miércoles, 12 de septiembre de 2012

Día 2 - Praga



Cuando era pequeño en televisión el tiempo lo daba Mariano Medina, al que podríamos llamar el primer "hombre del tiempo", la verdad es que no le recuerdo mucho, pero si recuerdo algo más a sus sucesores, José Antonio Maldonado y Paco Montesdeoca, el caso es que por aquella época fallaban bastante, y, aunque ahora siguen fallando, no lo hacen tan a menudo como en aquella época y si ayer vi que daban lluvia para el día de hoy, eso es lo que he tenido, lluvia. Al menos el chubasquero lo había metido en la maleta, por si acaso, que nunca se sabe y hoy me ha venido bastante bien, porque desde bien temprano ha estado lloviendo, y podría decir que ha dejado de llover en pocos momentos durante el día, así que, me ha fastidiado un poco el día, el único día además que voy a estar aquí entero, pero bueno, son cosas que ocurren y listo.


Lo primero que he hecho ha sido aprovechar el desayuno del hotel, normalmente no lo hago, porque empiezan muy temprano y terminan demasiado pronto, pero como hoy quería aprovechar el día me he levantado dentro del horario de servicio del desayuno. Es tipo buffet, así que hay lo habitual, bollería, cereales, zumos, fiambres, revuelto de huevos, salchichas, bacon y algunas cosas más, como unos trozos de pan frito con algo encima que no he sabido que era, aunque pudiera ser algún queso, pero realmente no sabian a nada, porque los he probado. Tras el desayuno ya estaba listo para pasear por Praga y lo primero que he hecho ha sido ir a la estación de metro y comprar un billete de 24h, porque en las máquinas no admiten monedas y tenía que cambiar billetes, así que he aprovechado. El billete además me servirá mañana para ir a la estación de tren.


Una vez pillado el billete he cogido el tranvía 22 que para en la puerta del hotel practicamente y me subia al castillo, que era mi primera parada. He estado tentado de pillar la entrada del castillo y visitarlo, porque como estaba el día como estaba, al menos el rato que pasaba dentro no me mojaba, pero como tampoco voy a estar más tiempo he preferido dejarlo y ver más cosas. Aún así, se puede visitar el castillo, no los edificios promiamente, pero si entrar en el patio, los jardines de la muralla y la catedral de San Vito que está en el propio recinto del castillo. La entrada a la catedral es gratuíta, pero había tal caos en el momento en que he llegado, que lo he dejado, realmente no se la razón, pero era una auténtica marea humana la que había a las puertas. La verdad es que me arrepiento de no haber entrado, porque además se puede subir a la torre y ver la ciudad desde allí, pero hoy no era el día.


Desde el castillo, sobre todo desde los jardines de la muralla se tienen unas buenas vistas de la ciudad, lógico estando en lo alto, y los jardines tampoco es que tengan mayor interés que ese, al menos por lo que he visto y como el día no invitaba a pasear más de la cuenta no he ido a los jardines reales, así que podría resumir mi visita en un quiero y no puedo y con las mismas me he bajado, eso sí, con la intención de volver por la tarde para hacer alguna nocturna desde allí.

He bajado andando y cuando he llegado a la estación de metro de Malostranska he parado un poquito a descansar y a ver si escampaba algo, porque hasta ese momento eran chaparrones aislados y al cabo de más o menos tiempo dejaba de llover o lo hacia suavemente. Cuando he reanudado el paseo he ido hacia el puente de Carlos para cruzarlo de nuevo, pero antes he ido a la plaza de Malaostranska para hacer alguna foto a la Iglesia de San Nicolás, de vuelta ya, si, he cruzado el puente y vuelto a la plaza de la ciudad vieja, para hacer fotos es mejores condiciones que ayer cuando llegué, aunque las del reloj son mejores las de ayer, porque hoy había mucha más gente delante de el.

He salido por una de las calles con intención de ir hacia el cementerio judío, pero en un cruce he visto un edificio que me ha llamado la atención y me he desvidado de la ruta que pensaba seguir pero he llegado a la plaza de la república junto a la cual está la torre de la Polvora, que es otra de las entradas que había a la ciudad vieja, como la que esté en el puente de Carlos, de hecho las dos torres se parecen mucho. Junto a la puerta está la casa municipal que es un edificio la mar de chulo.

De vuelta a la plaza había unos puestos con artesanía y productos típicos, tampoco nada del otro mundo y he seguido caminando hacía mi destino original, pero también iba siendo hora de entrar en algún sitio para comer y he terminado en un restaurante italiano, sin intención de hacerlo, la verdad es que no se que he visto para entrar en él, pero bueno, he comido bastante bien y no he pedido pizza. Mientras esperaba la comidad he sacado la guía, que la he llevado encima todo el día, pero no se para qué, porque no la he mirado casi nada y he estado deambulando a mi aire más que otra cosa, y me he dado cuenta que me había desviado bastante del sitio a donde quería ir, así que al terminar de comer, he ido directamente al antiguo cementerio judío.


