río Sumida y que tarda algo más de media hora. El recorrido tampoco es que sea de mucho que ver, pero es que realmente Tokyo tampoco tiene nada así cerca el río que llame la atención, en otras ciudades a lo largo del río se ven más cosas, aquí, el río forma parte del conjunto y no se hace nada diferente a lo que se pueda hacer en el resto de la ciudad, de hecho una buena parte del recorrido está en paralelo a una de las autopistas que recorren la ciudad en altura, así que como vistas, no me llevo ninguna destacable, pero por lo menos me ha servido para ir de un punto a otro de forma diferente.


Una vez en el puerto de Hinode tenía que hacer algo de tiempo, ya que era pronto para ir al Roppongi hills, así que he probado otras alturas, he subido al mirador del edificio de comercio. Las vistas bastante chulas, aunque el puente Rainbow está tapado por el edificio de la compañía del gas y a la hora en qué subido la torre de Tokyo quedaba a contraluz, aunque ha tenido su encanto también. El observatorio es totalmente cubierto y se supone que no dejan trípodes, pero como estábamos cuatro gatos, contados, había un par de ellos montando trípode sin problema, aunque claro, siempre detrás del cristal.

Me he bajado y he cogido el metro hasta Roppongi Hills, no quería que me pasase como por la mañana, aunque al final he llegado antes de lo que pensaba, tenía que haberme entretenido con alguna otra cosa más. El caso es que a muchos os sonará el edificio por la película "Lost in traslation", si es así, es que la habéis visto y si no, pues como yo, que ya lo sabéis. Hace dos años cuando vine decian que era gratuita la subida al observatorio, ahora tururú, 1500Y y si quieres subir al techo, 500Y más, así que nada... ya que estamos hasta arriba, si en la cámara de comercio no te dejan trípode, aquí ni mochilas ni nada parecido, la cámara y poco más, en parte tiene su explicación lógica, son 250m de altura y hay una ligera brisa a esas alturas, se ha acondicionado la zona de la pista del helipuerto, pero se nota que no es algo como en el Umeda de Osaka, ya planificado y bien hecho, aquí se ha aprovechado que se podía adaptar el techo para hacer la terraza y es seguro, pero no es lo mismo, además sopla mucho aire, al menos hoy, aunque no ha sido lo suficiente como para que lo cierren. Así que ahí he pasado un buen rato, apoyando donde podía la cámara, para hacer alguna foto decente. Aquí por suerte la torre de Tokyo queda al este, con lo cual tenía buena luz al caer la tarde y luego Odaiba y el puerto.

Cuando ya he hecho lo que tenía que hacer me he bajado para irme hacía Akihabara para ir al Akiba Ichi a comer la carne a la brasa, pero al bajar, antes de entrar en el pasillo al metro he visto un sitio que no estaba mal y he entrado a cenar un poco de carne estilo tokensu, así que esta vez me vuelvo sin probar la carne de la otra vez, pero bueno, como espero volver...

Después de cenar vuelta al hotel, lo bueno es que desde Roppongi hasta Kodenmacho era línea directa, así que al final voy a dejar la Suica con 620Y para la próxima visita y es que entre unas cosas y otra he aprovechado bastante bien los pases del tren y tampoco me he movido como un pollo sin cabeza como hace dos años, claro que aquella vez fue por que tuvimos el tiempo malo.

Y ahora lo peor, preparar la maleta y volver, sobre todo volver, que pena... no quiero... en fin, es lo que hay, por ahora no puedo hacer como el señor de Matsumoto, que para él siempre era domingo, al menos, por ahora lo he podido hacer y si puedo volver, lo haré, siempre me quedan cosas por ver y hacer, aunque tengo que reconocer que esta vez, a parte de ser más días, he visto cosas que la otra vez se me quedaron en el tintero y otras que han surgido. Queda mucho, sobre todo en Kyushu y además por ahora no he estado ni en Shikoku ni en Hokkaido, así pues, si puedo volver, por sitios que ver no va a ser.


Mañana salgo a las 13:15h y llego a Madrid a las 23:55 del mismo día, así que la crónica de mañana, muy a mi pesar será el sábado y en Madrid.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Japón Día 18 - Matsumoto



Hace dos años, cuando preparé el anterior viaje fue una de las opciones que estuve barajando para ir, y pasar noche allí en vez de en Takayama. Creo que lo hice bien, Takayama tiene mucho más que ver que Matsumoto, que es el castillo, espectácular, eso sí, pero nada más. Lo interesante a lo mejor luego está por los alrededores, pero para una excusión de un día se hace poco lo que hay interesante en la propia ciudad y el viaje, desde Tokyo son casi tres horas, lo mismo que he tardado en ver lo que realmente me parecía más interesante, porque sí, había algún museo y alguna cosilla más, pero tampoco lo he considerado relevante.

Con un tiempo estupendo he salido muy temprano del hotel para coger el Asama que me iba a llevar hasta Nagano donde tenía que coger un Limited Express hasta Matsumoto. Al llegar a Matsumoto, como siempre, lo primero ir a pillar un mapa a la oficina de turismo de la estación, donde de paso he preguntado como llegar al castillo y me han dicho que en quince minutos andando estaba, así que, primer destino, el castillo.


