sábado, 24 de marzo de 2012

Nocturnas en Lanzarote



El fin de semana del 9 de Marzo estuve en Lanzarote haciendo nocturnas. El viaje no empezó demasiado bien, la verdad. Compramos los billetes en Noviembre más o menos, para un vuelo que salía el viernes a las 15:50h, una hora perfecta, puesto que por la mañana podía estar trabajando en T2, hacer el check-in, en un momento y meterme en el avión, sin embargo Air Europa nos avisó que se cambiaba de equipo un par de meses antes y, además, de hora, saldríamos a las 15:25h. El horario seguía sin estar mal y además ganábamos en el tipo de avión porque iríamos en un A330, pero un par de fines de semana antes del vuelo nos vuelven a cambiar el horario, esta vez a las 7:50h de la mañana... este horario no me gustaba nada, porque ya me obligaba a coger un día de vacaciones que no tenía intención alguna de coger, pero no habiendo otra opción, o el reembolso, pues eso, lentejas, así que al final salíamos a las 7:50h de la mañana del viernes y, además, en un B738, como estaba programado en un principio.


Mario es un poco agonías con el avión tuvo una mala experiencia un día con IB y se piensa que ya siempre le va a pasar algo así, así que me estuvo llamando mientras iba de camino que había mucha cola, que me diera prisa.
Cuando llegué a la cola donde estaba Mario pasamos un par de polos y el neceser a mi maleta, de esta forma no se pasaba de peso, Mario iba a dar uno de sus cursos, así que llevaba la maleta con un montón de cosas y se pasaba. El caso es que no se dio cuenta que nostros ya habíamos hecho el check-in y que teníamos tres mostradores sin gente para soltar la maleta... así que hizo el canelo en la cola.


El vuelo fue tranquilo, nos cambiamos de sitio porque el avión iba medio vacío, supongo que mucha gente no pudo pedir días o, simplemente no le venía nada bien el cambio de horario y por eso lo cambiaron de nuevo al pequeño. Llegábamos a Lanzarote sobre las 9:30h hora local. Cuando vamos juntos, lo que hacemos es que Mario se va al mostrador del alquiler de coches y yo mientras recojo las maletas, así que en Lanzarote hicimos lo mismo, pero la maleta de Mario no llegó, así que al mostrador del handling y a reclamar la maleta. En principio vendría en el vuelo del día siguiente. Esto trastocaba un poco los planes, porque en la maleta iba el proyector, los dossieres del curso... así que Mario tuvo que arreglar esas cosas por teléfono con Toño, el contacto que tiene para la organización de los cursos en Gran Canaria y, además estaba el problema de la ropa, por suerte, habíamos pasado algo a mi maleta y el neceser, pero no tenía mudas, así que tuvo que comprarlas.


Como hasta el medio día no nos daban el apartamento estuvimos por la mañana en las localizaciones del curso del día siguiente y, al medio día, nos bajamos a Arrecife a comer, en esas estábamos cuando llamó Rocío, que ya estaba en el aeropuerto, Mario se pensaba que llegaba al día siguiente, pero no, ella también tuvo problemas con el vuelo y al final cambió los billetes para volar con IB y la vuelta el lunes, en vez del domingo. Así que nada más terminar de comer la recogimos.


Rocío es una de las habituales de los cursos de Mario, el de Lanzarote iba a ser su séptimo curso, aunque se lo toma como yo, fin de semana de fotos, si además se junta un buen sitio, mejor. Nosotros estábamos un poco molidos, así que en cuanto nos dieron el apartamento practicamos el deporte nacional.



A última hora de la tarde llegaban Emma y Julia desde Tenerife, así que una vez que estuvimos todos nos fuímos a cenar y después a noctambulear un poco. La noche estuvo bien, a las tinerfeñas no las conocía, bueno, a Rocío tampoco, y la verdad es que lo pasamos bien, la primera foto es de esa noche, en la playa de Famara.


Casi me pasa lo mismo que la anterior vez que estuve en Lanzarote, que se cae la cámara, esta vez tuve suerte y cuando llegó la ola lo cogí, pero eso no evitó que me mojara los pies y que el resto de la noche los llevase empapados.


