Aunque ha habido algún que otro viaje por medio, pasé unos cuantos días en Escocia el año pasado, o el viaje a Frankfurt para spottear y ver a David Gilmour en Wiesbaden este verano, al final, por una razón u otra no he llegado a poner nada de ellos en el blog, que al final lo tengo como diario de viaje. Así que a ver si en este viaje recupero la costumbre. Este viaje es un poco diferente a los que normalmente hago, la mayoría de las veces, aunque vaya acompañado, el que organiza el viaje soy yo, pero en este no, en este me he puesto en manos de mi primo Luismi. Durante la boda de mi prima Marina me comentó que pensaba viajar en otoño a Marruecos que si me animaba. En principio Marruecos no entraba en uno de esos destinos a los que querría ir, pero podía ser una buena oportunidad yendo con alguien que está acostumbrado a moverse por el país, además de que me serviría para eliminar África de los continentes que me quedan por pisar, además este año tenía pensado no viajar muy lejos, puesto que estoy actualizando el equipo fotográfico y la economía no está para muchos más caprichos.
Así pues hace unas semanas me decidí a hacer el viaje. Durante estos días, hasta el día del viaje, no he tenido que organizar nada y tampoco me he preocupado de mirar mucho, me he puesto totalmente en las manos de mi primo, así que será un poco sorpresa todo. Como el plan que tenía Luismi era pasar el 4x4 y luego movernos con él, lo normal era que me hubiera ido a Cáceres y desde allí empezar el viaje juntos, pero como tenía que dejar el coche en el taller para unas reparaciones, pillé un vuelo a Tánger y ya continuamos juntos el viaje. El billete lo pillé con Avios y al hacer el check-in online me encontré, no se si por eso, una invitación a la sala VIP, así que las primeras líneas de esta entrada las he escrito allí después de desayunar.
El viaje se me ha hecho algo largo, y eso que sólo era una hora y media corta, el avión un CRK de apenas 5 años es muy comodo, además no he tenido vecino y he ido en salida de emergencia, con lo que tenía bastante espacio para las piernas. Una vez llegado a Tánger he sido recibido por el mismo tiempo que a la salida, lluvia... En el aeropuerto de Tánger no hay finger, así que desde que bajas del avión a la terminal vas andando, y entras en la sala de control de pasaportes, una vez sellado, el primer sello del nuevo pasaporte, ya estaba en Marruecos. He cogido la maleta, que, lógicamente ya estaba en la cinta, realmente antes de entrar en la terminal ya habían descargado la bodega y he salido, pero he tenido que pasar antes el equipaje por un escáner y, como no, me han hecho abrir la mochila de la cámara, han curioseado un poco y a correr.
Al aeropuerto sólo pueden entrar pasajeros, los acompañantes se tienen que quedar fuera y allí estaba mi primo Luismi, bajo una carpa esperando, hemos cogido el 4x4 y, tras desayunar un algo Luismi, hemos salido hacia Marrakech unos 570km de autopista de pago, pero que tampoco ha sido tanto en el bolsillo. El viaje lo hemos hecho pasados por agua hasta bien pasado Casablanca, justo cuando ha empezado a cambiar el paisaje y de un paisaje parecido al de Castilla la Mancha, o al menos eso me ha parecido, hemos pasado al desierto y al sol, aunque ya en el ocaso, hemos entrado en Marrakech justo cuando estaba desapareciendo por el horizonte.
Menos mal que conduce Luismi, porque por aquí cada uno va un poco a su aire y lo de las rotondas es, al contrario que en España, el que entra tiene preferencia, así que te puedes encontrar unos coches parados en medio de la misma dejando pasar a los que entran, aún así pensaba que eran más de usar la bocina para hacerse notar, pero al menos lo que he visto por ahora, no. En general me ha sorprendido el buen estado de las carreteras, aunque hemos pasado por un puente recién construido, el más largo de África de tipo atirantado y me ha parecido que no tienen muy claro el concepto de horizontalidad en la plataforma, porque tenía unos badenes un tanto pronunciados.
Hemos llegado al hotel y hemos descansado un poco antes de ir a cenar a la plaza Yamma el Fna, una plaza enorme donde hay una parte con corrillos de músicos, puestos de comida y un trasiego incesante de gente. La cena ha estado bien, variado, el camarero veía "Aquí no hay quien viva", porque nos ha comparado al Recio y Amador, la verdad es que un personaje el amigo... luego apenas hemos dado una vuelta y nos hemos vuelto al hotel a descansar, que además estaba empezado a llover... espero que no nos hayamos traído la lluvia con nosotros y a partir de mañana tengamos buen tiempo. Las fotos son del móvil, hoy no he sacado la cámara de paseo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario