miércoles, 24 de abril de 2013

Día 3 - Seúl


En cuanto me he levantado y he visto como había amanecido el día he pensado que hoy había que aprovechar al máximo, porque es de esos días que nada más levantarte estás con ganas y con el presentimiento que todo, todo, va  a salir bien. Así que, aunque era más pronto de lo que pensaba me he levantado y desayunado, hoy había cambios en el buffet, puesto que la sopa hoy era diferente y en vez de tortilla había huevos cocidos, por lo menos no han cambiado las salchichas, que están de muerte, así que el desayuno practicamente como el del día anterior más unos rollitos como de maki, pero fritos y rebozados, no estaban mal, son de arroz y además del alga tienen algo más, aunque no sabría identificarlo, el caso es que se han dejado comer.


Como ha salido el sol he pensado en volver a al Changdeokgung para visitar el jardín secreto, teniendo en cuenta que las visitas en inglés son a cada dos horas a partir de las 11:30h, así que hasta esa hora, al menos había que aprovechar y he pensado en el palacio Gyeongbokgung, que está relativamente cerca del hotel, como todo y que de camino podría hacer algunas fotos como a la torre Jongno y entrar por el principio de la plaza Gwanghwamun y su puerta. Y así ha sido he ido yendo hacia el palacio y haciendo fotos con una luz estupenda, nada que vez con la de ayer. Cuando he llegado a la puerta Gwanghwamun y he entrado para visitar el palacio, me he encontrado con la chiquilleria como el día anterior y, además, que estaban acordonando una zona, detrás de este cordón se estaba poniendo la gente, así que me he colocado, a ver de que iba la cosa.


A las 10:00h empieza el turno de guardia, así que han salido los guardianes al son de los tambores y la música y han desfilado delante de la gente que estábamos allí, el desfile ha durado unos díez o quince minutos y luego los guardines quedan en la puerta y cada hora se van relevando hasta las 16:00h, el lunes no los vi, porque fui más tarde a la puerta. Después de esto he entrado en el Palacio, jardines y demás dependencias, lo describiré con una palabra, enorme. Tienen un montón de pabellones, dependencias, un par de estanques, que han sido una de las cosas que más me han gustado, junto al palacio está el museo de folklore que tiene una pagoda, en fin, espectacular. Como ayer, he estado un buen rato rodeado de niños y luego otros grupos de no tan niños se han querido hacer una foto conmigo, es lo que tiene que seamos escasos los occidentales, que de vez en cuando pasas a ser la atracción, es divertido, no les entiendas nada, pero bueno. Hoy uno de los niños me ha pedido que le chocase la mano tipo presentación jugadores de baloncesto antes de entrar al partido.


Con tanto que ver al final se me ha pasado la primera hora para la visita guiada del otro lado, pero ya contaba con ello, así que me lo he tomado con más calma y he seguido a lo mio, con tal de llegar a la últma me iba a valer. Si salimos por la puerta norte del palacio podemos hacer fotos a la residencia presidencial, no hay problema para hacerlas, porque de hecho tienen un cartel que dice que es el mejor sitio para hacerlas, hay algunos policias, pero tampoco había demasiada gente, así que he hecho un par de ellas y he vuelto a entrar al palacio, que no me interesaba salir por allí.


Al final he llegado antes de tiempo al Changdeokgung, porque tampoco me interesaba demasiado ver lo mismo que ayer, si acaso hacer alguna foto con mejor luz, pero poco más, así que he pensado mejor hacer algo de tiempo antes de la hora y me he metido callejeando hasta Insa-dong, que es una calle comercial, con un montón de tiendas y si no es peatonal, como si lo fuese, porque la gente campea a sus anchas y no hay coches.Aquí he empezado hacer calculos, se supone que la visita duraba una hora y media, así que al terminar iba a ser un poco tarde para comer, relativamente, y si lo hacía antes me parecía un poco pronto, así que he pensado que la mejor solución sería comer algo de los puestos callejeros, a ser posible las bolitas de pulpo, pero esa era la teoría y la práctica ha sido que no he encontrado las bolitas y los pocos que he visto de salados no me terminaban de convencer, así que justo antes de entrar en el palacio he comprado diez unidades de una especie de ruedas rellenas de crema de judia, así que en vez de salado... dulce, pero que ricas estaban, es la versión rueda de los peces, además calentitas, deliciosas. He tenido que comerlas algo más rápido porque no me dejaban entrar con ellas, pero al final he llegado bien a la hora de la visita.


