sábado, 15 de septiembre de 2012

Día 4 - Budapest



Hoy es de esos días en los que uno piensa, sinceramente, lo bien que sería vivir en unas vacaciones permanentes, viajando de un lado a otro y disfrutando de la vida y eso que el incio del día no fue todo lo bien que uno hubiese querido, pero después ha sido genial, lo he disfrutado.

No me quería levantar muy tarde, porque la previsión era de lluvía, al menos por la mañana, y quería aprovecharla para ir a los baños, concretamente a los Szèchenyi, aunque antes debía pasar por algún banco a cambiar dinero y según la guía que he traído me recomendaban dos, justo en la misma calle y que además me venían de lujo porque estaban cerca de Oktogon que era donde tenía que coger el metro para ir a los baños. Hasta aquí todo perfecto, pero resulta que no he sabido encontrarlos... o eso o la guía está mal, que no sería la primera vez, que ya me pasó en Hong Kong, además después de estar un rato por ahí ya danzando he tenido que volver al hotel por un problema logistico para los baños que se me había pasado, total... una hora perdida y he empezado de cero.


Me he acercado de nuevo a Oktogon y resulta que en la misma plaza hay una sucursal del banco que ponían en la guía... pues nada, he entrado a cambiar, ¿por qué cambiar en el banco y no en los miles de sitios de "change" que hay? pues porque en el banco sólo me han cobrado un forint de comisión y según el de la guía hay mejores condiciones que en los cambistas. Aquí los bancos son como en España, hay uno cada pocos metros, he entrado, he tenido que coger número y esperar a que me tocase como en el mercado, la verdad es que no he tardado nada, de hecho he pasado antes que otras dos señoras que estaban cuando he llegado, así que los números del cambio van con preferecia sobre los otros, al menos en donde he estado.


Hecho esto, me he bajado al metro, como mola, y he ido hasta Szèchenyi Furdo, que como su nombre indica es la parada más cercana a los baños. Los Szèchenyi son uno de los baños más famosos de Budapest, de los muchos que hay, porque la ciudad se asienta sobre una falla geológica y hace que las aguas subterraneas manen a diferentes temperaturas y, desde los romanos, la gente de por aquí aprovecha esas aguas para tomar baños calientes. El complejo Szèchenyi consta de 18 piscinas y es uno de los balnearios más grandes de Europa. Hay ciertas normas, pero no son nada del otro mundo, entran dentro de la lógica, así que nada, he llegado allí, he sacado mi entrada, que además tenía un descuento con la tarjeta Budapest, me han dado la pulsera y para dentro. La pulsera sirve para cerrar la taquilla, aunque yo no lo he hecho bien... pero ya llegaré a eso, el caso es que una vez cambiado he salido a las piscinas exteriores, aunque el cielo estaba cubierto y caian algunas gotas me he metido en las piscinas que están a 28º y 38º respectivamente, la más fría además tiene unos chorros, la de nadar no la he podido probar porque no he llevado gorro y en esa es obligatorio. Luego me he metido a las interiores y he probado unas cuantas, aunque todas más o menos sobre los 40º no necesitaba más, también había sauna, masajes... en fin, muy chulo y toda una experiencia que hay que probar si se viene hasta aquí. En invierno los Szèchenyi son famosos, porque la gente se mete en las piscinas exteriores y el resto está todo nevado... tiene que molar, además dejan hacer fotos y de todo, si lo llego a saber me llevo la cámara, sólo he hecho una foto con el móvil. Pues cuando me he cansado de ir de un lado a otro he ido a la taquilla y como ni me fijé en el número, aunque sabía que andaba cerca de los cienes, he pasado la pulsera sobre un chisme que te dice la taquilla, pero en mi caso aparecia -- genial... total, que han vanido dos de los baños y les he dicho lo que pasaba, y he identificado la taquilla como la 95, así que sólo quedaba abrirla, porque la pulsera no lo hacia, han traído una, la han abierto, me han preguntado si esas eran mis cosas, he dicho que sí, me han pedido pasaporte, se lo he mostrado a los dos, he dado conformidad que estaba todo bien y he firmado un papel.


 Cosillas sobre mi experiencia en los Szèchenyi, ha sido genial, había leído comentarios de todo tipo, por mi parte, los he encontrado lo suficientemente limpios, aunque ya llevaba las chanclas por que estaba prevenido, por si acaso, el personal ha sido amable, cuando he tenido el problema con la taquilla, no ha habido ningún problema y ha sido correcto y luego los olores, que si huelen mal... a ver, son aguas sulfurosas y huelen, pero por la naturaleza de las aguas, no porque estén sucios o lo que sea, el sulfuro huele muy desagradable e incluso pueden llegar a ser tóxicos, pero vamos, no es para nada desagradable, además no todas las piscinas huelen, solo algunas interiores, por mi parte voy a quedarme con las ganas de repetir y tal vez lo haga el domingo, pero bueno ya veremos.