El antiguo cementerio judío me lo había recomendado Miru y Pedro, un compañero del trabajo, que me había dicho que si no quería pagar la entrada podía hacer alguna foto a través de la reja de una puerta en la parte de atrás, así que como no hay entrada individual para el cementerio y el resto de lo que incluye la más barata, que son unos 15€ son las sinagogas y Miru me había dicho que no merecían la pena, pues he ido a la puerta trasera, el problema es que una compacta con una mano pequeña si que la metes a través de los hierros que hay, pero mi cámara no, así que he hecho alguna con los hierros de por medio, de todos modos, he ido hasta la entrada y, junto a la entrada hay unos servicios públicos y como no llega hasta abajo lo tapiado, pues he hecho un par de fotos, algo más decentes y tiene que molar, pero no he entrado. He dirigido mis pasos hacia la plaza de Wenceslao, así que para ello he vuelto a cruzar por la plaza de la ciudad Vieja y he visto los puestos de Trdlos, el dulce que aditu me comentaba en la primera entrada, y algunos más, pero como acaba de comer he seguido mi camino.


En la plaza de Wenceslao, he durado más bien poco, más que una plaza es una avenida muy ancha, que termina en el Museo Nacional, que lo he visto desde el otro extremo, porque no he llegado ha hacer todo el paseo. He visto una tienda de discos y me he metido a cotillear un poco, pero no he visto nada de mi interés a pesar de tener unos precios algo más baratos que en España. Cuando he salido estaba realmente cansado y he pensado en volver un ratito al hotel, que es cuando ya he visto el comentario de aditu. En el trasbordo de Museum estaba el pica de ayer y ha entrado en el mismo vagón en el que yo estaba, pero no han llegado hasta a mi antes de que me bajase, porque lo hacía en la siguiente.

En el hotel he descansado un ratito y además tenía que volver para pillar el trípode para hacer fotos por la noche, pero tras el ratito que me he dormido, el tiempo seguía igual y he pensado que mejor salía incluso sin cámara, porque para el rato de luz que quedaba era una tontería y no iba a sacar el trípode de paseo, además descansaba la espalda un poco, que todo el día con los cacharros se notan, que uno se va haciendo mayor :P

Al salir del hotel he ido al otro castillo, sí, Praga tiene dos castillos, el otro el de Vysehrad está en la orilla contraria y más abajo, en la zona del Nove Mesto y lo tenía a una parada de Metro, así que allí he ido. El castillo, tampoco lo es tal, es una muralla y dentro hay construcciones, entre ellas la basilica de Pedro y Pablo, pero ya estaba cerrada, aunque no tenía mala pinta y junto a ella hay un cementerio, cristiano y gratuito, no es lo mismo que el antiguo judio, porque en este, aunque hay unos cuantos muertos sus lapidas no se amontonan unas encima de otras, pero había alguna que otra curiosa, pero de aquí no hay fotos, porque ya digo que no la he sacado de paseo por la tarde.

Ya casi anocheciendo he bajado para pillar el tranvía e ir a alguno de los dos sitios donde había visto los trdlos, así que he ido a una parada que estaba junto al río y dirección norte, y me he montado en el primero que ha llegado... error, porque en vez de seguir por el río, lo ha cruzado para ir a Smichov y cuando he visto un sitio donde podía hacer trasbordo me he bajado, para coger otro tranvía que me llevase, de nuevo a la orilla original y, a ser posible, a donde quería ir. He mirado uno, que parecia que me llevaba, más o menos y me he montado y cuando he llegado a un sitio ya conocido me he bajado y he ido a la plaza de la ciudad vieja y allí he probado el trdlo. El trdlo es una masa que se enrrolla en unas varillas y se pone a la brasa, luego se le pone azúcar y creo que tienen un trozo de asenjo o algo similar, el caso es que están ricos.

Como tenía algo de tiempo antes de pensar en cenar, he ido a la busqueda de algunos regalos, así me los quitaba de en medio y también las coronas checas, dejando, eso sí, suficientes para cenar. Esta mañana nada más bajar del castillo, según iba al puente de Carlos pasé por un restaurante que me llamó la atención y he pensado que era una buena opción para cenar y hacia allí he dirigido mis pasos y he cenado. No ha estado mal, aunque como había comido el trdlo hacia casi nada no he cenado mucho, era unos trozos de ternera estofada con una especie de choucrut, que no es que me apasione el choucrut, pero se ha dejado comer, además, era lo que he pedido y puedo estar tonto, pero no tanto para pedir una cosa que no quiero comer. Tras la cena he pensado que para mi Praga se había terminado esta vez, iba siendo hora de volver al hotel y preparar las cosas para mañana.

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