viernes, 21 de octubre de 2016

Día 9 - Fez


El día de hoy lo íbamos a pasar en Fez (Fès), la tercera ciudad de Marruecos y durante varios periodos de la historia capital del estado, pero desde la ocupación francesa perdió esa condición y tras la independencia de 1956 se siguió manteniendo como capital Rabat. La ciudad está dividida en tres grandes partes,  Fès el-Bali, Fès el-Jdid y la ciudad nueva. Por donde hemos estado paseando ha sido la primera, la más antigua y que se encuentra dentro de las murallas. La medina de Fez fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y es el complejo peatonal urbano más grande del mundo.



Lo primero ha sido desayunar, el hotel en el que estamos tiene un patio de luz interior y en la planta de abajo es donde sirven el desayuno, la verdad es que el hotel está muy bien y el personal es más que atento. Cuando hemos terminado hemos esperado al guía, porque para evitar problemas es mejor ir con guía, la verdad. El guía Abdil hablaba muy bien castellano y además relajado, nos ha ido explicando la cosas y ha estado bastante entretenido el paseo, el cual hemos empezado en la puerta sur, la más cercana al hotel, que por suerte no está dentro de la Medina, porque para encontrar cualquier cosa dentro es la mar de complicado. Es un auténtico laberinto de callejuelas, escaleras, pasadizos... y no parece lo inmensa que es. Está todo muy apelotonado, hay dos calles principales que están abarrotadas de comercios de todo tipo, luego las laterales lo mismo, en algunos tramos los comercios son del mismo gremio y bueno... es un caos. Normalmente me oriento bastante decentemente, pero he desistido de intentar ubicarme, además que no tenía necesidad porque para eso llevábamos al guía, y además para que no nos dieran mucho la matraca.


La primera visita que hemos hecho ha sido a la Medersa Bou Inania, un centro de estudio del corán. Una pena que no tuvieramos un día despejado, porque las fotos con el cielo plomizo que hemos tenido durante buena parte de la mañana han sido un poco castaña. Todas las paredes estaban grabadas y la verdad es que es una pasada el trabajo manual que tienen todos esos estucos. El guía nos ha contando un montón de cosas sobre ella y hemos seguido nuestro paseo bajando por una de las calles comerciales para llegar a un Riad en donde hemos subido a la terraza para ver la panorámica de la ciudad... La verdad es que es bastante impresionante la concentración de viviendas que hay en la medina, algunas zonas están en restauración, pero otras están un poco de aquella manera. El guía nos ha dicho que ahora la gente está queriendo volver a la medina, porque durante mucho tiempo la gente se estuvo saliendo para vivir en la zona nueva, pero que ahora hay más especulación, hace unos años se compraba barato dentro de la medina, pero ahora, no. Hemos pasado junto a un palacio que ha comprado una cadena francesa para hacer un hotel y cuando esté terminado será la leche, pero tienen trabajo por delante. El riad en el que estábamos la verdad es que estaba muy bien, las habitaciones del primer piso tenían un techo de siete metros... Abdil nos ha comentado que toda la restauración del riad se ha hecho a la manera tradicional y bueno, el resultado la verdad es que impresiona.

 El siguiente punto de interés lo hemos tenido en una de las curtidoras, antes había muchas, pero ahora sólo quedan cuatro y es una de las imágenes más típicas de Fez, las cubas de colores en donde se preparan las pieles, aquí nos ha explicado el proceso uno de la tienda, los tipos de pieles que usan, como sacan cada uno de los colores, el tiempo que tienen que estar las pieles en las cubas, que se han renovado recientemente, lo que se hace con cada una de las pieles antes de meterlas en las cubas... todo esto genera un mal olor bastante fuerte, así que para que los turistas aguantemos el tipo nos han dado unas hojas de menta la mar de útiles. En la distancia nos ha mostrado el sitio donde se secan, a las afueras de la ciudad, junto a las murallas exteriores, hasta allí se llevan en burro. La verdad es que ha molado, luego nos han pasado por la tienda a ver si queríamos comprar algo.

Hemos seguido callejeando hasta llegar a un museo donde hemos entrado a ver útiles y herramientas de los artesanos. El edificio fue adquirido por un antiguo primer ministro para hacer el museo. Después hemos entrado en la Medersa Attarine y al lado está la mezquita Al-karaouine, también biblioteca y universidad, es inmensa, pero sólo pueden entrar musulmanes, así que nos hemos conformado con lo que se veía desde una de las puertas, el guía nos ha dicho las plazas que hay para el culto y eran más de diez mil, aunque no recuerdo la cifra exacta, una barbaridad. Tras esto hemos visto como se elaboran de forma artesanal los pañuelos y las mantas, nos han enseñado los materiales que usan y me ha llamado la atención una seda que sacan de un cactus. Nos han puesto un par de pañuelos a modo de turbantes y nos hemos hecho una foto. Después tocaba otra curtidora, la Chouara, esta es la que sale en todas las fotos, se encuentra en el lado más bajo de la ciudad y junto al río, las cubas han sido reformadas hace poco también y en esta se ven mucho mejor, sin obstáculos, pero no he tenido suerte con el sol, que se había cubierto.




Con esto prácticamente hemos terminado el paseo, unas cuatro horas callejeando, aunque antes hemos pasado por la plaza de los lateros y la calle de los tintes, una vez vistos hemos tenido que volver al hotel, que estaba justo en el lado contrario y en la parte superior de la medina. El tour ha merecido la pena, porque además Abdil ha sido muy buen guía, nos lo han gestionado en el hotel y ha sido una buena elección. Tras el tour hemos practicado el arte de la siesta. Por la tarde cada uno ha estado a sus cosas, Luismi se ha ido a que le den un masaje y yo he vuelto sin cámara a pasear por las calles comerciales, a ver si encontraba algo que me llamara la atención, pero al final salvo unos imanes que he pillado de recuerdo en un sitio que los tenían marcados, y un encargo que me han hecho, no he comprado nada y es que tampoco he visto nada que me interesara realmente. Aún así, por no tener que estar negociando, las pocas ganas que tengo de comprar se me quitan enseguida.


Después me he venido al hotel, que tiene una terraza muy chuli, aunque las vistas no son muy allá. Una pena, porque estando en la parte alta de la Medina, podía verse más de ella y por la noche haber aprovechado, porque tiene que ser curiosa la imagen de la Medina de noche, así que aquí no he sacado la cámara por la noche ya que no he visto nada que me llame para hacerle una nocturna, las calles de puestos por la noche muchos andan cerrados y aún así tampoco es que sea nada del otro mundo. Después que ha llegado Luismi nos hemos ido a cenar y me he puesto hasta arriba de cuscús, menos mal que me han quitado el plato, porque me iba a salir por las orejas, después al hotel que tampoco teníamos nada más que hacer. El viaje poco a poco se está terminando, mañana nos iremos a Tánger, última etapa del viaje y donde empezó hace nueve días.



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