Tras los baños pensaba volver al hotel, porque tenía que coger la cámara y dejar las cosas de los baños, pero he visto unos puestos y como suele haber cosas chulas, allí que he ido a cotillear un poco, y no se que sería, pero era una especie de feria y había artículos artesanales, productos naturales, etc y comida... y como era la hora de comer, bueno, no, pero casi, pues he pensado que sería una buena idea comer allí, además había dejado de caer las cuatro gotas que habían caído y he visto una carne a la plancha que no tenía mala pinta, cuando digo a la plancha, es a la plancha, plancha, porque estaba un tipo aplastándola con las planchas esas antiguas que había en las casas de la abuela... pues eso, ahí, dándole que te pego, que pesándolo bien a lo mejor no decia mucho de la calidad de la carne, pero a mi me ha gustado y no estaba dura, supongo que el masaje de plancha ha tenido que ver, además del filete, iba con una guarnición de cebolla, tomate, creo que berenjena y el omnipresente pimiento, que me lo han colado, porque era blanco... y patatas fritas, como las de luxe del McDonald's, con una cola cola, todo, algo menos de 9€ y me he quedado con ganas de pillar la salchicha...

Tras la comida he vuelto al hotel y he cogido la cámara, por fin y al primer sitio a donde he ido es a la Basilica de San Esteban, que tiene la peculiaridad de ser, junto al parlamento los edificios más altos de la ciudad 96m y ningún edificio de nueva construcción puede ser más alto. He subido, para hacer fotos de la ciudad y he visto el parlamento, que no lo había visto aún y mola un montón. El tiempo además estaba cambiando, se empezaba a despejar el cielo y ha salido algo el sol... cuando he bajado he ido hacia el parlamento. De camino me he encontrado en una plaza un fuente de lo más curiosa, tenía forma rectángular, pero la daban los chorros que salen del suelo, hasta aquí como los chorros esos que hay en algunos sitios que de vez en cuando dejan de soltar agua y de repente sale el chorro de nuevo, pues lo mismo, sólo que hay dos líneas de losas, una por dentro y otra por fuera, así que cuando las pisas los chorros que están bajo el control de esa roseta se apagan unos segundos, así puedes entrar en el rectángulo interior... y para salir lo único que hay que hacer es lo mismo por dentro... ha sido de lo más curioso ver como todos los guiris nos quedábamos embobados con la fuente.


Cuando he llegado al parlamento eran casi las 16:00h y a esas horas empieza el tour, pero cuando he llegado ya no había tickets para la visita, así que lo he rodeado, que por cierto, como no, la fachada principal está de reformas... menos mal que la que da al Duna está limpia y mola un rato. Así que paseando hacia el norte he llegado a la Isla Margarita, aquí he visto una fuente, al estilo de las de Montjuich que se mueven al son de la música, en este caso es un programa de piezas clásicas, que cada cierto tiempo suenan y la fuente funciona a su ritmo. He hecho un vídeo, pero no se cual es la pieza, cuando he llegado estaba uno de los valses de Strauss pero no he llegado a grabarlo. En el parque he aprovechado para descansar un poco y pensar que hacer el resto de la tarde.


Al final he ido a la orilla contraria, a Buda y he hecho fotos de esa fachada del parlamento, impresionante, además le estaba dando el sol y creo que han quedado chulas las fotos, he seguido bajando y hasta llegar al puente de las cadenas, más fotos y luego he ido hacia el mercado central, pero cuando he llegado logicamente estaba cerrado y además era la hora de cenar, que aquí se cena pronto, y he visto un sitio que no tenía mala pinta y he cenado muy bien, aunque le servicio, una vez terminado de comer, hasta que me han dado el postre ha sido un tanto flojo, he estado un buen rato esperando, bueno yo y la mesa de al lado que íbamos a la par, el caso es que he cenado el plato típico de Hungría, el Goulash, que es una sopa con carne y algunas cosillas más, luego pollo con paprika y de postre tarta... no ha llegado a 12€ (incluido el servicio) y a diferencia de anoche hoy si eran raciones normales. Aquí es lo más normal del mundo cobrar el servicio, entre el 10 y 15%, si no es así, se debe dejar propina... entre el mismo baremo, dependiendo de lo bien que te hayas sentido atendido, pero no se debe dejar, me explico, está mal visto que te levantes de la mesa y dejes la propina en el plato o lo que sea, que es lo que solemos hacer en la mayoría de los sitios, aquí le dices al camarero que te cobre x y listo.




Después de cenar he noctambuleado un poco y como andaba un tanto cansado he dejado algunas nocturnas para mañana. Para mañana la previsión es de sol, así que íntentaré llegar al tour de Buda, con el castillo y toda la pesca, que empieza a las 10:30h.



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