jueves, 29 de noviembre de 2012

Día 4 - Dachau


Hoy ha tocado excursión a Dachau. No tenía hora para salir, pero había puesto la alarma para que no se me pegaran las sábanas demasiado, así que sobre las nueve y algo me iba a la estación de tren para pillar la S2 hasta Dachau, aunque antes he comprado una "reisen", lo que para nosotros es una caracola en uno de los puestos de la estación, que me he comido mientras esperaba el cercanias.

A todo esto, nada más levantarme cuando he mirado por la ventana he visto que las previsiones no habían fallado y estaba nevando :D, en Múnich no se notaba demasiado, pero al poco de salir el tren a superficie se veía todo nevado, nada que ver con el día anterior, hoy todo blanquito y cayendo además de continúo. Así que cuando he llegado a Dachau estaba todo bajo un manto de nieve. Desde la estación hasta el campo de concentración hay unos tres kilómetros y, aunque hay un autobús (el 726), he preferido hacerlo andando, siguiendo las indicaciones y leyendo los paneles informativos.


Dachau fue el primer campo de concentración a gran escala creado por los nazis, se aprovechó una vieja fábrica y se construyeron las instalaciones y los barracones. Theodor Eicke que fue el primer director del campo y formó parte del desarrollo y construcción del mismo, un modelo que luego sería copiado en los multiples campos de concentración fundados por los nazis, ya que Eicke fue destinado a inspector de campos. Dachau no era un campo de exterminio, como lo fueron Austwitz o Treblinka, si no que el objetivo del campo consistia en reeducar a los prisioneros, así pues la mayor parte de ellos fueron prisioneros políticos. En este tipo de campos los prisioneros realizaban trabajos ya que como reza en la puerta al entrar en el campo "Arbeit Macht Frei", "El trabajo os hará libres". Los primeros prisioneros son los encargados de preparar el campo y acondicionarlo, más tarde, cuando pasa a estar bajo el control de las SS los trabajos se recrudecen, se uniforma y rapa a los prisioneros y los prisioneros son llevados hasta la muerte en el trabajo, haciéndoles vivir en condiciones infrahumanas y hacinados.


Cuando un prisionero llegaba a Dachau se le registraba, se le despojaba de cualquier documentación y objeto de valor y de la ropa, en ese momento se le asignaba un número, por el cual sería identificado y que debía aprenderse, como muchos prisioneros eran extrangeros y no sabían los números en alemán, los guardias se los enseñaban a base de palos, si un prisionero era llamado por su número y no respondía era castigado. Después del registro se les rapaba el pelo, duchaba y se les daba un uniforme. El trabajo se les asignaba según su valía, así pues los que sabian escribir tenían posibilidades de ocupar alguna de las mesas de registro.

En Dachau hubo alrededor de 200.000 prisioneros a lo largo de los 12 años de funcionamiento, de multiples nacionalidades, españoles hubo 604. A diferencia de Auschwitz de Dachau se tienen bastante más datos, ya que no era un campo de exterminio y además antes de ser liberado no fue destruido como lo fue Auschwitz, con lo cual hay bastantes datos y testimonios de supervivientes de como funcionaba y era la vida en el campo de concentración, aún así se estima que más de 40.000 pero tampoco se puede saber con exactitud, porque se enviaba a otros campos gente para su muerte.


Dachau tenía 34 barracones para unos 6.000 prisioneros, cuando los américanos liberaron el campo en 1945 había cerca de 30.000. Al principio cada prisionero tenía su propia litera, pero según se iba aumentando la población se constuyeron literas comunes, cuando no dormian en el suelo. En los primeros años los barracones debían quedar perfectamente limpios y ordenados cuando los prisioneros no salian, si esto no era así se les castigaba, las literas superiores eran las mejores, pero con el paso del tiempo no había peleas por ocuparlas porque de tan maltrechos que estaban les resultaba subir, así que sólo los más fuertes y resistentes podían hacerlo. El diseño de los barracones venía impuesto desde Berlín y en cada uno de ellos había baños y lavabos comunes. También había una barracón médico, aunque era más de cara a lavar la imagen que aliviar a los prisioneros de sus dolores o enfermedades, además hay testimonios de prisioneros que fueron a visitar al médico y este al no ver razón para que que fuesen allí les causaba heridas, por si esto fuese poco, al estar bajo el control de las SS también sirvió como laboratorio para experimentar con el cuerpo humano.