El castillo de Matsumoto, también conocido como castillo del cuervo, por su color negro exterior. A diferencia de los castillos en los que he estado en este viaje, este si que no está reconstruido, es totalmente el original de finales de siglo XVI y es de tipo hirajiro, los que se construyen en zonas planas. En realidad los castillos japoneses tienen muchísimas más dependencias alrededor, pero esas en su mayoría si que han desaparecido de todos ellos, en el caso del de Matsumoto, lo que se han reconstruido son algunas de sus puertas. En el interior, como en los templos, hay que ir descalzo y a diferencia de los otros no tiene exposición interior, en parte, si no que es una explicación del recorrido y descripción de el porqué de cada cosa, distribución de las plantas, para qué se usaban y sí, una pequeña exposición de armas. me ha parecido espectácular por dentro, además como estaba todo preparado para defenderlo, en el interior hay una planta más que no tiene ventanas y que es la tercera, se usaba para almacén, como el sótano y luego en la planta baja, por ejemplo lo que es el centro es algo más bajo que el perimétro exterior que es más alto y que premitía a los samurais ir de un lado a otro, con la armadura completa defediendo el castillo.


He entrado con una excursión de enanos, que iban de un lado a otro con sus madres, eso sí, pero ha sido gracioso, de todos modos aunque me hubiese esperado para evitarlos hubiese dado igual, porque cuando estaba saliendo entraba otro grupo. Al menos para las fotos no me han estorbado demasiado, por dentro no he hecho, porque tampoco había demasiada luz y mucho que ver, las estancias están vacias y hay un cartel con la explicación correspondiente, de todas formas cuando voy cargado con el trípode apenas lo uso, o ni eso, y hoy lo he hechado de menos... aunque a lo mejor si lo hubiese llevado no lo uso, en fin... al menos llevaba los tres cacharros que menudo rendimiento les estoy sacando, creo que el 24-70 lo he usado yo más estos días que Mario desde que lo compró...


Después del castillo y todo el perímetro exterior he estado paseando por lo que indicaban así que me podía interesar más, algún templo, todos ellos sin gente y no me han sellado en ninguno y luego he entrado en un museo de miniaturas, o eso pensaba, pero era sí, de pesos en miniatura y de la distribución de una residencia típica, bueno... curiosidad nada más, porque todo en japonés. También he paseado por un par de calles que decían interesantes, sobre todo la Nawate, y pensaba que sería como las de Takayama, pero aunque tienen cierto aire, se quedan en eso, en el aire, las tiendas de Takayama son más molonas y están mejor, aquí había alguna que me ha recordado al rastro, eso sí, he visto un sitio donde había Taiyaki y he cogido uno de judía que estaba muy bueno, aunque algo frío. El Taiyaki es una masa con forma de pez que rellenan luego con judía, crema, chocolate, depende, los hay pequeños como los de Takayama y luego grandes, como el de hoy y si todo va bien, el de mañana en Ueno, si me acuerdo de donde estaba.


Así a lo tonto estaba llegando la hora de comer, así que como tampoco he visto una oferta demasiado atractiva he decidido entrar en un centro comercial que normalmente tienen variedad y si no me gusta uno, me gusta otro y no pateo a lo tonto, así que el elegido ha sido uno que tenía una conjunto que me ha gustado la miniatura y que además tenía refiles en las bebidas y he bebido fanta melón otra vez, que la única forma de beberla es en dispensador, porque no he visto latas o botellas, latas la que más abunda es la de uva, la de naranja verla es  rarísimo y el resto no existe, bueno, la de melón, pero en dispensador de vaso.


Una vez terminado de comer me quedaban dos horas casi para coger el tren de vuelta así que me he dedicado a spottear trenes, que al menos había algo de movimiento en la estación, aunque no de mercancias. A la hora decoger el tren estaba mirando a ver si ponían de cuantos vagones era porque dependiendo de su número en el que tenía que montar quedaba un poco más a la derecha y en esas andaba, cuando me ha preguntado un señor que si me podía ayudar, así que me ha dicho que estaba bien, me ha preguntado de donde era y al decirle que español me ha dicho que el año pasado estuvo en España, ya os podéis imaginar donde... en Barcelona... luego hemos hablado un poquito más y me ha preguntado que si de vacaciones, le he dicho que sí y me dice, bueno yo tengo setenta y siete años, así que para mi siempre es domingo, así que estaba de turismo, como yo.


El viaje de vuelta en el Asama casi me lo he pasado durmiendo, estaba un poco cansado del madrugón y de estos días que llevo en Tokyo, en vz de bajarme en Tokyo me he bajado en Ueno y de ahí a Akihabara, donde he comprado unas cosillas y he cenado en un sitio de udón, que estaba riquisimo, luego además unos pinchos fritos y rebozados en algún tipo de hariana que estaban muy ricos, había de carne y de verdura, no llegaba a ser el rebozado de la tempura, pero del estilo, ha estado bien.

Mañana es mi último día complento de viaje y me quedaré en Tokyo, la idea que tengo es ir a Ueno y Asakusa por la mañana, incluyendo el Tokyo Sky Tree que está por la zona y luego ya veremos que hago por la tarde, pero a lo mejor voy al Roppongi Hills que me he enterado que además del observatorio tiene terraza y pueden resultar interesantes las vistas.

martes, 15 de mayo de 2012

Japón Día 17 - Tokyo


La mala previsión metereologica se ha cumplido, daban lluvias y he tenido lluvia, pero me lo he tomado mejor que hace dos años. No se que tiene Tokyo, pero salvo los domingos, que las dos veces he tenido buen tiempo, el resto de los días que he pasado aquí no puedo decir lo mismo, es más, siempre he tenido lluvia, espero que el jueves se cumpla la previsión como hoy y tenga, al menos, nubes y claros pero sin lluvia y es que el cielo cubierto no mola para las fotos, es cierto, pero bueno, no supone mayor problema, pero la lluvia es más molesta para cambiar los objetivos, para llevar la cámara... hoy he vuelto a usar la funda que tengo desde Daigo. De todos modos, he hecho menos fotos que otros días.