Pensaba que con el cupón de la visita correspondiente que viene en el chisme que compré donde están los cuatro palacios incluidos ya era suficiente, pero había que canjearlos por la entrada, así que cuando se ha empezado a organizar la visita con la guía hemos ido unos cuantos pardillos a canjearlo. El jardín secreto está bien, pero prometía más y es que pensaba que sería más rollo jardín de la muerte japonés, pero no, es de otro modo, está bien, es curioso, pero no es tan espectacular. De la guía tampoco me he enterado demasiado, iba a mis fotos y de vez en cuando pillaba alguna cosa, pero me he aburrido un poco, aunque al menos con la guía he visto todo, porque a lo mejor a mi aire me hubiese saltado alguna cosa y es que ha sido hora y media de paseo viendo cosas, porque cosas hay, otra cosa es que resulten más o menos chulas.


Nos ha hablado de los reyes de la época que no estaban demasiado en forma y es que realmente se movían lo justito, el resto del tiempo estaban sentados y los llevaban de un lado a otro, no fuese a ser que gastasen energías. El tema de como calentaban los cubículos del servicio me ha parecido muy curioso y es que ya me había fijado en los palacios que había una serie de habitaciones dispuestas una pegada a la otra en la parte de fuera, en algunas de ellas el suelo es diferente, como de pasta de papel, mientras que en las otras es de madera, la historia consiste en que en Seúl el invierno es más bien fresquete, nieva bastante, así que al no tener sistemas de calefacción como podían tener los reyes, lo sirvientes dormían en las habitaciones del suelo de pasta de papel, en la parte exterior y abajo hay unos huecos, en esos huecos se hacia fuego y el calor se distribuía por debajo del suelo, curioso sistema y me imagino que efectivo sumándolo a las mantas.Y poco más aparte de las descripciones de cada cosa, que era y demás, ya he comentado al principio que tampoco he prestado toda mi atención a ello, así que seguro que había más cosas interesantes, porque también ha comentado cosas de las diferentes dinastías y una historia que tuvo un padre y sus dos hijos a cuenta de los chinos que no me ha quedado demasiado clara, la verdad.


Ayer hice el tonto buscando el otro palacio que quería ver, el Changyeonggung y es que, aunque en las guías parece que está más arriba del Changdeokgung, en realidad está al lado, de hecho se puede pasar de uno a otro y ayer ni me fijé, porque pensaba que era la entrada al jardín secreto, pero hoy he puesto remedio a ello y al terminar con la guía me he metido a verlo. Creo que es el más simple de los tres, también el más pequeño, pero a su favor tiene un estanque muy mono con isilita en el centro y varios cerezos, que por cierto, ahora están preciosos y cuando sopla el aire me recuerda a los animes cuando tratan la sakura, aunque no caen muchas aún, pero si que te encuentras a gente debajo de ellos, como esperando ducharse bajo sus ramas con las flores. Además de todo esto hay un pequeño pabellón de cristal que hace de jardín botánico. Tras andar un poco por el jardín he encontrado unas vending machines, y es que si en Japón te podías encontrar en cualquier sitio una, aquí sin más moderados en su despliegue y no hay demasiadas, así que he mirado que sabores de fanta había y he probado la fanta piña, que no había en Japón, o al menos no la vi, y la otra que tenían era de naranja, lo que tampoco tienen, al menos en las que he visto es el calpiscola, una pena.

Cuando he terminado de pasear por el palacio eran casi las cuatro y he pensado que era un buen día, ya que estaba despejado, dentro de lo que cabe, porque como en Hong Kong o Guangzhou, siempre hay como una campana de mierda, que parece tamizar la luz y no llega a estar despejado del todo, incluso habiendo llovido ayer, aunque tampoco fue muy fuerte, el caso es que estando el día como estaba he pensado que era el día ideal para subir a la torre N y disfrutar de las vistas, pero antes tenía que pasar por el hotel, puesto que he estado en bermudas todo el día y seguro que arriba hacia más fresco al caer el sol.

