jueves, 29 de noviembre de 2012

Día 3 - Núremberg


Esta mañana me acercaba a Núremberg en el tren de las 9:06h ya que no se porqué puedes pasar de tardar una hora y cuarenta y cinco minutos a más de dos horas y media para hacer el mismo recorrido, yendo en regional, claro, que también hay ICE, pero como no vale el Bayern Pass, pues hay que ir en regional o pagar el precio del ICE. El Bayern Pass está bastante bien, cuesta 22€ y lo puedes usar desde las 9:00h hasta las 3:00h en cualquier recorrido de los regionales de Baviera y todas las veces que quieras, como ejemplo, un sólo recorrido a Núremberg costaba casi 34€ con lo cual es un buen ahorro.

Núremberg se encuentra en estado de Baviera (Bayern) y es atravesada por el río Pegnitz, tiene una población de algo más de medio millón de habitantes y se tiene noticias por primera vez de ella alrededor del año 1050. La ciudad tiene una parte antigua amurallada y en una de sus esquinas en lo alto de una colina se encuentra el castillo. El castillo ha sido ampliado a lo largo de la historia y tiene dos partes, la más interior era destinada a la realeza, en realidad ningún emperador tuvo residencia fija en Núremberg, pero si que venían de vez en cuando y celebraban banquetes, además de haber constancia de firmas de tratados en él, la parte exterior era usada por los dirigentes para llevar la ciudad. Durante la segunda guerra mundial fue bastante dañado por las fuerzas aliadas, aunque la torre Sinwell no sufrió daños y es que Núremberg fue el lugar elegido por Hitler para los mítines del partido NSDAP, así que los aliados se cebaron bastante con la ciudad, puesto que su caída tenía parte de simbolismo para la derrota de los nazis.


Cuando he llegado primero he ido, como casi siempre, a la oficina de turismo a pedir un plano, esta vez no me han atendido en castellano, pero si que me han dado un plano en el y las indicaciones para llegar, sobre todo al castillo, que no está muy lejos de la estación, a una media hora y vas cruzando toda la parte antigua de la ciudad, que es practicamente una reconstrucción de la original, porque ya digo que apenas quedó piedra sobre piedra. De camino he cruzado la ciudad y he visto que estaban montando el mercadillo navideño, así que a Núremberg todavía no ha llegado la navidad, pero falta poco.
  

El castillo se encuentra en una de las esquinas y tiene diversas zonas accesibles, aunque hoy tenían cerrado el palacio, pero he entrado en el museo y subido a la torre Sinwel, un torreón redondo. El museo cuenta un poco la historia del castillo y luego tiene una colección de armas y armaduras. Este tipo de exhibición me gusta menos que en otros en los que te cuentan para que se usaba la habitación donde estás o el uso que se le daba al castillo pero había cosas interesantes, como una cota de malla de cuerpo entero que no he logrado adivinar como se la podían poner, porque tenía perneras y mangas... como tuviese una apertura por la espalda... Después de esto he subido a la torre y que mérito tenían antiguamente para construir ciertas cosas y con unas soluciones bastante inteligentes para aquella época, porque la escalera interior me ha parecido una gran obra.

Al bajar he terminado la visita del castillo y he salido a buscar las cuevas, y he pillado la entrada para el siguiente grupo a las 13:00h así que no me daba tiempo a comer, per si para entrar en la iglesia de San Sebaldo, un templo enorme con unas vidrieras a juego. Cuando he salido era la hora de bajar al subuselo.


Menos mal que tienen audioguía, porque la guía no habla nada de inglés, así que iba siguiendo el recorrido con la oreja pegada al chisme, primero se baja por un búnker de la II guerra mundial, bastante impresionante la entrada, ya que a modo de ejemplo hay una foto de un bombardero américano soltando bombas y una bomba colgada del techo. El subsuelo de la ciudad antigua de Núremberg está casi totalmente perforado ya que en el subsuelo se construian galerias en la edad media para la fabricación de cerveza, así que el búnker conectaba con parte de estas galerias a través de un túnel de casi 70m, del ancho de una persona y de 1.60m de altura, así que me he tenido que agachar un poco. (En la foto lo que hemos recorrido es la parte naranja).

