El día más triste del viaje, el último, como siempre y que termina llegando antes o después. Con el hotel había acordado el salir en el shuttle de las 10:00h de la mañana, la verdad es que era muy pronto, porque estaba cerca del hotel y mi vuelo no salía hasta las 14:40h, pero prefería estar por el aeropuerto que en la habitación del hotel pasando el rato, porque total, descansar, no iba a descansar mucho y además como siempre, aunque he puesto el despertador muchos días, antes de que que sonase ya estaba despierto, y el último día tampoco fue una excepción, así que un poco antes de las 8:00h estaba despierto y preparando las cosas para el viaje, entre ellas la maleta, que la noche anterior no había hecho nada, pero que en realidad tampoco tardo nada en preparar. Como terminé bastante antes de lo que pensaba me dio tiempo a preparar una de las fotos del día anterior del A380 para subirla a flickr.
Un poco antes de la hora acordada bajaba a la recepción y me montaba en la furgoneta, iba con otra persona más y ya está. El servicio funciona cada hora, así que la gente se irá repartiendo según su conveniencia y de todos modos, aunque no hubiesen tenido el servicio de shuttle en el metro eran dos paradas y se tarda igualmente poco, pero bueno, es más cómodo la furgoneta, además el conductor no se lo tomó en plan piloto de rallyes y fuímos muy bien. Al llegar a la terminal lo primero que hice fue facturar la maleta para no tener que ir con ella cargada. Los mostradores de Lufthansa estaban practicamente vacíos y solté la maleta enseguida, no llegaba a los 17kg, con trípode incluido y es que el tener los hoteles con lavadoras es muy cómodo y te evita el llevar más ropa de la necesaria, esto lo aprendí de unos amigos que estuvieron en Japón y desde entonces lo aprovecho. Como el día del viaje a Jeju me dijeron que esperase un poco a que pasase el escaner la maleta, y es que creo que si vas con algo más de tiempo del normal es cuando te la miran, pero vamos tampoco lo entiendo muy bien, el caso es que al poco ya me decían que todo bien y que era libre para ir a la zona de embarque.
Como tenía mucho tiempo y aún me quedaban algunos wones para gastar, porque si los cambiaba tampoco me iban a dar mucho, pues me busqué un sitio para desayunar o comer algo, más bien sería comer, porque lo que era la hora del desayuno ya se estaba pasando y al final terminé con un plato de bibimbap. Al final me costó un poco, pero lo terminé. Había consumido un poco del tiempo que tenía hasta la hora del embarque, pero aún así tenía un buen rato por delante, así que pasé el control de pasaportes, me pusieron el sello de salida y pasé a la zona de embarque en donde me puse a pasear y ver si podía pillar algún avión curioso, aunque esto último estaba complicado porque los cristales daban bastante reflejo y no podía pegar todo lo que quería el objetivo.
Mientras estaba con el paseo empezaron a poner una música tradicional coreana y a anunciar una especie de demostración de algo que tenía que ver con las antiguas dinastias coreanas y había un pequeño desfile con un grupo de gente vestida del modo tradicional, al final te podías hacer una foto con ellos y se hizo un pequeño revuelo con ellos, la verdad es que estaba curioso y sirvió para entretener un poco a la gente antes de embarcar. Después de esto me fui hacia la puerta de embarque, que la tenía en el otro edificio de la terminal, así que como en Madrid, hay que coger un APM entre ambas terminales.
Lo que sería el edificio satélite de Incheon es un dique a lo largo como el T4S de Barajas, aunque la cubierta de la T4S es más molona. Estuve paseando de un lado a otro spotteando un poco, aunque tuve el mismo problema con los cristales, pero al menos en algunos casos pude evitar los reflejos y en general no estaban muy sucios, así que pude pillar otro A380 de Korean mientras lo movían de los remotos a finger. Mirando tiendas y con aún unos wones en el bolsillo definitivamente los tenía que gastar así que terminé comprando una almohada de estas para el cuello para dormir, que además estaban casi 10€ más baratas que en Frankfurt, por ejemplo, y como aún me quedaron algunos wones los terminé de gastar comiendo un par de donuts y una limonada, si, había terminado hasta arriba del bibimbap, pero ya había pasado tiempo suficiente para comer algo más.
Al final llegaba la hora de embarcar y el momento definitivo de despedirse de Corea. Aunque tenía que haber pedido salida de emergencia al facturar no lo hice y me quedé con el asiento que había solicitado, el 48K tirando hacia la parte trasera y con ventanilla, según vi como se iba llenando el avión pensé que con un poco de suerte no iba a tener compañero de viaje y, aunque uno amagó, al final no se quedó y por suerte tuve los dos asientos para mi solo durante todo el viaje. A diferencia de la ida y, a pesar de tener los dos asientos, no puede apenas dormir, no sabia como colocarme y bueno, un lio, de todos modos no me convenía descansar mucho, porque llegaría a media noche a Madrid y si quería evitar el jetlag, pues era mejor llegar molido y dormir ya normalmente en Madrid. Durante el vuelo nos dieron dos servicios de comida caliente y uno a medio viaje a elegir entre unos noodles o un bollo, me quedé con los noodles picantes. Como a la ida no hice uso del sistema de entretenimiento individual y es que a pesar de tener entre películas y documentales 64 opciones no había ninguna que me llamase demasiado la atención y las que me interesaban ya las había visto y no me apetecía demasiado repetirlas, total que entre las medio cabezadas el ereader y el walkman pasé las once horas de viaje llegando a Frankfurt a la hora prevista, a las 19:00h más o menos.
En Frankfurt nos dejaron en la última posición del dique así que tuvimos que darnos un paseíto por todo el dique hasta la zona de control de pasaportes, donde antes de enseñarle el pasaporte, ya me saludó con un "Hola, como estás" con acento alemán, eso si, pero muy agradable, revisó el pasaporte y de vuelta a Europa. En otras ocasiones he tenido "problemas" con la mochila de la cámara y me la revisan de arriba abajo, pero esta vez en ninguno de los controles tuve ese problema, así que definitivamente estaba en Europa. El tránsito en Frankfurt era de una hora y poco hasta la hora de embarque del vuelo a Madrid, así que controlé un poco la puerta de embarque y luego me dediqué a pasear un poco por la terminal.
A la hora del embarque la anunciaron y cuando ya había gente esperando en la cola, anunciaron que el vuelo se retrasaba cuarenta minutos... a los pocos minutos además recibía un SMS de Lufthansa avisándome de ello, así que estuve entretenido con mi prima por whatssapp y con algunos amigos, porque en el lado aire de Frankfurt la conexión wifi es gratuíta, creo que esto no lo copiarán en Barajas, porque sólo se copia lo malo, lo bueno, no, porque en Frankfurt también cobran por los carritos, dos eurazos... y esto si que lo hemos copiado. De todos modos queda un poco lejos de Múnich donde en la terminal de Lufthansa tienes wifi gratis, periódicos y máquinas de café para prepararte un café o un te gratis, esto tampoco se copiará, seguro.
Después del retraso, que no sabemos muy bien a qué fue debido, porque el avión estaba en el finger desde el principio, aunque es posible que tuviese que ver con una de las ruedas, puesto que había un técnico revisándolas, por fin embarcamos. El avión un A321 ya iba hasta las trancas principalmente de pasaje ibérico. Como a la ida servicio de comida caliente en vuelo que fue pasta, como la última comida que me habían dado en el vuelo desde Incheon. Esta vez si que me dormí un buen rato y cuando me quise dar cuenta estábamos en aproximación a Barajas. Entramos por 33R y en el carreteo hasta la terminal ya sonaban los móviles, ya que cuesta mucho esperar a que el avión esté parado en el finger para ver lo que tienes en el whatssapp durante las dos horas que has tenido el móvil apagado, en fin, lo mismo que el ponerse de pie antes de que el avión esté parado, me gustaría que alguna vez el piloto diese un frenazo un poco más brusco y se metiesen un golpe, por listos y caga prisas.
Y en Barajas eramos los únicos que estábamos en la sala 6 y en vez de ponernos en la cinta 1 que además está más cerca de la puerta, nos pusieron en la 14, la última, así tardan un poco más las maletas, también es cierto que no más de dos minutos, y se pisa toda la sala en vez de la entrada solo, son detalles tontos, pero que se podían tener en cuenta, por cierto, de todo el pasaje del avión sólo tres personas pagaron el euro para coger el carrito, creo que el negocio va a ser rentable... en fin, ya estaba en Madrid y se terminaba el viaje. A la salida me estaba esperando Miguelito y a casa.
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