Para ir he cogido el metro y luego un autobús que te deja prácticamente a los pies y que es bastante más barato que el funicular. Por ahora no se como definir la conducción de esta gente, pero son un tanto peculiares, me explico, al igual que en yankeelandia los semáforos están en el lado contrario a donde te paras, eso está bien, porque siempre lo ves sin problemas desde tu posición de conductor, pero aquí hay que tener ojo, porque a veces no lo respetan demasiado y es que si están a punto de llegar al cruce, ven que se pone en rojo y piensan que les da tiempo a cruzar empezarás a escuchar la bocina para que te estés quietecito en la acera. Los pasos de cebra se respetan si estás dentro, si esperas a que alguno pare para dejarte paso, creo que te puedes pasar horas y luego están como en todas partes los pesetas, que hacen lo que les da la gana y se paran donde se tienen que parar aunque interrumpan el giro al resto, creo que todavía no he encontrado un sitio en donde los pesetas respeten al resto de conductores, por último están los autobuses, que son una plaga, no tanto como en otras ciudades, pero si que puedes ver diez o doce seguidos entre turísticos, urbanos y vete tu a saber cuales, el caso es que el que he cogido para subir iba más o menos bien, no podía correr mucho, porque no se podía y llegamos a un semáforo estando en el carril de la izquierda, aquí se conduce como en España, que conste, pues en unos 200m tenía pasar al cuarto carril de su derecha para poder girar, pues se ha ido cruzando, mientras le han dejado, aunque en los dos primeros carriles le ha costado, porque la gente tampoco es que deje espacio, aunque sea un autobús y al llegar para meterse al carril derecho, se ha comido toda la isleta rayada, porque no le dejaban meterse, pero claro, al final se ha metido, aunque sea por tamaño.

Desde donde deja el bus hasta la torre hay como 250m de cuestecita, que no es nada y llegas a una explanada donde hoy había un grupo tocando y puestos de cremas variadas. La entrada a la torre, al mirador, no me ha parecido cara, 9000W, algo menos de 6€. Las vistas desde arriba están bien, pero como ya he comentado hay una capa de neblina y se ve lo que se ve, pero desde la altura en la que está y encima de lo alto del monte se debería ver mucho más, pero bueno, está bien, además tienen las distancias a diferentes capitales del mundo, y nada más salir del ascensor, justo enfrente está Madrid :D Aquí había bastantes más occidentales que en otros sitios, aunque en los palacios me he cruzado con alguno, aquí estábamos todos más concentrados. Cuando he subido estaba cayendo el sol, pero como tampoco había nada para poder apoyar la cámara no he podido hacer como en Fukuoka el año pasado y sacar unas fotos chulas del ocaso. Así que cuando me he cansado, he bajado para hacer algunas fotos de la ciudad y de la torre, ya casi sin luz. Las de la torre me han molado, pero las de la ciudad han sido un tanto decepcionantes, pero bueno, creo que volveré a subir a la plataforma, que no a la torre para mejorar los resultados.

Hora de cenar, así que para bajar he cogido el mismo autobús y luego el metro, para bajarme justo al lado del Hotel Lotte y muy cerquita de la calle de los restaurantes cercana al hotel, pero antes de ver en donde me metia, he hecho alguna nocturna, ya que estaba al lado de la torre Jongno, el arroyo Cheonggyecheon y del campanario Bosingak he aprovechado para retratarlos a la luz de las farolas. Luego me he metido en un restaurante de pollo y me he cebado de una especie de fingers, eran mogollón, así que aunque no había comido he cenado tanto que hoy ni me he planteado el comprar pececitos, aunque si que he mirado que estaba la señora, con el chiringuito abierto pero sin ninguno hecho.


Y con esto se ha terminado el día por hoy, la verdad es que muy completo y dudo que se pueda aprovechar más. Mañana parece que habrá lluvia por la mañana y a partir del medio día despejado, así que por la mañana si sale como está previsto iré a Gangman y luego a ver que se tercia. Mañana además tengo que confirmar la excursión a la DMZ que tengo reservada para el día 26, espero que no haya problemas y me pueda acercar :D



2 comentarios:

Almu Baggins dijo...

Por una vez voy a cambiar el "cuantísimo te odio" por "cuántisima envidia" (pero no te acostumbres xD). ¡Qué pasada de sitios, Norber! *___*

norber dijo...

Gracias, al menos es un cambio, que os repetís mucho :P