Después de decidir, por la mañana que al final me quedaba en Tokyo, porque para ir a Matsumoto iba a ser un rollo, me he tomado la mañana con calma para salir del hotel, aunque tampoco es que haya dormido mucho, con lo cual esta mañana tenía unas ojeras bastante marcadas... hoy espero acostarme más pronto, porque además mañana, si que tengo que madrugar para ir a Matsumoto. El problema de quedarme en Tokyo era también el no saber muy bien a donde ir, y menos con lluvía, porque las fotos que tengo del otro viaje, pocas, las tengo en estas mismas condiciones, así que tampoco iba a variar mucho la cosa, el caso es que decidí ir a la zona del palacio imperial.


Para empezar he estado por el jardín este, en esta zona es donde se asentaba el castillo de Tokyo, hoy reducido a un parque, las murallas, las puertas y un par de torres, del resto tenemos constancia por las ruinas y es que estos japoneses durante el siglo XVII tuvieron sus más y sus menos entre ellos y estaban a la gresca un día sí y otro también. El caso es que por ejemplo, lo que más me ha impresionado son las ruinas de la Tenshudai, la torre principal, los muros que quedan tienen 20m de altura y apenas tiene diez filas de piedras, con lo cual os podéis hacer una idea del tamaño de las piedras. La torre en total medía 58m de altura, que no está nada mal, pero les duró sólo 19 años en pie, como ya he dicho, esta gente estaba todos los días dándose palos.

Después de estar paseando un buen rato por el jardin ha empezado a llover, lo bueno, o lo malo, según se mire es que ha sido a ratos. A la salida del jardin he ido redeando la muralla y el foso hasta que he llegado al puente Nujibashi a donde llegan autobuses de turistas para hacerse la foto y luego seguir a donde sea, así que me he hecho un hueco y he tirado algunas fotos. Como la parte esta estaba más o menos vista, me he planteado una ruta para ir al Hama-Rikyu, otro jardín que hay pegado a la bahía, de todos modos, para llegar hasta allí antes tenía que pasar por el edificio Sony y, por supuesto, por Sumiya, una tienda muy famosa entre los nikonistas. He mirado un encargo que tengo de Mario, pero no lo había, es complicado y yo no he mirado nada, porque no quiero que me entren tentaciones y la lie.

El edificio Sony ha cambiado un poco desde la otra vez, lo que son los showrooms, están casi igual, pero la tienda para gente de fuera está diferente, lo que no cambia es que no tienen nada que realmente me llamase la atención. La otra vez piqué y compré el walkman, pero esta vez no. He preguntado a ver si tenían un experia pero para extrangeros no venden teléfonos y si no estuviese tan encantado con mi reader, habría comprado uno en blanco la mar de chulo, que es superior al nuevo, aunque tampoco se que tiene de más, así que tampoco he comprado nada por esa parte. Hablando del reader, el otro día mientras esperábamos a que pasase el chdsk el portátil, como saqué el reader, le pregunté al de la tienda, que se interesó por ello, el porqué no había gente como cada vez se ve más en Madrid con uno y lo que me dijo es que no hay apenas de oferta de libros en japonés, así que poco negocio, porque tampoco es que hablen mucho inglés, por ejemplo.


Al salir de aquí he ido a la juguetería Hakuhinkan Toy Park, cuatro plantas llenas de juguetes y he estado trasteando un rato y comprando... he comprado un par de nanoblocks, el del Kinkaku-ji de Kyoto y otro nuevo del Tokyo Skytree, que aún no he ido a verlo, pero al que iré el viernes, aunque hasta dentro de una semana o dos no se inaugura y no podré subir, aunque bueno, realmente hasta dentro de dos meses, más o menos, no podrá subir nadie porque están todas las fechas cogidas, pero ya hablaré de ello, cuando llegue el momento, además he comprado una base para iluminarlos y una baraja de trenes. Quiero tener todos los nanoblocks de los sitios a los que he ido y tengan, claro, pero poco a poco.

Suguiendo el camino hasta el jardín me he parado a comer y después he encontrado un obstáculo, las vías del tren y es que hoy me ha pasado eso, de tan cerca... tan lejos, porque está ahí, al otro lado, pero para llegar allí... total, que me he desviado un poco y terminado en el puerto, en el puerto una cosa ha seguido a la otra y he pensado que pasaba del Hama-Rikyu y me pillaba un ferry a Odaiba.


Odaiba es una isla de la bahía que tiene centros comerciales, lugares de entretenimiento como museos, está el puerto y también la sede de la Fuji TV. Cuando iba en el ferry unos japoneses se han querido hacer una foto conmigo y hemos pasado por debajo del puente Rainbow, que es del estilo del de San Francisco, pero en blanco. Continuando con las réplicas de cosas yankees, en Odaiba también tienen su estatua de la libertad, así que entre unas cosas y otras al final he pasado la tarde y como ya estaba un poco cansado de lluevi y aún me paercia pronto para volver al hotel he entrado en un centro comercial y justo cuando me iba he encontrado una tienda frikisima de trenes, todo con cosas relacionadas con el shinkansen, así que he comprado una funda tipo calcetín para el móvil con el Hayabusa, que si antes casi no me enteraba cuando sonaba, ahora menos todavía, pero mola un rato, unos palillos del 500 series y un cascabel también con el 500 series.

