Una de las cosas que me atraían para venir a Corea era la DMZ. ¿Qué es la DMZ?, pues la zona desmilitarizada que se creó entre las dos coreas, es una franja de tierra, de cuatro kilómetros de ancho a lo largo de toda la frontera, dos por cada uno de los países, la idea es que esta franja de terreno esté totalmente desmilitarizada, aunque sea controlada por militares. En 1948 tras la segunda guerra mundial Rusia y Estados Unidos definen la frontera que separará las dos Coreas, esto es así, porque hasta ese momento Corea había estado ocupada por los japoneses, pero tras la derrota de estos, los vencedores se repartieron Corea, quedando establecida la frontera alrededor del paralelo 38. El 25 de junio de 1950 Corea del Norte invade por sorpresa a sus vecinos del sur, la invasión les lleva a ocupar la práctica totalidad de la península, sólo resistiéndose el sur, Busán. En septiembre de ese mismo año se realiza un desembarco en Incheon por parte de las naciones unidas y se recupera Seúl, pero la guerra dura hasta 3 años después cuando se firma el armisticio, esto es así, porque aunque los aliados habían recuperado la practica totalidad del terreno, incluso del norte, China apoyó a la parte Norte y al final a aquello le tenían que poner punto y final de algún modo, así que se restablecen de nuevo los límites impuestos tras la segunda guerra mundial y se crea la DMZ.
Así que esta mañana tempranito, he tenido que ir al sitio donde había reservado mi excursión a la DMZ, una excursión, que todo sea dicho no tenía todas conmigo de poder hacer, puesto que el tema con el vecino del norte está como está, pero vamos, que sin problema, hemos podido hacer todo el tour :). He desayunado deprisa y corriendo, porque el desayuno lo abren a las 7:00h y yo debía estar en el sitio a menos diez, así que casi con el desayuno en la boca he salido hacia el Lotte Hotel que resulta que está más cerca de lo que pensaba y me han sobrado diez minutos... además después de pagar la excursión, nos han dicho que salíamos a las ocho y media... así que he ido a la plaza del ayuntamiento hacer algunas fotos, porque ha salido un día de lujo.
Cuando he vuelto hemos montado en el bus, íbamos ocho personas en el tour internacional y unos dieciseis japoneses, que aquí son, de largo, la mayor parte de los turistas que ha por aquí. El viaje hasta la primera parada era de una hora, así que la primera mitad del viaje han estado explicando un poco la historia en japonés y luego nos ha tocado a los de inglés, del grupo inglés, eramos cuatro yankees, cuatro europeos, dos belgas, un escocés y yo. Para salir de Seúl no hemos tenido demasiados problemas en las avenidas tienen unos carriles separados por líneas azules por donde sólo pueden circular autobuses, como nuestros carriles, bus, vamos, pero en las paradas que no están enfrentadas, pueden pasar los rápidos a los lentos sin invadir el resto de carriles, así que se avanza bastante.
Después de esto el siguiente punto de interés era la estación de Dorasan. Una magnífica instalación moderna y funcional, pero sin mucho sentido, me ha recordado a ciertos aeropuertos españoles o similares, el caso es que Dorasan es la estación más al norte donde paran los trenes en Corea del Sur, a partir de aquí sigue la línea a Pyongyang y de allí hasta Europa, así que la línea sería muy interesante desde el punto de vista comercial, ya que reduciría los costes para el envío de mercancías, que no de tiempo, pero la línea no ha llegado a usarse, según la guía, tal vez un par de veces para mover mercancías y ninguna para pasajeros...
Lo siguiente que tocaba era el observatorio Dora, un punto en lo alto de la montaña desde donde se ve la DMZ y, en un día como hoy, limpio y despejado Corea del Norte y sus montañas peladas de árboles. El problema está en que no puedes hacer las fotos desde la barandilla, si no que hay una línea amarilla, a dos o tres metros del borde y cuando disparas, casi lo único que ves son los telescopios y poco más, una pena, porque hoy se veía bastante bien todo. He intentado hacer una cosilla con una especie de taburete, pidiendo permiso antes, pero o no me he explicado o no me ha entendido, pero cuando lo he llevado detrás de la línea amarilla y me he ido a subir para hacer alguna foto, me han dicho que mejor, no, que se llevaban el chisme a su sitio junto a la barandilla. Así que mi gozo y el de alguno más que estaba tomando nota para hacer fotos en un pozo. Aquí hemos estado un ratillo, porque la verdad el sitio estaba chulo, de hecho he mirado por el telescopio y normalmente no lo hago, pero es que pocas oportunidades como esa hay.