La visita me ha gustado mucho, nos han explicado como se fabricaba la cerveza, las soluciones que empleaban en la edad media para mantener a temperatura constante las cuevas, los problemas que presentaba el subuselo y como los iban resolviendo, en fin, una experiencia bastante completa, a la que además han ayudado los electricistas que estaban poniendo las señales de salida de emergencia cortándonos tres veces la luz, menos mal que la guía iba preparada con una linterna. Al terminar nos han explicado como se fabrica actualmente la cerveza y cuando he salido era la hora de la comida, bueno, un poco más tarde de lo normal aquí, pero me he acercado a un sitio que había visto al ir hacia el castillo y que no tenía mala pinta.


Por la tarde era la hora de aprovechar para ir a ver el Núremberg nazi. Aquí he perdido más tiempo de la cuenta porque en vez de irme hacia el centro de documentación me he ido al edificio donde se celebraron los juicios, así que he tenido que volver sobre mis pasos y coger el tranvía, después de haber llegado hasta allí en metro, pero lo he hecho con el mismo billete, creo que no lo he hecho mal, porque ponía que durante hora y media se podía usar, de todos modos, como nadie me lo ha pedido, no ha habido problema y es que una de las cosas de aquí es que pagas casi si quieres, porque a diferencia de Praga, por poner un ejemplo, no he visto a ningún "pica" en ninguna parte y para entrar en el metro no hay ni tornos, pero bueno supongo que la gente es decente y paga su billete, al menos yo lo he hecho.

Una vez llegado al centro de documentación antes de entrar me he acercado al campo de Zeppelin, junto a este campo está la grada desde donde Hitler soltaba sus discursos a los militantes del partido, actualmente la grada, aunque no recibió daños durante los bombardeos ha perdido parte del "explendor" que tuvo en el mejor momento del NSDAP y es que las columnas no han aguantado el paso del tiempo y se demolieron, lo mismo que las torres laterales que están sólo a la mitad de la altura original y, por supuesto, la cruz gamada que coronaba el centro de la grada, que fue detonada tras la ocupación aliada y rendición de la ciudad como simbolo de la muerte del nazionalsocialismo. Aún así cuando me he puesto en el sitio que Hitler ocupó dando sus charlas he pensado en lo que debía ser aquello con doscientos mil alienados ciegos siguiendo a su líder. El campo de Zeppelin está igual que la grada un poco dejado de la mano, pero aún estando como están las cosas se invierten todos los años varios miles de euros en su conservación.


Estos dos elementos son sólo una parte de todo lo que Hitler diseñó o pensó como arquitecto mayor del estado y que Albert Speer ejecutó. El complejo está explicado en el centro de documentación que he visitado después y era, un proyecto inmenso que se detuvo practicamente cuando Alemania invadió Polonia y dio comienzo la II guerra mundial, aún así se llegaron a construir algunas cosas, como el edificio donde está el centro de documentación a imagen y semejanza de un foro romano, la grada, el campo de marte donde en los días de mitín se celebraban juegos bélicos, todo con un estilo sobrio destinado a impresionar y dar la sensación a la gente de que son muy pequeños en comparación.

A la salida ya era un poco tarde, porque además quería volver en el tren de las 19:10h, por aquello de no llegar muy tarde, así que tras hacer una foto nocturna al centro de documentación desde la otra orilla del lago, que no se por qué estaba seco, me he ido a coger el cercanías y ya en la estación esperar la salida de mi tren para Múnich.


Una visita muy interesante la de Núremberg, aunque con tantas cosas por ver me he quedado corto, porqeue hay bastantes museos, entre ellos uno de Durero, y es que la ciudad tiene bastante historia, aunque parte de ella sea triste.

Mañana aún tengo que decidir que hacer, pero supongo que me acercaré a Dachau...otro lugar de esos que no debemos olvidar para que no se repita, aunque viendo al genero humano es complicado porque cometemos muy a menudo los mismos errores.



2 comentarios:

Carmen dijo...

Yo de Nuremberg solo vi la zona del castillo las dos veces que fui. la segunda porque creo que me pasé horas en el mercadillo navideño mientras mi madre se paraba en todos los puestos >_<

Dachau parece pequeño, pero a mi me impresionó mucho.

norber dijo...

Pues vaya, la verdad es que Núremberg tiene bastantes cosas para ver.

Dachau me ha parecido muy grande, además lo que es la exposición del campo de concentración tenía para horas viendo todo, muy interesante.