sábado, 19 de mayo de 2012

Japón Día 20 - Vuelta a Madrid


El último día llegó, aunque no quería, pero tenía que llegar y era tiempo para volver a Madrid. Me levanté temprano, aunque casi tenía todo preparado de la noche anterior, pero como he ido acostumbrándome a cierto horario, pues no me levanté mucho más tarde de lo que lo he hecho el resto de los días. Como tenía tiempo estuve un ratito por el msn, que desde Kyoto, no había entrado.

Cuando llegó la hora más o menos que tenía prevista empecé a prepararme y terminar de colocar las cosas en la maleta, como siempre vuelvo con alguna cosa más de la ida, pero no iba a tener problema con el peso, porque voy bastante ligero.


Media hora antes de tener que hacer el check-out, era hasta las 10:00h salía del hotel, como en Japón se abona la estancia, por lo general, por adelantado, lo único que haces el último día es devovler la llave y darte la factura, si la necesitas.

Para ir a Narita ya tenía reservado el asiento en el N'Ex, así que tenía que ir a la estación de Tokyo a cogerlo y para ello, en vez de hacer como el primer día, coger el metro y hacer dos trasbordos para apenas cuatro estaciones, pensé andar 10 minutos hasta Shin-Nihombashi y allí ya con el JR East Pass coger el tren, además la JR Sobu me dejaba practicamente en el mismo andén en que tenía que coger el N'Ex, así que me evitaba paseos por la terminal.

Llegué bastante bien para coger el N'Ex y una hora más tarde estaba llegando al aeropuerto. El check-in muy rápido, apenas había gente en los mostradores y luego el paso del filtro de seguridad e inmigración también rápido, edficiencia japonesa 100%.


Como tenía algo de tiempo hasta la salida del avión estuve spotteando un poco y tuve la suerte de pillar dos 787 de JAL, que deben llevar apenas un mes en la compañía. Luego algún carguero, un A380 de Air France y alguna cosilla más, espero poder aprovechar alguna para subirlas a AC o Airliners.

Llegada la hora de embarque al avión me acerqué a la puerta correspondiente y viendo el registro, era el mismo avión que usé para llegar a Japón... Fuí en otro asiento y esta vez había más gente, pero había tenido suerte porque no tenía compañeros en la fila, hasta que se cambió uno de sitio para hablar con el vecino y me fastidió el plan de usar los tres para tumbarme, pero bueno... Como a la ida, aunque fuese otra fila, la zona turista del avión, de pena, en este caso, el asiento delanterio tenía descolgado, como en el otro, el forro y luego tenía cinta américana en donde el mando del entretenimiento a bordo, que tampoco iba muy allá, aunque tampoco lo usé. Lo que si usé fueron mis nuevos cascos con cancelación de ruido ambiente y sólo tengo que decir que funciona.

Tras unas 12  horas de vuelo llegaba a Roma. Fiunicino es un tanto cutre, o bueno, da la sensación de estar un poco descuidado, pero el control de pasaportes e inmigración fueron perfectos, sin apenas colas y rápido, como tiene que ser. Como tenía un buen rato hasta la salida del avión me dediqué a pasear y ver si podía spottear algo, pero no vi nada interesante, salvo un embraer de Air Dolomiti, pero con la cantidad de mierda que había en los cristales ni me molesté en sacar la cámara. Para lo que si aproveché fue para comer un bocadillo, que ya iba a ser la cena, porque en el vuelo a Madrid dan un pequeño refrigerio y una bolsa de salados, pero nada más.


El vuelo a Madrid en A320 y además en uno con apenas dos años en la flota, así que todo lo contrario que el B777 todo nuevo y muy bien, a ver cuanto dura. Me pasé casi todo el vuelo durmiendo, así que me perdí el refrigerio y la bolsa de salados... por cierto, salimos con una media hora de retraso estando todo el avión embarcado, pero parece ser que hubo un problema con el tráfico aéreo.

A la llegada a Madrid me estaba esperando Miguelito para llevarme a casa y así terminaba mi segundo viaje por Japón.





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