La vuelta de Odaiba en tren hasta la estación de Tokyo, donde ya he aprovechado y reservado los asientos para mañana y para el viernes en el Narita Express, luego me he venido al hotel andando, a ver si era capaz de llegar sin perderme y prueba superada, he venido además muy directo. En el hotel he descansado un poco y he salido a cenar a un sitio que había visto que tenían pinchos a 100Y, así que he comido unos cuantos, no había carta en inglés, pero con el chaval del sitio me he entendido más o menos y he probado dos de cerdo y dos de pollo y luego uno que realmente no se que era, llevaba algo de carne enrollado en nigri y estaba bastante rico, así que he repetido.

Y ahora a descansar, que mañana toca madrugón.

lunes, 14 de mayo de 2012

Japón Día 16 - Hiraizumi



Hiraizumi se encuentra al norte de Tokyo, es un pueblo pequeño, que allá por el siglo X dicen que rivalizó con Kyoto gracias a tres generaciones de la familia Fujiwara que gracias a la riqueza de la zona intentaron crear un paraíso en la tierra y convirtieron a Hiraizumi en un centro político y cultural de la zona. A día de hoy de este pasado glorioso quedan algunos restos y está bastante lejos de ser Kyoto, tanto por tamaño, como por importancia de las cosas que hay, pero aún así el año pasado la UNESCO lo convirtió en patrimonio cultural de la humanidad. Cuando estuve preparando el viaje me pareció un lugar interesante, tal vez un poco apartado para una excursión de un día, pero factible madrugando un poco.

Además, ya que me ponía iba a intentar coger algún shinkansen operado por el E5 Hayabusa, el último shinkansen que ha empezado a operar JR East y que si bien estéticamente es algo complicado de ver pero me apetecia probar. Para ello tenía que coger un tren media hora antes del que debería coger para ir directo hasta Ichinoseki y bajarme en Sendai para esperar al que tendría que haber cogido, de este modo montaba en el E5, en teoría, y así ha sido, esta mañana he probado el Hayabusa y, tengo que decir que por dentro me ha gustado bastante, comodo, con los asientos altos y con el reposacabezas ajustable en altura.


La media hora en Sendai la iba aprovechar para hacer fotitos a los shinkansen ya que JR East tiene varios modelos y diferentes a los que se ven en la Tokaido y Sanyo shinkansen. Si el otro día, en el viaje a Tokyo tuve suerte de pillar al Dr. Yellow hoy ampoco ha estado nada mal, porque he pillado el E6, un modelo que ahora está en pruebas y que empezará a operar en Marzo 2013 en las líneas. El problema ha estado en que no me he dado cuenta hasta casi el momento en que se ha ido y apenas lo he podido pillar, porque yo estaba en un extremo del andén y ha venido enganchado a un E5, así que no ha sido hasta que me he cansado de pelear con el el angular para meter todo el morro del E5 y he decidido ir al otro lado a ver si tenía mejor luz, cuando me he dado cuenta del E6, al final, cuando he llegado a la parte delantera estaba arrancando, así que no lo he podido coger bien. Después he continuado viaje hasta Hiraizumi.

Al llegar a Hiraizumi lo primero que he hecho ha sido pedir un plano de la zona, y de paso, con el JR East Pass me daban una especie de pañuelo de regalo porque están promocionando un poco el turismo en la zona, por eso el JR East Pass está en oferta también. Con el mapa me he enterado que el autobús llamemosle turístico también entra en el pase, así que bien, así que la idea era un poco seguir los puntos marcados en las ocho paradas del autobús, aunque la de la oficina me ha señalado como imprescindibles dos, que ya tenía claro que iba a ver y también he cogido los horarios del autobús.


Así que la primera parada tenía que ser el Motsu-ji, un templo con algunas ruinas y un estanque precioso, que enmarcado en el entorno en el que está es espectácular, me ha gustado mucho. Había un grupo de turistas que iban dejando los libros para sellar en masa, así que al principio no nos hemos entendido, porque yo quería dejarlo, aunque tuviese los otros también, ver las cosas y luego a la salida recogerlo, así que al final cuando salia le quedaban dos pendientes, se lo he dado y me ha dado un número para recogerlo después... aquí es cuando, si fuese un manga, me aparecería una lágrima en la cabeza. Una vez recogido el shuincho vi que sólo tenía que esperar al autobús diez minutos, así que era factible, más que nada, porque me iba a saltar dos paradas de la ruta que no parecian demasiado interesantes, con lo cual he ido directamente al Chuson-ji.

Para llegar al Chuson-ji y Hakusan-jinja hay que subir una cuesta bastante tendidita entre árboles de casi un kilométro, aunque el salón principal de Chuson-ji se encuentra antes. En la subida también hay algunos templos menores y luego las vistas hacia el río Kitakamigwa son chulísimas, que por cierto, supongo que en épocas de lluvias será otra cosa, pero ahora me da la impresión de mucho cauce para poca agua, aunque van bastante bien de agua, pero claro, a lo mejor viendo el cauce y tiene más de cien metros de ancho y el agua ahora ocupa la mitad o menos y me resulta extraño, aunque supongo, como digo, que en época de lluvias bajarán con más agua aún y ya tendrá más sentido el ancho que tienen.


Volviendo a la visita del Chuson-ji tiene dos cosas imprescindibles, que entran dentro del precio de la entrada, el museo Sankozo, que tiene una esculturas muy chulas, sobre todo una imagen con multiples brazos, que ahora no recuerdo el nombre, pero que me ha gustado bastante, la pena que no se podían hacer fotos, como tampoco de los tres budas enormes que había, aunque lejos del tamaño de los de Kamakura o Nara. Después del museo se entra al Konjikido, el salón dorado, sólo tengo una palabra para describirlo, impresionante. Si el pabellón dorado es una chulada este no se queda atrás, lo único que desmerece lo que es, es que están protegido en un salón mayor de piedra, con lo cual es como si estuvieses viendo una obra de arte dentro de una urna, aunque si que es una obra de arte, la verdad es que es precioso, ha merecido la pena el madrugón por verlo, además tiene unas tallas de buda también doradas, flipante el conjunto.