Aunque la mayoría de los presos eran políticos, también hubo judios, homosexuales, gitanos y todos aquellos que los nazis estimasen oportuno por la razón que fuese, para identificarlos crearon un código de colores y símbolos, así además generan discordia entre los propios prisioneros, que muchas veces no querían tener contacto con el resto de grupos, de esto modo los controlaban mejor. Las medidas de seguridad no eran excesivas, pero dado que se les hacía trabajar hasta la extenuación apenas les debían quedar ganas de huir, de todos modos, cuando algún prisionero entraba en la zona de seguridad era disparado, generalmente a la pierna, ya que no querían matarlos. El cuartel X albergaba el crematorio, su principal función consistía en eliminar los cadáveres de los muertos del campo, pero 1944 estaba sobresaturado y cuando fue liberado el campo los cuerpos se apilaban junto al pabellón, una foto de dichos cuerpos fue mostrada al mundo como imagen del horror nazi. Además del crematorio, había una cámara de gas, aunque no se tiene constancia de que fuese usada masivamente, como en todos los casos para el uso de esta instalación se llevaba a los prisioneros como si fuesen a ducharles, se les desnudaba y se les hacía entrar en la sala, que tenía duchas falsas en el techo, una vez dentro se activaban los conductos por donde el gas Zyklon B entraba en la cámara y mataba a los prisioneros al cabo de unos 25 minutos, después se ventilaba la sala y se pasaban los cadáveres al crematorio. Cada crematorio en el caso de Dachau tenía capacidad para dos cuerpos de forma simultanea, los hornos estaban conectados con la chimenea por unos conductos bajo los hornos.


Además de todo había otras dependencias, el búnker, al cual eran trasladados los prisioneros más conflictivos y eran aislados, era una especie de cárcel dentro del propio campo, aquí las SS torturaban o mataban a los prisioneros. Se suponía que había unas normas de obligado cumplimiento en el campo, de este modo, el que se las saltaba era castigado y podía acabar en el búnker, de todas formas, como siempre los guardias de las SS obraban según su libre albedrío y podían encerrar a cualquiera. El edificio que se presenta actualmente tiene 136 celdas a ambos lados del pasillo que recorre de un lado a otro el edificio.


El memorial se completa con cuatro monumentos religiosos para los católicos, judíos, ortodoxos y protestantes, además de un convento de las Carmelitas.

La visita ha durado unas dos horas y pico y me ha resultado muy interesante, luego la exposición que hay en el edificio principal da para bastante también, así que yo que pensaba que sería un ratito he pasado toda la mañana y, cuando he salido, la hora de la comida se había pasado, así que he terminado en un Subway cerca de la estación, y que no he visto otra cosa abierta donde meterme.

Después de comer me he vuelto al hotel a pasar un rato, antes de salir a pasear por Múnich y cenar, esta vez además sin la mochila, que llevo tres días con ella adosada a la espalda y ya está bien, que mañana antes de irme también tendré que ir un rato con ella. He cenado en el otro sitio que estuve la otra vez y he compartido mesa con alemanes, no me he enterado de nada de lo que hablaban, pero me han preguntado que de donde era y al decir español uno de ellos me ha señalado la camiseta, que era roja, y ha dicho "Ferrari" y le he dicho que no, que Red Bull y le he mostrado mi nueva cartera y me ha dado la mano, una pena que no hablasen inglés para poder hablar un poco de coches, además es curioso, antes que el fútbol ha salido la Fórmula 1, lo mismo que en España, ja! He cenado bastante bien y al final he terminado bebiendo un litro de cerveza... casi me mareo un poco, que se me sube enseguida, pero bueno, al salir como hace fresquillo entre que he llegado a Marienplatz para coger el tren, no me apetecia volver andando, se me ha bajado.

De camino he entrado en un Saturn y he pillado un disco de Edguy que me faltaba en oferta y el dvd de Batman renace :) Mañana último día, aprovecharé la mañana para acercarme al palacio y después de comer enfilar hacia el aeropuerto :(





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