lunes, 22 de abril de 2013

Día 1 - Viaje a Seúl


Este fin de semana lo tenía completito, primero por la quedada de Asshai y segundo por el concierto de Rammstein el domingo, pero como resulta que tuve que cambiar de fecha el vuelo, para no comerme las entradas si que nadie fuese las he ofrecido en lastfm, pero al final, ha sido Santi el que ha conseguido vendérmelas en la puerta del palacio, así que le debo una. El caso es que el sábado por la noche teníamos la tradicional cena en el "chino" de Asshai y allí nos juntamos algo más de treinta personas, como después se alargó un poco la cosa, al final terminaba llegando a casa un poco más tarde las cuatro, como pensaba levantarme para ir al aeropuerto a las seis menos cuarto, aguanté como un campeón hasta la hora prevista en que me duché y me preparé para ir al aeropuerto.

Había quedado con Miguel para que me llevase, así que en poco más de quince minutos estaba en el aeropuerto en el mostrador de facturación. En el mismo vuelo estaba para facturar Jesús Calleja, el aventurero de cuatro, que a saber a donde iba, pero iban con cosas de montaña. Cuando me tocó el turno me acerqué al mostrador y me dijo que me daba salida de emergencia para el vuelo a FRA, además sin pedirlo, así que ya puestos, aunque tenía ya reservado el asiento en el segundo vuelo, le he preguntado si había también salida de emergencia libre para ese vuelo, me ha dicho que quedaba una y que a ver si nos la daba... y si, nos la ha dado, así que genial, me ha alegrado un montón, porque no es lo mismo viajar apretadillo que estirando las piernas, y menos si tienes cierta altura, así que, genial.


Antes de coger el avión he ido a desayunar con mis compañeros y luego me he ido a embarcar, esta vez el avión estaba en remoto, un A321 y el vuelo hasta Frankfurt ha sido puntual Después del desayuno, porque en Lufthansa dan comida gratis, aunque sea en turista, ya podían aprender otras, me he pegado un sueñecito y es que estaba un poco reventado. Así que sobre las 11:00h llegaba a Frankfurt, puntualidad absoluta. Al llegar a Frankfurt lo primero que hice fue apuntarme a un tour que hacen por el aeropuerto, si, parece que no tengo suficiente con el de Barajas, pero es que está muy bien porque te meten en un autobús y te dan un paseo por la pista, te explican cosas de cada modelo de avión, de la operativa y bueno, esto a lo mejor tampoco es así, porque el tour sólo es en alemán y no me enteraba porque mi alemán es nulo, pero por algunas cosas que decía debía de ser así la cosa. El caso es que, aunque sea desde al autobús tienes una perspectiva diferente, con todos los aviones a pocos metros. Después, con la misma entrada puedes salir a la terraza a spottear y así un buen rato, haciendo fotos a los aviones desde la terraza, ya que, aunque tenía dos amigos spotteando por los alrededores iba a ser un poco engorroso para que me viniesen a buscar y luego yo tenía que coger el otro avión antes que ellos, el caso es que al final, nada, estuvimos cada uno por nuestra cuenta.

Después de la sesión de spotting llegó la hora de la comida y en Frankfurt tampoco es la excepción en la restauración de los aeropuertos, te meten buenos palos, pero como tampoco quería comer en el McDonald's, pues al final pedí una currywurst con patatas fritas y coca-cola, 30cl, como una lata... 2.70€ y sin refiles. Mientras comía Santi me iba informando de como iba la Fórmula 1 y de la victoria de Vettel con Kimi segundo :D Aunque quedaba aún un buen rato decidí ir hacia la puerta de embarque y en este aspecto tengo que suspender al aeropuerto de Frankfurt, ¿por qué? pues porque no es normal que, primero indiques que los que tienen pasaporte de la CEE pueden ir por una línea, que luego no tiene a nadie atendiendo y segundo, porque al principio sólo había un único policia atendiendo, luego llegaron dos más, pero vamos, muy mal, son ganas de formar colas a lo tonto. Después de esto, por primera vez en un aeropuerto alemán no me pasan la bolsa de la cámara aparte y bueno, después de todo esto, ya estaba dentro y esperando para embarcar.


El viaje hasta Seúl desde Frankfurt se hace en un A346 y la verdad es que mola, porque tiene configuración de asientos 2-4-2 y en el caso del de Lufthansa los baños están abajo, con lo cual no se forman los lios que muchas veces hay en las puertas de los baños. El caso es que cuando he llegado a mi asiento ya estaba mi compañero, con el cual he tenido que luchar un poco para que no pusiese el brazo en el reposabrazos central como si fuese suyo sólo y al final ni para él ni para mi, aunque era más mio que suyo, porque de ese lado sacaba la bandeja, por delante algo más de 10 horas de vuelo que no se me han hecho demasiado pesadas, porque estando reventado como estaba, en cuanto han recogido la cena, en la que la TCP se ha extrañado cuando he pedido bimbibap, me he puesto de cara a la pared y a dormir, que no es lo mismo que descansar, porque descansar, se descansa poco en el avión, pero al menos he dormido unas horitas que me han venido muy bien. El bimbibao es un plato coreano que consiste en arroz con ternera y luego lleva champiñones, zanahoria, espinacas y otros cosas y la verdad es que está rico, además de esto había un sobre con lo más típico de Corea, el kimchi, que picaba un poquito, pero que estaba bueno. Después del sueñecito, dos horas de llegar nos han dado el desayuno y seguidamente hemos llegado al aeropuerto internacional de Incheon.