Después del Konjikido el resto estaba bien, pero vamos a años luz. Por último a la derecha del Chuson-ji, se encuentra el Hakusan-jinja, que tiene una pintura de un árbol en un pabellón muy chula, el pabellón está totalmente abierto, así que se puede ver bien todo. Cuando he terminado de todo esto he bajado para continuar la ruta del autobús, pero era la hora de comer y había que reponer fuerzas, así que he cogido un conjunto de mochis con sopa de ramen que estaba muy rico, sobre todo el mochi con salsa verde.


Cuando he terminado de comer, me quedaba poco que ver interesante, pero tampoco me quedaba el tiempo suficiente como para ir al Takkoku no Iwaya, que es un templo que se encuentra en una especie de acantilado de piedra y que tiene una imagen gravada en la roca, tiene muy buena pinta, por ser espectácular la ubicación, pero se tardaba más de la cuenta en ir y luego había que tener en cuenta la vuelta, así que se deja para otra ocasión. Así pues me quedaba por ir a tres sitios, el Takadachi-Gikeido que es una imagen de Yoshitsue un héroe japonés que tuvo un final trágico y que sus restos descansan donde está su imagen, que además tiene unas bonitas vistas del monte Tabashine y del río. Como estaba bastante cerca he ido andando, lo mismo que a los otros dos enclaves, que eran ruinas, el Muryoko-in Ato, en donde se cree que había una réplica del Byodo-in de Kyoto, el que tiene el salón del fénix y que ya visité y luego el Yanagi no Gosho, igualmente un conjunto de restos donde se cree que hubo una residencia del clan Fujiwara.


Cuando he terminado de ver todo faltaban aún unos cuarenta minutos para coger el tren, porque el problema de Hiraizumi es que, además de estar lejos, los trenes son cada hora, con lo cual las posibilidades de acceso están un poco limitadas, además supongo que tendrán que mejorar un poco los servicios si a partir de ahora se convierte en un sitio popular, porque están bien, pero los veo algo limitados para la cantidad de gente que suele visitar este tipo de cosas.

La vuelta la he hecho en un Hayate E3 normal y corriente directo desde Ichinoseki a Ueno, donde me he bajado para ir al Akiba Ichi a cenar.


Mañana toca quedarse en Tokyo, aunque dan lluvía y no se que voy hacer aún, además tengo que pensar que hago el miércoles si voy a Nikko, que ya conozco, o voy a Matsumoto, que está casi tan lejos como Hiraizumi, para ver el castillo... dependiendo de la elección mañana debería reservar los asientos y ya aprovecharé para reservar el del Narita Express que se va acercando el día de vuelta... aunque no quiero.



domingo, 13 de mayo de 2012

Japón Día 15 - Tokyo



Esta mañana no tenía un horario fijo de salida, así que al final, haciendo el tonto, bueno, decidiendo a donde ir, he terminado saliendo más tarde de lo que pensaba. Al final, de las opciones que tenía elegí la de Shinjuku para luego terminar en Shibuya y por medio pasar el por el parque Yoyogi, un clásico de los domingos tokyotas.

Después de ver la mejor manera de llegar a Shinjuku en metro he descubierto una parada de la línea toei que estaba más cerca de la que pensaba coger y encima hoy ya no me ha parecido que me han estafado, porque desde casi Akihabara hasta Shinjuku, han sido sólo 190Y, que es más razonable que lo del primer día para venir desde la estación. La idea en Shinjuku era hacer un poco de la ruta indicada en uno de los pdf que tengo y luego improvisar hasta la hora de acercarme a Yoyogi, que sería a medio día.

¿Qué posibilidades hay de encontrarse a unos españoles, y qué uno de ellos lleve una camiseta Targaryen?, pues las he cubierto hoy, porque a la siguiente parada de montarme en el metro se han montado un trío de españoles, si llega a ser ayer, íbamos con la misma camiseta, aunque la suya era negra. No he dicho nada de todos modos. En Tokyo se nota que hay más turista, y sobre todo por las zonas más populares, aunque también veo bastantes parejas de japonesa con occidental, al contrario, creo que todavía no he visto ninguna. El caso es que me he bajado una parada antes de Shinjuku, que era donde empezaba realmente la ruta, como ayer en Kamakura, así que hoy si que llevaba la ruta aprendida, al menos me había fijado en donde empezaba.

La ruta empezaba en el jardin imperial Shinjuku Gyoen, un parque con diversos estilos, desde una parte que podría estar en los jardines de Versalles a la más tradicional japonesa, además tiene bastantes conjuntos de flores y en la parte del jardín francés había unos cuantos macreros japoneses con las cámaras, el invernadero estaba en obras, así que no se podía visitar y cuando he llegado la casa de descanso imperial aún no había abierto, así que tampoco he entrado, aunque no creo que tuviese nada demasiado interesante. En los estanques, sobre todo en uno grande ha sido una pena que hubiese una ligera brisa, porque se reflejaban los edificios de Shinjuku, entre ellos el coocoon.

