La primera etapa del viaje consistió en llegar a
Koh Kood, la primera de las tres islas que íbamos a visitar, estar, en este
viaje. El viaje comenzaba pronto, muy pronto, a las 6:20h de la mañana debíamos
estar en Barajas para facturar, ya se sabe, dos horas antes de la salida del
vuelo, al final es un tiempo aproximado, pero en mi caso siempre prefiero estar
antes de tiempo, que nunca se sabe.
Después de una noche sin dormir Miguelito hacía el
favor de llevarme al aeropuerto en donde ya me estaban esperando Amaia y
Lorena. Una vez juntos nos fuimos a entregar las maletas, ya habíamos hecho el
auto check-in anteriormente, pero aún así nos imprimieron las tarjetas de
embarque y dejamos las maletas que tendríamos que recoger en Bangkok, destino
final, aunque antes, al volar con Qatar, teníamos escala en Doha.
Como salíamos de T4S nada más pasar el filtro de
seguridad nos fuímos a coger el APM para llegar allí y así nos quitábamos de en
medio los tramites de seguridad y pasaporte. El embarque empezó con un poco de
retraso, pero como el avión no iba lleno se hizo rápido. Se suponía que íbamos
a volar en A350, pero Qatar cambia bastante los equipos y desde hacía unas
semanas casi todas las frecuencias se hacían con B788, me fastidió un poco el
cambio porque quería probar el A350.
El vuelo a Doha son unas seis horas, no se hicieron
demasiado largas, por que entre los dos servicios de comida y el rato que
estuve durmiendo se me pasó enseguida, eso si, detrás de nosotros tuvimos a un
grupito de plastas que estuvieron rascando todo el vuelo, pero cuando digo
todo, es todo, unos plastas de mucho cuidado, porque además ¿para qué van a
bajar la voz si se puede conversar como el que está en el bar tomando unas
cañas con los amigos? Lo peor de todo es que iban a coger también el avión a
Bangkok y nos podía tocar de nuevo su
"grata" compañía.
El nuevo aeropuerto de Doha no tiene nada que ver
con el antiguo y es bastante chulo y amplio, sigue la tendencia de ser casi más
un centro comercial que un aeropuerto, en este caso además había tiendas
propias de marcas, casi todas ellas bastante caras. Como teníamos un buen rato,
más de dos horas, estuvimos paseando un poco y haciendo tiempo. La cobertura
wifi para el móvil no era muy allá y se me estuvo desconectando continuamente,
aunque aproveché un poco para pokemonear algo, aunque poco, la verdad.
El vuelo a Bangkok también empezó con algo de
retraso, en este caso nos tocaba volar en un B773 y la verdad es que estaba muy
nuevo por dentro, tenía la nueva cabina de Qatar y me gustó bastante, a pesar
de la odiosa configuración 3-4-3, que en nuestro caso fue en las últimas filas
3-3-3 y en los tres centrales, que eran los únicos sitios que cuando hice el
check-in nos permitían estar a los tres juntos. Esta vez el vuelo fue nocturno y nada más terminar el servicio de
cena me dormí y me desperté para el desayuno, así que muy bien. Esta vez
nuestros "amigos" los brasas no estaban cerca y no hubo ningún
sustituto, así que fue un vuelo de lo más comodo.
El recuerdo que tenía de la anterior vez que estuve
en Tailandia es que el aeropuerto de Suvarnabhumi tenía una inmigración lenta,
pero esta vez tardamos bastante poco en pasar el trámite y cuando llegamos a la
cinta ya estaban nuestras maletas, así que en muy poco tiempo estábamos fuera
esperando a Patxo. Como habíamos quedado con él frente a las tiendas de
tarjetas telefónicas aproveché para comprar una de datos para pokemonear un
poco.
Tras esperar un poco a que llegar empezaba la parte
más pesada del viaje, el ir al sur, al muelle de Laem Sok para coger el barco a
Koh Kood. Patxo y Amaia habían reservado un shuttle desde el aeropuerto, así
que cuando estuvimos los cuatro nos montamos en la furgoneta y a pasar otras
cuatro horas de viaje hasta el muelle. La idea que teníamos era el no dormir, así
que el viaje lo pasé viendo dos capítulos de Daredevil, viendo el paisaje y
como conduce la gente por estos lares. Antes de llegar paramos en una
gasolinera y pudimos estirar un poco las piernas, además de comprar alguna cosa
para comer algo y matar el hambre. Al final llegamos con tiempo al muelle en
donde teníamos que coger el ferry hasta la isla, otra hora y pico, que
aproveché para adelantar esto.
Una vez que hemos llegado a Koh Kood al muelle de
Ao Salad nos han montado en una de las pick up que estaban esperando.
Distribuyen a la gente que viene en el ferry y la llevan a donde sea. No se
cuantas habría pero una docena o así seguro, en la nuestra íbamos nosotros
cuatro y otros cinco o seis más, asi que íbamos algo apretados. El viaje hasta
el resort no fue muy largo, la isla es relativamente pequeña, pero un tanto
incomodo, ya que íbamos apretados, las cuestas y estar pendiente de que no se
fueran las maletas volando en algún momento. El tiempo se había ido cubriendo
un poco y estaba amenzando tormenta.
Una vez
en el resort nos asignaron las cabañas y una vez instalados empezó a caer una
buena tromba de agua, así que esperamos a que escampara un poco mientras nos
instalábamos y una vez paró volvimos a la recepción, que es donde estaba el
restaurante y comimos algo para matar un poco el hambre, ya que no era la hora
de la comida, pero tampoco la cena, así que decidimos comer algo ligero y cenar
más tarde en condiciones. Al terminar de comer el cielo no se había abierto,
pero había parado de llover y nos fuímos a la playa. La playa estaba bastante
bien, la verdad, con sus típicas palmeras, un columpio y en el extremo
contrario un bar playero donde alquilaban kayaks, gafas de buceo... Al final
pasamos la tarde entre la playa y la piscina, en donde el agua estaba más a una
temperatura de mi gusto, algo más fresca, porque la de la playa, aunque no
llegaba a ser el caldo del Mediterráneo, estaba bastante caliente, así que me
dedicaba a buscar corrientes frías. Aprovechamos también, ya que había tormeta
a lo lejos, para hacer algunas fotos.
Al ser el primer día también cenamos en el resort y una vez terminamos nos
fuimos a las casitas a descansar. Empezamos a ver una serie en Netflix, pero
nos estábamos quedando dormidos, así que decidimos dejarlo para otro día
después de cinco minutos.
1 comentario:
llegar para disfrutar de esa pedazo tormentas y vista merece toda la pena y cansancio, cómo mola :D
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