Cuando hemos bajado nos hemos dirigido hacia lo que es la DMZ y lo que es el tercer túnel, que era nuestra siguiente parada y es que los norcoreanos en un momento dado en los años setenta pensaron que molaría invadir Seúl y pensaron que hacer unos túneles era una buena idea, así que construyeron cuatro... los dos primeros los descubrieron los surcoreanos de casualidad y al final terminaron encontrando cuatro. Lógicamente los vecinos del norte cuando los del sur los descubrieron dijeron que eso no era cosa suya, que serían unos mineros o algo parecido... el caso es que son visibles los agujeros donde ponían la dinamita para reventar la roca. El tercer túnel se descubrió en 1978 tras hacer unos agujeros sondeando el terreno y consiste en un túnel de 1.635m , 1.95m de altura (falso) y 2.1m de ancho, que permitiría un gran movimiento de soldados para realizar una futura invasión. Para llegar hasta el túnel hay que bajar 300m con una buena pendiente, porque el túnel se encuentra a 73m de profundidad, después cuando se llega a la base, se pueden ver donde terminaron los trabajos de excavación y como tenían los agujeros para la dinamita, y con unos cascos en la cabeza se pueden recorrer unos 260m, y suerte de los cascos, porque me hubiese dejado la cabeza un par de veces y lo peor con diferencia ha sido el tener que ir a la ida y a la vuelta encorvado. En realidad la visita es sólo la curiosidad, porque no tiene mucho misterio, un túnel excavado en roca a ambos lados.
Tras subir el último al bus, hemos ido a comer, así hemos vuelto a pasar por un control de seguridad que hay en uno de los puentes y en el que tienes que mostrar tu pasaporte al soldado que sube a revisarlo, aunque a la vuelta ha sido más ligero el control, tampoco es que a la ida pusiesen mucho empeño, pero aún así, da que pensar que por donde estás no es una zona muy común, de hecho los que viven tras ese puente son apenas 500 personas, más las tropas desplazadas, logicamente estas personas, que en su mayoría son granjeros tienen permisos especiales. Lo curioso es que todo está comunicado por lo que en España serían autovías pero mientras que cerca de Seúl están a reventar, según nos hemos ido acercando al norte, se han vaciado, siendo tras cruzar el puente, muy escasos los coches, aunque si que se ven autobuses turísticos, en el túnel, por ejemplo debía haber 10 o 12 autobuses y según salen unos, llegan otros, así que como sitio turístico tiene bastante tirón. Volviendo a las carreteras y al puente, antes de llegar al control, como a unos cien metros algunas unidades móviles de la tele y prensa, no se que esperaban ver, pero allí andaban apostados, luego nos ha comentado la guía tras pasar debajo de un puente algo raro, puesto que era como un muro de hormigón, que en realidad eso no era un puente propiamente dicho, sino que está preparado para que, en un momento dado, si hay una invasión volarlo y bloquear la carretera... no le he visto mucho sentido, porque junto a él había otro puente y parecia normal y corriente, pero a saber.
La comida la hemos hecho en medio de ninguna parte, en lo que sería un restaurante de carretera, pero en este caso típico coreano, algo cutrecillo en su decoración y estética, pero en donde hemos comido bastante bien. Como el escocés y yo eramos los únicos que íbamos sin pareja nos han puesto en la misma mesa, que era baja, ya que al entrar nos hemos tenido que descalzar y hemos comido al estilo tradicional coreano, en el suelo sentados. La comida era un plato de carne con verduras en un caldo que se iba calentando en el centro de la mesa, además los típicos platitos con cosas, entre ellas el omnipresente kimchi, que al escocés no le molaba demasiado y a mi un trozo, vale, pero tampoco me mola demasiado, sin embargo dos de los platitos tenían unas cosas que no he logrado identificar pero que estaban muy ricas, una de ellas, creo que eran algas, pero tampoco ando muy seguro y es que cada sitio con esos platos es una cosa diferente, sólo se repite el kimchi.