Después del jardín había que ir al Hanazono Jinja, un templo con una torii, el hall y poco más, pero al ser domingo entre la torii y el hall había algunos vendedores de segunda mano, el resto estaba vacio y los puestos tampoco es que estuviesen muy llenos de gente, por no decir, que no había nadie. Al salir había que ir a Kabuchiko, una de las zonas de juerga de Tokyo, pero como muchas zonas la cosa cambia durante el día, aunque eso no ha sido razón para no ver alguno que otro que ya iba con algunas copas de más, o estaba resacoso... muchos carteles, casas de chicas, restaurantes, pachinko... para llegar hasta allí desde el templo he pasado por un paseo que está en la parte de atrás de algunas casas y que es un túnel de árboles, dando un contrapunto a una zona que está bastante urbanizada.


Tras esto, la siguiente parte era ir a los rascacielos, pero como ayer ya estuve en el ayuntamiento he deambulado un poco decidiendo que hacer, porque era un poco pronto para ir a Yoyogi y de paso he mirado algunas tiendas a ver si había algo interesante, además esta vez sí, he aprovechado para cambiar algo de dinero y ya espero que me llegue hasta el último día. Como de Shinjuku a Yoyogi no hay tanto, he pensado patear un poco hasta allí y de paso entrar en el Meijijingu, uno de los santuarios más importantes de Tokyo, donde he practicado un poco las bodas, aunque desde la distancia, por allí andaba una reportera turca con su cámara, me he enterado que era turca luego por la tarde en el cruce de Shibuya, donde me la he vuelto a encontrar.

Al cansarme de estar por el templo ya he ido a Yoyogi. El parque Yoyogi es donde muchos tokyotas van los domingos a pasar el día con la familia, amigos... luego también ha grupos que van a ensayar coreografías, de hecho he encontrado unos que seguían practicando la misma de hace dos años, gente tocando, los rockers bailando, aunque hoy no los he llegado a ver... y como era la hora de la comida, pues muchísima gente con su plástico, manta, sábana en el suelo y comiendo en grupos. Así que para no ser menos, me he ido a comprar la comida al otro lado de la calle donde hay unos puestos normalmente, pero que hoy además había la feria tailandesa, así que estaba aquello a reventar, había música tailandesa, una exposición de tuk-tuks y muchisímos puestos de comida thai, pero yo he ido a por algo más japonés y he comprado las bolitas de pulpo, que aún no se como se llaman y un poco de yakisoba, y con eso me he vuelto al parque a sentarme y comer, como otro tokyota más un domingo cualquiera en el parque Yoyogi.


Tras la comida unas fotos por el parque y al scramble Kousaten, de todos modos, hasta llegar allí, a Shibuya he tenido que pasar entre la marea humana que era la feria tailandesa, que de gente, como si a esa zona le faltase algo los domingos... el caso es que he llegado y me he puesto a ver cruzar gente. Es curioso como nos llama la atención a los occidentales este cruce, ves que se empiezan a llenar las aceras de gente, el semáforo en rojo tampoco es que esté mucho tiempo y de repente, se da la luz verde y desde todas partes empieza a cruzar gente de un lado a otro, sin chocarse, pero en todos los sentidos, ya lo dije hace dos años, pero como he vuelto a venir en domingo, lo repito, un día de diario tiene que ser la leche, ya porque con la cantidad de gente que había un domingo, que no funcionan las oficinas...


Junto a este cruce está la famosa estatua del no menos famoso Hachiko, que creo que casi todos conoceis la historia, así que tampoco la voy a contar (además si no me alargo mucho y me quiero acostar pronto :P), y como también hay una estación de tren, he comprado el JR East Pass, que estaba en oferta para tres días que yo quiera en un período de díez, así que de paso he reservado los asientos para mañana ir a Hiraizumi.
Tras esto he estado otra vez sin saber que hacer, puesto que era pronto, y si queria hacer alguna foto del cruce cuando fuese de noche me tocaba entretenerme con algo, así que he entrado en la Tower records, pero no he comprado nada, porque no he visto nada que me llamase la atención, también he entrado en la tienda Disney, que es muy fashion, y pensaba que había encontrado al Shulley que llevo buscando desde que le compré uno a mi primo, cuando salió la película, pero no, este era diferente, como a los japoneses les gustan tanto los helados, tenía un helado con un ojo de Jack...


De vuelta al cruce he hecho las fotos desde ambos lados, normalmente simpre son mirando al edificio QFront, pero hoy también las he hecho mirando a la estación. Después de esto era la hora de la cena, pero tras mirar algunos sitios por Shibuya y no decidirme por ninguno he cogido la Yamanote hasta Akihabara y he cenado en el Akiba Ichi, hoy carne tokentsuy vuelta al hotel, para seguir la carrera de F1 con el live timing y el msn con Santi.


Mañana toca madrugar y viaje largo a Hirazumi, con un poco de suerte hasta montaré en el E5 Hayabusa.

sábado, 12 de mayo de 2012

Japón Día 14 - Kamakura y Tokyo



Hace dos años, en el primer viaje no fui a Kamakura, así que era una de las visitas pendientes del viaje anterior, más que nada, porque cuando estuvieron por aquí José y compañía me llamó la atención lo del bida y demás, así que hoy he ido a cumplir esa parte del viaje anterior, porque además entraba dentro de los planes para uno de los días, pero al final fuímos a Hakone, que no estuvo nada mal tampoco. Curiosamente el pdf de rutas de la jnto de Kamakura está con el de Hakone.