Al día siquiente, temprano, demasiado para mi gusto, aparecieron las tinerfeñas por el apartamento para irnos por ahí. Mario no había recibido la maleta y además tenía que preparar las cosas para el curso de la tarde, pero eso no impidió que nos dieramos un paseo hasta los Jameos del Agua, un sitio que la otra vez no visité y que me quedé con ganas, lo mismo que la cueva de los verdes. Tras la visita turística era hora de comer, pero en el viaje de vuelta Rocío demostró saberse el curso de Mario de arriba abajo, así que nos reímos un buen rato con las coletillas que Mario dice y las anécdotas que cuenta en todos los cursos. Mario se fue nada más comer a Teguise para acondicionar la sala y el resto nos quedamos haciendo un poco de sobre mesa, hasta ir al curso.


Durante el curso, como por la mañana habíamos tenido con Rocío las coñas de las cosas de Mario, cada vez que Mario contaba o decía alguna de las habituales nos daba un poco la risa. El curso fue bien, pero sin los dossieres, porque la maleta tampoco llegó por la tarde, tal vez a la mañana siguiente llegaría. Después de la cena, como siempre, a poner en práctica lo aprendido durante el curso en tres localizaciones.


Volvimos a tener una noche perfecta, esta vez mejor que el día anterior incluso, había menos viento, aunque había un poco más de bruma cuando bajamos a playa Famara y aunque en el castillo pasamos algo de frío y, sobre todo, humedad, una vez abajo la noche estuvo genial. Durante las prácticas Mario, logicamente tiene que estar con los alumnos, así que nosotros cuatro estuvimos casi toda la noche juntos, un poco a nuestro aire, aunque Emma, después de la primera localización estuvo con Mario. El resto terminamos a llegando casi a las cinco de la mañana, de la última localización la de la playa salimos bastante después de los últimos del curso y es que se estaba muy bien y nos apetecia hacer una foto al molino. Cuando la tuvimos fue la hora de volver.


Al día siguiente, por la mañana, es cuando Mario se dedica en el curso a la parte de procesado y a comentar las fotos de los alumnos de la noche anterior, pero antes de ello, le llegó, por fin la maleta. Parece ser que se dio un paseo por Amsterdam, porque tenía un precinto del aeropuerto de Schipol, cosas que pasan.


La parte del curso de la mañana se me hizo pesadísima, Julia ni fue, se quedó en los apartamentos tomando el sol, plan que tampoco me molaba nada, pero a la salida del curso no estaba esperando y los cinco nos fuímos a comer.


Lo hicimos en un sitio en Teguise la mar de chulo, en una terraza tipo chill-out y además bastante bien, la mejor comida del fin de semana. El problema es que era tarde y salvo Rocío que se iba al día siguiente los cuatro restantes no podíamos quedarnos todo el rato que nos hubiese apetecido porque teníamos que ir al aeropuerto para volver a nuestros lugares de origen, una pena, porque se estaba la mar de agusto.


En el vuelo de vuelta no tuvimos problemas de perdida de maletas ni nada, sólo la tristeza de volver de un fin de semana que recordaremos por las risas y los grandes momentos que pasamos, además me traje alguna foto decente, así que para mi fue perfecto. Creo que Lanzarote tiene algo que, hasta ahora, el resto de las islas que conozco no me han sabido transmitir, no se como explicarlo, pero cuando estuve la anterior vez también lo pasamos muy bien y por la noche, cuando estuvimos haciendo las fotos estuve muy comodo, como si el tiempo no pasase, estás haciendo algo que te gusta y te da igual todo lo demás, salen las fotos, mientras que otras noches no tienes esa magia o no estás tan inspirado y no te sale nada y no tienes las mismas sensaciones. Espero volver, de hecho, creo que volveremos un fin de semana los cinco de nuevo, sin curso, porque lo pasamos muy bien y probablemente no será como esta vez, pero estoy casi seguro que será otro fin de semana para recordar.

1 comentario:

Carmen dijo...

Tus fotos casi siempre son decentes, te quejas por vicio :P

Que te pierdan la maleta debe ser una putada. A mi aún no me ha pasado, pero sé que es cuestión de tiempo ^^u

Nos vemos :)