Después de comer nos han dejado a unos doce o quince allí, porque íbamos con el tour completo, el resto se volvían a Seúl y a nosotros nos tenía que recoger otro autobús para ir a la última parte de la excursión y la más interesante, la visita JSA (Joint Security Area), así que hemos vuelto a cruzar el puente del control, esta vez, ni han subido y hemos ido hasta el campo avanzado. En esta parte del tour todo ha sido mucho más estricto. Cuando reservas la excursión te dan una serie de directrices, no llevar pantalones cortos, nada de inscripciones en la ropa, nada de agujeros en los pantalones, chanclas, ropa militar... Así que antes de entrar en la JSA, ha subido un soldado yankee a inspección, esta vez si se ha fijado en los pasaportes que hemos tenido que mostrar y nos han dado una tarjetita verde de las Naciones Unidas que debíamos llevar visibles desde ese momento. Una vez pasada la inspección, nada de fotos, ponerse de pie, cambiarse de asiento...
Cuando hemos llegado al campo avanzado hemos entrado a ver un documental de como se creó y qué son cada una de las zonas. Al menos este estaba mejor que el del tercer túnel que parecía un panfleto militar más que otra cosa, pero antes hemos tenido que firmar una hoja con las normas que se deben seguir dentro y que sabíamos que entrábamos en una zona hostil y que no se garantizaba nuestra seguridad. Una vez visto hemos cambiado de autobús, colocándonos en el mismo asiento y sin nada más que la cámara y lo que llevásemos en los bolsillos, ya hemos entrado en lo que es la DMZ y hemos ido hasta la frontera, a la JSA que un área especial que se creó para la firma de los tratados de paz. En principio el área estaba mezclada, pero hubo un incidente con la tala de unos árboles y se decidió que mejor juntos, pero no revueltos y se separaron ambos bandos.
Aquí hemos entrado en la caseta donde se firmó el tratado de paz y en donde, por apenas tres metros hemos pasado a Corea del Norte para hacernos una foto con el guardia, además sólo hemos podido hacer fotos hacia el lado norte desde dentro de la caseta y desde fuera, todo además bajo estricta vigilancia. Cuando nos ha dicho que ya estaba bien, nos han montado en autobús y nos han llevado al sitio donde ocurrió el incidente de la tala del árbol y al puente de no retorno, que se llama así porque era el puente de intercambio de prisioneros, pero los que eran capturados por los americanos no querían ser devueltos. Se les llevaba hasta el puente y se les daba la opción de cruzarlo o quedarse, si lo cruzaban ya no les era permitido volver al lado de partida.
Y después de todo esto, hemos vuelto al campo avanzado para pasar por la tienda de recuerdos y cambiar de autobús para la vuelta. Creo que ha sido una de las experiencias más chulas que he tenido, me ha gustado un montón, sobre todo la parte de la tarde, mucho más interesante que la de la mañana y que si se viene a Seúl hay que ir a la DMZ casi por obligación, creo que hay excursiones que se hacen desde el propio aeropuerto de Incheon, en fin ha merecido mucho la pena el precio pagado por la excursión y he pisado Corea del Norte, weeee
A la vuelta de la excursión eran las cinco y he aprovechado para poner una lavadora que me estaba quedando sin ropa limpia, creo que he calculado de menos, pero bueno, da lo mismo, en Busán también hay lavadora con monedas en el hotel y es que para estos viajes, creo que se hace imprescindible que el hotel tenga ese servicio ya que es bastante más económico que el servicio de lavandería.
Una vez todo limpio he pensado que me daba tiempo a subir, de nuevo a la torre N, aunque no arriba, si no a la base, para con el tele hacer algunas nocturnas. Hoy la torre tenía un color diferente y han proyectado un documental mientras estaba allí en la parte baja de ella. Luego he seguido haciendo fotitos y cuando me he querido dar cuenta era la hora de comer, así que según he bajado me he metido por Myeongdong y he cenado en un sitio de esos que te ponen el chisme en la mesa para que te calientes la carne. Luego vuelta al hotel y a descansar, que mañana no tengo prisa alguna, porque iré a Suwon para ver la muralla, no está muy lejos y luego tampoco creo que tenga mucho más que ver allí, así que para la tarde a ver que me invento.
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