Me desperté pronto, así que podía ganarle un poco de tiempo a la programación del día y así aprovecharlo mejor, también porque luego a las cinco cierran todos los templos y sitios de visita y es un rollo buscar algo para hacer a partir de ahí. Así que con esa idea salia a la calle una media hora antes de lo previsto y en manga corta, al cabo de una manzana estuve tentado de dar la vuelta y volver a por algo de manga larga, pero por no coger la llave de nuevo y, porque era temprano y luego seguro que no me hacia falta seguí de camino a Akihabara para coger el tren, ya que hoy era el último día de JR Pass y no era plan de coger el metro, así que en esa dirección iba hasta que he pensado que como iba con tiempo podía improvisar un poco y me he desviado, al final me ha salido bien la cosa, pero estaba pensando que iba a andar a lo tonto una vez más, pero no, he llegado a otra entrada al tren y he ido hasta la terminal de Tokyo.


La otra vez no me pareció tan liosa, pero hoy, de nuevo, me he tenido que centrar un poco en a donde iba y como quería ir, porque al final, el tren en el que había ido de la otra estación me llevaba a donde quería ir... con lo cual he tenido que bajar de nuevo lo que había subido. Kamakura parece que está al lado de Tokyo, pero es una hora de viaje, eso sí, es un cercanías y para en todas partes, los trenes son de 16 vagones y entra gente para aburrir, dos de ellos son de dos pisos, los "green car".

Al llegar a Karakura he pillado un plano, aunque ya llevaba el de la ruta a seguir en el reader, es más comodo llevar uno en condiciones, más que nada, porque el plano del pdf de Kamakura es un poco lioso, así que prefiero tener la ruta en el reader y el plano a mano. Lo primero que me ha pasado es que no me cuadraba el primer templo a visitar con los 3 minutos que ponía que se tardaba en llegar desde la estación en el reader, con lo cual, algo estaba mal, además no veía por ningún lado el Engakun-ji, que era el primer sitio a visitar, así que he mirado bien la ruta y es que se refería a la estación de Kita-Kamakura, la anterior, y ahí sí, aparecía al lado el Engakun-ji, así que o volvía sobre mis pasos o improvisaba. Al final decidí ir a lo seguro y seguir la ruta, ya que la tenía propuesta, más que nada, porque hay sitios para aburrir y supongo que en la ruta estarán los más interesantes.


Ya desde Kita-Kamakura he empezado la ruta, primero el en Engakun-ji, en donde se me ha terminado el shuincho, 50 templos visitados, con su sello, aunque uno lo he repetido en 2010 y 2012, el Daisho-in de Miyajima, el resto, todos diferentes, ya haré alguna entrada al respecto. Después de este, un poquito andando hasta el Kencho-ji, donde en realidad no es un único templo si no que hay varios, algunos se pueden visitar, otros no y unos son más interesantes que otros, en este había algún tipo de celebración, porque habia muchas mujeres con el traje tradicional que han entrado en uno de los salones y a los turistas normales nos mandaban para el lado contrario. Aquí he subido hasta el Hanso-bo, que estaba en lo alto de una ladera y tiene unas esculturas de hombres pájaro bastante curiosas. Una vez abajo de nuevo he comprado otro libro para que me pusiesen más sellos y le han puesto mi nombre en japonés ノルベルト


La siguiente parada de la ruta era el Tsurugaoka Hachimangu. Si en los anteriores había gente en este la había para aburrir, mucho turista occidental, mucho turista japonés, mucha gente en general. Este santuario es bastante grande y tiene unos salones en lo alto y otros en la parte baja, a la torii principal se llega por una avenida con cerezos, que en la sakura tiene que ser espectácular. Este santuario tiene un calendario de celebraciones bastante amplio, pero he tenido la mala suerte de ir en el único mes que sólo tienen una y es el día 5 de Mayo. Además dentro del terreno del santuario se encuentra el Hataage Benzaiten otro santuario donde el monje que ponía los sellos no daba a basto y que está en medio de uno de los estanques.

Llegado este momento me desviaba de la ruta, puesto que decía que tenía que ir al museo de Kamakura y yo no estaba por la labor, además, casi lo vuelvo hacer... quedarme sin dinero, así que tenía que buscar un seven eleven para sacar, así que he pensado que en la calle principal a lo mejor había uno, pero no, y como estaba al lado de la estación he vuelto a la oficina de turismo a preguntar, me han dicho donde estaban, a tomar viento, pero que probase en la oficina de correos que estaba practicamente saliendo de la estación y cruzando la calle, así que he descubierto que en los cajeros de las oficinas de correos también puedo sacar dinero.

Con esa parte resuelta, ya iba siendo hora de comer, pero he pensado que podía hacerlo a base de puestos de esos que siempre encuentro que tienen algo que me gusta, así que seguro que en el Daibutsu Mae, había puestos, además así me reincorporaba a la ruta del reader, para llegar al buda debía coger el autobús, en realidad andando también se podía llegar en una media hora, pero como tampoco había nada interesante de camino y tampoco era cosa de andar por andar, he pensado que mejor pillaba el autobús.

El buda estaba hasta las orejas de gente y entre ellas había un tipo con una camiseta del Kelme... me ha molado y he estado a punto de decirle algo, pero luego lo he pensado mejor y lo he dejado estar, con hacerle un par de fotos he tenido suficiente. Al buda se puede entrar, pensaba que se podía subir arriba, pero no, te quedas más o menos a la altura de las manos y listo, el resto es totalmente hueco y se ve el sistema de montaje, curiosidad nada más, eso sí, también un huevo de gente entrando y saliendo.

