lunes, 17 de septiembre de 2012

Día 6 - Budapest y vuelta a Madrid



Llegó el último día, ese día que no quieres que nunca llegue, pero que termina llegando. Así que por la mañana a primera hora me levanté recogí las cosas, dejé la habitación y el hotel. Como el vuelo de vuelta lo tenía a las 16:45h dejé la maleta en el hotel para poder aprovechar la mañana por ahí sin ella. La verdad es que no tenía muy claro como pasar la mañana, aunque si tenía idea de acercarme a la feria que estaba cerca del monumento a los Héroes, que al final me he quedado sin ver como es normalmente por ese hipódromo improvisado que tenían montado.

El día que estuve buscando los bancos vi el museo del horror, y pensaba que sería sobre películas o algo así, pero no, es un museo dedicado al medio siglo practicamente que Hungría estuvo, primero bajo dominación alemana y después bajo el regimen comunista y lo que ocurrió en esos años. Es un museo denuncia, para que no vuelva a pasar, aunque conociendo al genero humano, es complicado que llegue a tener conciencia de ciertas cosas algún día, si no se repiten de la misma forma se hacen de otra. El museo se encuentra en el Boulevard Andrassy, una calle que podría ser el equivalente de la Castellana y que termina en la plaza de los Héroes. El edificio primero fue la sede del los flechas rojas, el partido nazi de Hungría y era conocido como "La casa de la lealtad", posteriormente, entre los años 1945 y 1956 fue sede de la AVO y la AVH, algo así como las policias secretas del regimen comunista en Hungría. Así que el edificio, tiene su historia y de hecho hay huellas de ellas, sobre todo en el sótano, donde daba bastante mal cuerpo ver las celdas, las cámaras para interrogatorios y los tablones verticales con una soga en el extremo superior y una banqueta a sus pies... El museo está bastante bien montado y está entretenida la visita, aunque lo que narre no sea demasiado agradable.


Cuando he terminado he ido a los Héroes y he pasado el resto de la mañana curioseando entre la plaza y los mercadillos que había alrededor, he podido medio intuir una de las carreras, que consistían en dar tres vueltas a la plaza. He visto algún baile típico, de algún sitio, trajes regionales, como preparaban una carreta tirada por unos bueyes con unos cuernacos de impresión, puestos y más puestos y así, sin comerlo ni beberlo he pasado la mañana, y tras comer en el  puesto del primer día me he ido al hotel a por la maleta.


Junto al aeropuerto hay un museo aeronáutico, aunque más que museo es una exposición de algunos aviones de Malev, entre ellos un Tupolev 154, un modelo que sigue volando actualmente, un trimotor bastante chulo, como curiuosidad el avión en el que se estrelló el año pasado el presidente polaco era uno de estos. Como está a pocos metros de la terminal me he acercado antes de hacer el check-in, si hubiese ido un poco antes hubiese pagado la entrada y hubiese cotilleado un poco mejor, porque te dejan subir en ellos, aunque el estado de conservación deja algo que desear.


Tras el paseo turísitico por los alrededores del aeropuerto he hecho el check-in, pasado el control y dirigido a la puerta de embarque, aunque el vuelo se ha retrasado 15 minutos, y algo más, porque claro, vuelo low cost, con españoles de por medio es jaleo asegurado, porque además, la tripulación de castellano, lo mismo que la mayoría de españoles de inglés, así que entre que se ha colocado la gente, ha colocado su equipaje y demás, creo que hemos salido más tarde de la cuenta. El vuelo ha estado bien, en general, primera vez que volaba con WizzAir y bien, aunque el pitch es low cost total, vamos, si en un vuelo normal ya voy justito en este he ido algo más aún, al menos el vuelo no llegaba a las 3 horas y dentro de lo cabe colocado hacia la ventana, he ido más o menos bien, y me he dormido un rato. Los cascos con cancelación de ruido que compré en Tokio funcionan de maravilla en estos casos, porque además del ruido propio del avión, el pasaje parecia una jaula de grillos y no se quien sería pero se ha pasado incluso en el despegue jugando al angry birds, que un ratito tiene su gracia, pero no hace falta ponerlo para que nos enteremos todos. El aterrizaje ha sido muy suave, me ha gustado, y ha habido aplausos...en fin...

Y así he terminado mi viaje por Praga y Budapest, y como siempre, un clásico al final de los viajes con ganas de volver, de quedarme más tiempo, con cosas que me hubiese gustado ver, en fin... mañana vuelta a la vida diaria y al trabajo... con lo bien que se está de vacaciones :)

1 comentario:

Narbeleg dijo...

El día que no quiero que llegue... ñañañañaña, maldito Mapache viajero xD

Tú al menos te pegas viajes molones, puñetero :P