lunes, 22 de junio de 2015

Día 7 - Montreal - Concierto de RUSH


La noche que mejor he dormido desde que estoy en Canadá, la cama gigantesca ha tenido parte de culpa, seguro. Me desperté porque tenía sed y aproveché para colocar el barco del Virtual Regatta para llegar a Goteborg y terminar la VOR virtual. Al final no he podido ganar a mi tío, pero me he quedado cerca, pero estoy contento con el resultado. Después he seguido durmiendo un poco más y cuando me he levantado me he enterado que el Madrid de basket le había dado un buen repaso en el segundo partido de la final de liga, así que me he levantado la mar de contento. Normalmente aprovecho para escribir algo del blog o terminarlo, pero como me ha dado el subidón con la victoria del Madrid no he hecho nada más que leer noticias sobre ello.


Después de un buen rato ha sido el momento de prepararnos y salir a pasear un poco. Como el coche lo tenemos que ir a coger al aeropuerto y el autobús cuesta 10$CA hemos pensado que era mejor comprar un billete de un día que vale lo mismo y así hoy desde el momento en que activasemos el billete teníamos 24h para usar el transporte público de la ciudad las veces que quisiéramos. Como quería ir a la Ille de Notre Dame al circuito de Gilles Villeneuve había que coger metro y luego a Alberto le apetecía ir a ver el parque olímpico, así que lo íbamos a aprovechar. Aquí el metro es 0.25$CA más caro que en Toronto, el billete sencillo cuesta 3.25$CA una pasada, la verdad. En Montreal aunque se habla inglés y francés la lengua principal es el francés, de hecho, ayer la chica que nos explicó el tema del jarabe de arce tenía problemas para contárnoslo en inglés, y hoy nos hemos encontrado con otro igual, todas las indicaciones están en francés y algunas solamente en inglés y en el metro la megafonía sólo da los mensajes en francés. Hemos cogido el metro cerca del hotel y aquí, como no, el metro también es parecido al de París, es de esos con ruedas neumáticas en vez de las normales de metal.


Cuando hemos llegado a la Ille de Notre Dame el cielo estaba un poco cubierto y me temía que fuera a llover, pero al final nos ha respetado todo el día salvo cuando hemos salido del concierto, ya por la noche, que nos han caído unas gotas, pero nada del otro mundo. El circuito Gilles Villeneuve es semiurbano, no es urbano, porque no está en la propia ciudad, pero el trazado está abierto al tráfico, aunque sólo parcialmente, la pista está dividida en dos partes, un carril para vehículos motorizados y el otro para paseantes y ciclistas. Así que según hemos llegado hemos empezado a recorrer el trazado, desde la horquilla y hemos ido hasta el muro de los campeones. Se dice que todos los campeones del mundo de Fórmula 1 se han comido alguna vez ese muro. Me he hecho unas fotos junto a él, luego en la posición de la pole y junto a la línea de salida donde se lee el mensaje Salut Gilles. Al final no lo hemos recorrido entero, pero casi, hemos pasado junto al casino y luego hemos vuelto al punto de partida por el lado contrario del circuito, un buen paseo.


Después de ir a ver la bioesfera del parque Jean Drapeau hemos cogido el metro y hemos ido hasta el parque olímpico. Montreal fue sede de las olimpiadas de 1976. El estadio olímpico tiene la particularidad  de que está cubierto y tiene una torre a la cual no sabía que se podía subir, pero así es, así que hemos subido en el funicular hasta arriba para ver Montrealentero (aquí no tiene tanta gracia). La distribución de las zonas del parque nos ha parecido un poco caótica y un tanto absurda, muchos muros de cemento horribles separando áreas, escaleras para luego bajarlas pocos metros más allá, no se, no me ha parecido un buen diseño, aunque eso si el estadio es una pasada, parece una nave espacial y luego con la torre, mola un puñado. Como estos días se está celebrando el mundial de fútbol (soccer dirían por aquí) femenino hoy había partido en el estadio, Fracia vs Korea, el mundial termina el 9 de Julio y hay un reloj con la cuenta atrás a la salida del metro.


A la vuelta a la zona del hotel, nos hemos paseado por las galerías y nos hemos parado a comer en un food market, que es una zona con mesas en las que alrededor hay como puestos de comida y hemos comido japonés, pero yakisoba, nada de shushi. Estos sitios están muy bien, cuando he estado por ahí son de mis opciones favoritas para comer, porque son relativamente baratos, la comida suele estar bien y puedes elegir entre varios tipos, con lo cual siempre hay algo que te gusta. Al acabar hemos seguido por las galerías para buscar un supermercado, pero al final hemos llegado al hotel sin dar con ninguno, pero en la habitación hemos visto por internet que teníamos uno a 15 minutos andando, así que hemos ido a comprar algo para cenar y para el desayuno.


Después de un descanso en la habitación nos hemos ido al concierto de RUSH, el tercero de nuestra minigira. El concierto era en el Centre Bell (Bell es una de las operadoras de telefonía en Canadá) que es donde juegan los Montreal Canadians un equipo de la NHL. Es un poco más pequeño que el ACC de Toronto, pero aún así es impresionante la altura que tiene, tiene tres niveles de grada y gran parte de la grada inferior está por debajo del nivel de calle. Nos han pasado una raqueta a la entrada, me han mirado la bolsa, pero no me han dicho nada por meter la cámara y no le he visto ningún sentido a lo de la raqueta, la verdad, pero bueno.


El concierto ha sido, de nuevo espectácular, esta vez no iba a ser grabado y tal vez por ello una iluminación que había en Toronto sobre el público esta vez no apareció. El setlist ha sido como el del primer concierto y lo he segundo flipando como el primer día que les vimos. A mi la verdad es que me gustaría que tocaran más temas de los discos de los ochenta en adelante, pero como es una especie de regresión en el tiempo van tocando desde los temas más nuevos hasta que terminan con Working Man su primer gran éxito, de su primer disco, RUSH, del año 1974. Entre medias, tocan temas que llevaban mucho tiempo sin tocar en directo como The Jacob's ladder, y bueno, tampoco voy a ponerle pegas, porque están sonando muy cañeros y, hasta ahora, todos los conciertos han sonado muy bien.


Cuando hemos salido estaba chispeando un poco, así que a paso ligero al hotel. Nos hemos preparado un bocadillo con lo que habíamos comprado en el supermercado que estaba riquísimo. Mañana abandonaremos Canadá para meternos en yankeelandia. De camino a Philly pararemos por el Adironrack un parque nacional, a ver que tal nos va.


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