La cosa no iba como esperaba y es que pensaba que el buda iba a tener puestos como en el Tsurugaoka y no, no había ninguno, así que el tema de la comida se estaba posponiendo, un día más, pero para no desaprovechar el tiempo mientras aparecian los puestos he entrado en el último templo de la ruta marcada, el Hasedera. Este tiene un montón de cosas alrededor del jardín que además sube la colina, entre ellas una cueva donde me he dado la nota al darle al cartel de agacharse con la mochila, había que agacharse de verdad, vamos ir de cuclillas. Arriba sin embargo había unas mesas en un mirador muy chulo y un puesto de bollos rellenos, y he comprado uno para comer, no era tan grande como el de Miyajima, pero costaba la mitad. Una vez abajo se ha cubierto el cielo y ha empezado a chispear, así que tenía que tomar alguna decisión de qué hacer, porque la ruta ya no la iba a seguir, porque me llevaba a una isla y tampoco sabía si iba a resultar de interés, así que viendo el plano y demás, me he trazado una ruta para ir hasta la estación de Kita-Kamakura y así cerrar un circuito y de paso, al llegar a la estación volver a Tokyo, perfecto.


El caso es que la nube se estaba poniendo tonta y tenía pinta de dar por saco un rato, no mucho, pero lo suficiente, así que he visto un sitio muy del estilo japonés de esas combinaciones que sólo se les ocurren a ellos y he entrado a comer, así, de paso daría tiempo a escampar, porque poco más allá estaba haciendo sol... así que he comido una de las especialidades belgas, con sabor a México... los taco-gofres... estaba rico, la verdad y como experimento mucho mejor. Cuando he terminado hacía sol y podía seguir con el plan trazado. El plan consistia en pasar por un parque y cuatro templos.


El primero era como el de Inari, pero como siempre, salvando unas distancias muy largas, lo único que aquí en vez de haber toriis a mansalva, las había, pero menos, pero si que había más zorros, que son el animal de los templos inari. A pocos metros de este y en medio de una cuesta estaba el siguiente, el Zeniaraibenzaiten, en realidad estaba la entrada, un túnel en la roca que daba a un pequeño valle donde estaba el templo, chulísimo todo, me ha parecido de película de Indiana Jones, porque además, la gente a lo que va a este templo es a lavar dinero, pero en el sentido literal, no lavar como hacen los "listos" si no lavar el dinero en las aguas del templo, porque dice la tradición que una vez gastado ese dinero vuelve en mayor cantidad, así que la gente lavaba desde monedas a billetes de 5000Y, primero se pagan 100Y por una vela, un conjunto de palos de incienso y un cestillo. Enciendes la vela y los palos de incienso, que clavas en una especide olla que tienen, luego te vas a pedir un deseo (creo que es) y te metes en la cueva donde está la corriente de agua milagrosa, pones el dinero en el cestillo, coges el agua con un cacillo, la sueltas sobre el dinero y lo lavas, luego recoges el dinero, lo secas y el cestillo lo dejas en su sitio. He estado por hacerlo, pero como soy un tanto rancio para estas cosas al final he pasado.


El resto de lo visto en Kamakura apenas ha tenido interés, porque al último templo ya no llegué, porque era más tarde de las cinco y estaba cerrado y bueno, la senda desde el parque a la estación ha molado, totalmente salvaje y he estado solo, parecia una selva, y esta vez si que era una senda, no como lo del monte Misen que eran un rompepiernas, aquí había algunos escalones, pero en general era sendero. Una vez en la estación tenía que decidir que hacer el resto de la tarde, porque aún quedaba un buen rato de luz, así que he pensado ir a Shinjuku y subir al mirador del ayuntamiento.


Para ir a Shunjuku la he vuelto a cagar un poco y he tardado más de lo que podía haber tardado y al final cuando he subido a la planta 45 de la torre norte del ayuntamiento, el sol ya se había puesto, aún así he cogido un poco de su luz luego he hecho fotos a las luces de la ciudad, de todos modos, sin tripode y con un cristal por medio... mal asunto, que pena que no todos los miradores sean como el del Umeda de Osaka.

De vuelta al suelo era hora de irse a cenar, así que he cogido el tren hasta Akihabara y he ido al Akiba ichi y he visto que está el de la carne, el que han cambiado es uno que tenía mangas para leer mientras esperabas la cena y el que también está es el del shushi, así que he cenado un donburi con diferentes tipos de pescado el mejor maki que he comido nunca, de nuevo, y es que hace dos años probamos un maki de migado de atún con unas hierbas que estaba de muerte y hoy lo he vuelto a pedir y si, estaba tan rico como lo recordaba. Para pedirlo me ha ayudado una chica japonesa que estaba con un yankee, porque toda la carta estaba en japonés y no tenía seguro si había el maki separado de un conjunto maki-shushi que tenían.

Después de cenar me he vuelto al hotel, para ver si ponían la F1 como en Hakata, que pude ver las motos, pero no, en este hotel no tienen los canales de deportes como en Hakata, así que tampoco se si la pondrían o no, pero no la he podido ver, al menos he seguido la calificación por el live timing. Por cierto, en el hotel tengo cuatro chismes para poner en la puerta, los típicos de no molestar y hagan la habitación y otros dos que ponen que no es necesario hacer la habitación y otro que pone "Please put only de vessel", el caso es que he pensado que sería como el de Hakata, que te hacían la habitación pero no te cambiaban las sábanas, las toallas sí, y lo he puesto a ver... pues resulta que me han dejado una bolsa con las toallas, los yukatas (sí, dos, porque es una habitación doble... no se como lo haía para estar aquí con otra persona, la cama si es doble, pero el resto del espacio...) y un rollo de papel higienico en una bolsa junto a la puerta... lo he metido para dentro y hale, más cosas, como si no tuviese suficientes... mañana pondré el normal de hagan la habitación...

Mañana día por Tokyo, siendo domingo supongo que iré a Ropongi y alrededores, ahora veré que hago, además mañana tengo que cambiar dinero y comprar el JR West pass.