Nada más llegar lo primero ha sido, logicamente, pasar por inmigración y me ha molado, aunque no te dirigen la palabra, casi, simplemente pasan el pasaporte por la máquina, identifica la nacionalidad y te ponen las instrucciones en tu idioma, así que huellas y fotos, dejas el papelito, te sellan el pasaporte y para dentro, además, aquí había bastantes funcionarios para agilizar las colas y que no ocurra como en yankeelandia, por ejemplo. Una vez recogida mi maleta he cambiado para tener wones, por cada euro me han dado 1401W con lo cual os podéis hacer una idea que aquí todo tiene unas cantidades de miles de wones, pero luego al cambio, la verdad es que no es nada. Para ir a Seúl había pensado coger el tren, hay dos el express por 8000W y el normal que no se que cuesta, pero tarda algo más. Al final he cogido el express, total son cinco euros y poco y me ha parecido razonable.


El tren iba medio vacio, aunque de hecho los normales tampoco es que los coja mucha gente, así que deben de optar más por el autobús. Lo importante es que cuarenta y seis minutos más tarde estaba en la estación de Seúl. Ahora llegaba la hora de coger el metro y había leído que lo mejor es sacarse la T-Money, una tarjeta monedero que vas recargando según lo vayas necesitando y que en el caso de los transportes hace que salgan más baratos los viajes. Después de mirar unas máquinas y otras al final he dado con la que vendía la tarjeta  resulta que no es una tarjeta es un chisme con un hilito para colgar del móvil, por ejemplo, así que desde este medio día, hora local, mi Rukia tiene un chisme atado a su hilo.El metro no está mal indicado, así que sabiendo donde vas no es nada complicado, sólo fijarse que está en el andén correspondiente y nada más.

Cuando he llegado al hotel era poco más de las 14:00h, justo la hora donde se puede hacer el check-in, así que perfecto, además me han cobrado ya la estacia como quería, así que muy bien. La habitación es pequeña, pero la cama es grande y tiene muy buena pinta, no he querido probarla aún porque si no me iba a quedar sopa y no me conviene para tener sueño esta noche. Así que después de una ducha me he ido a comer.

El hotel está en unas callejuelas de mala muerte, pero está en una zona genial, al lado del canal y de Insa Dong, así que a su alrededor, como luego he descubierto por la tarde hay cientos de sitios para comer, desde lo más cutre en un puesto en la calle a locales bien montados o cosas intermedias donde me he metido y que como no tenía carta en inglés he elegido con la vista y me ha salido muy bien, el filete estilo tokantsu estaba delicioso y el resto de cosas lo mismo, no podía falta el kimchi y es que es lo normal en todas las comidas, un poco de kimchi, que pica que da gusto, bueno, en general parece que por aquí se lleva el picante, aunque el bimbibap no pica.

Una vez recuperadas las fuerzas me he dado un paseo por los alrededores del hotel, y es que aunque el hotel lo elegí por otras cuestiones resulta que además está muy bien ubicado, está al lado de Insa-Dong, a tiro de piedra de los palacios y del arroyo Cheonggyecheon. Total que cámara en mano a deambular un poco. A media tarde estaba un poco cansado y con sueño, pero he ido aguantando hasta que me he venido al hotel a parar un poco y sacar las fotos. Después he bajado a cenar, aunque antes le he preguntado al chaval de recepción hasta que hora es lo normal cenar y me ha dicho que entre 19:30 y 22:00, así que perfecto. De vuelta al hotel he pasado por una calle que va a ser donde cene todos los días si estoy por aquí, porque tiene un buen puñado de restaurantes o sitios para comer, puestos con pinchos, otros con la parrilla... de todo, así que me he metido en uno que me había llamado la atención, porque las mesas tienen un infiernillo y te preparan el arroz ahí mismo. Al final he señalado uno con pollo y la verdad es que estaba muy rico, además podías coger todo lo que quisieras de kimchi y otros acompañantes, así que del kimchi he pasado, que ya tenía suficiente picante con el arroz y he cogido unos trozos de algún tipo de fruta o verdura que ponen a macerar y está muy rica.


De vuelta por la tarde también, había visto además de la calle esa, un puesto con las riquísimos y deliciosos peces rellenos de judía, así que ese ha sido el postre, la señora del puesto ni papa de inglés, yo menos de coreano, pero he señalado, ha separado tres, ha sacado un billete de 1000W y le he dado uno igual a cambio de un sobre con los tres peces. Me han sabido a gloria, creo que voy a cambiar las almendras que cojo normalmente en el 7 eleven por esto.


En este hotel tengo desayuno incluido así que procuraré estar antes de que lo cierren y luego a ver como planteo el día. Hoy, por lo pronto, no me ha ido mal y no he visto casi nada, pero he estado a gusto, no es Tokyo, tampoco Hong Kong, si no que me ha parecido más a Guangzhou, la zona donde está el hotel me ha recordado a las manzanas de locales que había allí todos del mismo gremio, casi seguro que más del 80% de los locales que están en esta manzana se dedican a la fabricación de trofeos, regalos o similares y un poco más allá he visto unas cuantas tiendas de electricidad seguidas, así que parece que siguen el mismo esquema de los chinos. En fin esto es todo por hoy, que me quiero acostar que estoy reventado y la cama tiene muy buena pinta, además diciéndome que vaya.


1 comentario:

Carmen dijo...

Me alegro de que hayas llegado sano y salvo :) Sigue así y haciendo fotos bonitas ^^

Un besote!