Me levanté sin ninguna prisa puesto que tenía el día para pasarlo en la isla, así que lo primero que pensé fue en subir al monte Misen, aunque antes terminé entrado en el Daisho-in que ya me gustó la otra vez bastante, en el de Itsukushima no, porque la marea estaba baja aún y pierde bastante, el caso es que junto al Daisho-in empieza una de las sendas que sube el monte y estuve dudando si subir andando o subir en el teleférico y luego bajar andando... Al final ganó esta opción y tengo que decir, que menos mal, porque pensaba que sería tipo senda y si lo es, en una parte muy pequeña, el resto son escalones, que ya me ha fastidiado bajar, contra más subir. Así que al final subí en el teleférico y desde la estación terminé subiendo al mirador, que no se como lo hacen, pero en el sitio más recondito tienen una vending machine y encima operativa.
Por la tarde pensé que lo mejor era acercarse a Hiroshima, porque necesitaba comprar algunas cosas. Al llegar a Hiroshima, lo primero que hice fue comprar un cepillo de dientes, que el que tenía ya estaba en las últimas, demasiados viajes había durado e iba siendo hora de buscarle un sustituto. Una vez comprado eso, me fui a coger el tranvía y ver como llegar al Hiroshima-jo, o lo que es lo mismo, al castillo. Tenía que hacer trasbordo, así que cuando llegas a la parada del trasbordo, se lo dices al cobrador y te dan una tarjeta con la que tienes 30 minutos para pillar el otro tranvía, y el pago del recorrido se hace en el primero, así que tras abonar la tarifa 150Y me dieron la tarjeta y me bajé... y luego se bajó la cobradora para indicarme que el otro tranvía lo tenía que coger en la otra parada, porque me quedé como tonto mirando el cartel de la parada donde estaba, menos mal que me lo dijo la señora, si no, a lo mejor me quedo media hora pensando, cuando, además ya había visto que tenía que cambiar de parada.
Logicamente, si en la mayoría de los casos los castillos son reproducciones de los originales, en el caso del de Hiroshima, no iba a ser menos, pero debido al lanzamiento de la primera bomba atómica. En realidad, el castillo no ha sido completamente reconstruido, sólo una de las torres y la entrada, de lo que sería el edificio principal sólo quedan las piedras de la base. Dentro del castillo hay una exposición de como era y demás, y como curiosidad el sistema de defensa que tenía en principio el castillo era de un doble foso, estando uno de ellos por encima del nivel de las tierras adyacentes, para, dado el caso, liberarlo y anegar las tropas atacantes. También me enteré que a los castillos como este, que están en zonas planas se les llama "hirajiro" y eran usados más como vivienda del señor feudal y como lugar donde se tomaban las decisiones respecto a la administración de las tierras, que como defensa antes ataques invasores, puesto que hubo bastante estabilidad durante el periodo Edo a partir del siglo XVI. Los castillos construidos en lo alto y donde prima más la defensa son llamados "yamajiros" y un ejemplo sería el de Iwakuni, por último al castillo de Hiroshima también se le conoce como Rijo, castillo de la carpa.
Tras subir a la torre recorrí el resto del terreno donde se asentaba el castillo y en él se encuentra el Gongoku jinja, donde me pusieron el correspondiente sello, por último la entrada a los terrenos del castillo también es visitable, pero está dedicada casi exclusivamente a las labores de restauración que se llevaron a cabo y los metodos tradicionales empleados.
A la salida todavía tenía tiempo, pero no me apetecía nada ir a la zona del Dome, ya estuve la otra vez y con haber estado este año en Nagasaki ya he tenido suficientes bombas atómicas, así que mejor visitar un jardín que suelen estar llenos de detalles, así que no muy lejos del castillo está el Shukkeien, un jardín que, además me pillaba de camino a la estación. El jardín tiene uná ruta señalada para ver más o menos todo lo más interesante, así que eso hice, seguir la ruta. En el estanque los peces debían de estar muertos de habre, porque era acercarse alguien a la orilla y allí que iban, una de las veces, cuando estaba en el puente, me fueron siguiendo de un lado a otro... también había tortugas y vi unos cangrejos.
Tras esto tenía opción de volverme a Miyajima a ver el ocaso, aunque casi no me iba a dar tiempo o mirar alguna tienda en Hiroshima para comprar unas pilas que ando buscando, al final terminé yendo a la estación, pero enfrente vi un sitio que me llamó la atención para cenar, y, aunque era pronto, mejor no desaprovechar las oportunidades, que luego en la isla cierra todo muy pronto y por una vez la decisión no iba a dejarla pasar. Tras cenar, vuelta a la isla, con la última luz, aunque el sol ya se había puesto hacía un buen rato tras las montañas, pero aún quedaba luz puesto que el sol aún no se había puesto.
Al llegar me puse a descargar las fotos y decidir que iba hacer, puesto que era pronto y con la marea baja las fotos deslucen un poco y el caso es que me bajé al onsen un ratito, cuando subí me preparé para salir a dar un paseo, pero al sacar las tarjeta de memoria de la cámara del portátil le fastidié el boot, porque lo hice en medio de la carga, supongo, así que se me fastidió el tema y encima preocupado por si me quedaba sin las fotos. La señora del ryokan no tenía cd de windows, así que nada, con la cabeza puesta en ver como iba a solucionarl el problema salí a dar un paseo por la isla en yukata.
A la vuelta el tema del ordenador seguía igual y más mal que bien pude hacer algo con el móvil y menos mal que, al menos me quedaba eso, porque hubo alguna cosilla que tuve que arreglar. Después de leer un poco, al sobre.
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