lunes, 17 de septiembre de 2012

Día 6 - Budapest y vuelta a Madrid



Llegó el último día, ese día que no quieres que nunca llegue, pero que termina llegando. Así que por la mañana a primera hora me levanté recogí las cosas, dejé la habitación y el hotel. Como el vuelo de vuelta lo tenía a las 16:45h dejé la maleta en el hotel para poder aprovechar la mañana por ahí sin ella. La verdad es que no tenía muy claro como pasar la mañana, aunque si tenía idea de acercarme a la feria que estaba cerca del monumento a los Héroes, que al final me he quedado sin ver como es normalmente por ese hipódromo improvisado que tenían montado.

El día que estuve buscando los bancos vi el museo del horror, y pensaba que sería sobre películas o algo así, pero no, es un museo dedicado al medio siglo practicamente que Hungría estuvo, primero bajo dominación alemana y después bajo el regimen comunista y lo que ocurrió en esos años. Es un museo denuncia, para que no vuelva a pasar, aunque conociendo al genero humano, es complicado que llegue a tener conciencia de ciertas cosas algún día, si no se repiten de la misma forma se hacen de otra. El museo se encuentra en el Boulevard Andrassy, una calle que podría ser el equivalente de la Castellana y que termina en la plaza de los Héroes. El edificio primero fue la sede del los flechas rojas, el partido nazi de Hungría y era conocido como "La casa de la lealtad", posteriormente, entre los años 1945 y 1956 fue sede de la AVO y la AVH, algo así como las policias secretas del regimen comunista en Hungría. Así que el edificio, tiene su historia y de hecho hay huellas de ellas, sobre todo en el sótano, donde daba bastante mal cuerpo ver las celdas, las cámaras para interrogatorios y los tablones verticales con una soga en el extremo superior y una banqueta a sus pies... El museo está bastante bien montado y está entretenida la visita, aunque lo que narre no sea demasiado agradable.


Cuando he terminado he ido a los Héroes y he pasado el resto de la mañana curioseando entre la plaza y los mercadillos que había alrededor, he podido medio intuir una de las carreras, que consistían en dar tres vueltas a la plaza. He visto algún baile típico, de algún sitio, trajes regionales, como preparaban una carreta tirada por unos bueyes con unos cuernacos de impresión, puestos y más puestos y así, sin comerlo ni beberlo he pasado la mañana, y tras comer en el  puesto del primer día me he ido al hotel a por la maleta.


Junto al aeropuerto hay un museo aeronáutico, aunque más que museo es una exposición de algunos aviones de Malev, entre ellos un Tupolev 154, un modelo que sigue volando actualmente, un trimotor bastante chulo, como curiuosidad el avión en el que se estrelló el año pasado el presidente polaco era uno de estos. Como está a pocos metros de la terminal me he acercado antes de hacer el check-in, si hubiese ido un poco antes hubiese pagado la entrada y hubiese cotilleado un poco mejor, porque te dejan subir en ellos, aunque el estado de conservación deja algo que desear.


Tras el paseo turísitico por los alrededores del aeropuerto he hecho el check-in, pasado el control y dirigido a la puerta de embarque, aunque el vuelo se ha retrasado 15 minutos, y algo más, porque claro, vuelo low cost, con españoles de por medio es jaleo asegurado, porque además, la tripulación de castellano, lo mismo que la mayoría de españoles de inglés, así que entre que se ha colocado la gente, ha colocado su equipaje y demás, creo que hemos salido más tarde de la cuenta. El vuelo ha estado bien, en general, primera vez que volaba con WizzAir y bien, aunque el pitch es low cost total, vamos, si en un vuelo normal ya voy justito en este he ido algo más aún, al menos el vuelo no llegaba a las 3 horas y dentro de lo cabe colocado hacia la ventana, he ido más o menos bien, y me he dormido un rato. Los cascos con cancelación de ruido que compré en Tokio funcionan de maravilla en estos casos, porque además del ruido propio del avión, el pasaje parecia una jaula de grillos y no se quien sería pero se ha pasado incluso en el despegue jugando al angry birds, que un ratito tiene su gracia, pero no hace falta ponerlo para que nos enteremos todos. El aterrizaje ha sido muy suave, me ha gustado, y ha habido aplausos...en fin...

Y así he terminado mi viaje por Praga y Budapest, y como siempre, un clásico al final de los viajes con ganas de volver, de quedarme más tiempo, con cosas que me hubiese gustado ver, en fin... mañana vuelta a la vida diaria y al trabajo... con lo bien que se está de vacaciones :)

domingo, 16 de septiembre de 2012

Día 5 - Budapest



Esta mañana he salido teniendo en cuenta que la previsión del tiempo no iba a fallar y he salido en bermudas y manga corta, porque cuando me he levantado estaba cubierto, pero se suponía que a lo largo del día iba a mejorar la cosa, y efectivamente lo ha hecho, de hecho por la tarde he tenido hasta calor, pero para el primer rato de la mañana algo de manga larga, no hubiera estado mal, pero vayamos a lo importante, lo que ha dado de si el día, y creo que ha dado para bastante.


Lo primero era subir la barrio del castillo, para a las 10.30h empezar un tour por la zona que es gratuíto con la compra de la Budapest Card, hay uno de Pest y otro de Buda, el del castillo es el de Buda, por aquello que está en esa zona de la ciudad. Para ir he cogido el metro, pero no la línea 1 como hasta ahora, si no, la 2, que está a 5 minutos andando del hotel. La línea es más moderna, pero los trenes son de la época comunista y un tanto destartalados, además de que una manita de pintura no les vendría mal, remozar el interior... vamos, unos vagones nuevos, porque incluso los de la línea 1 siendo más viejos, están muchísimo mejor y es que estos están hasta oxidados. De todos modos, me ha llevado a donde quería que era de lo que se trataba. Para subir al castillo lo mejor es coger el autobús, pero yo no lo he hecho, me he ido a la parte trasera de la colina donde está, que es donde termina el metro y desde allí unos 10 minutos de escaleras te dejan en la parte superior, desde donde he subido hasta la plaza donde empezaba el tour han sido otros 5 minutos más, así que he llegado antes de lo previsto y me he dedicado a pasar el tiempo haciendo algunas fotos.


Cuando ha llegado la hora del tour tampoco tenía muy claro donde empezaba, pero al final me he acercado a uno de los multiples grupos que había, que no llevaban ningún identificador y ese ha sido, porque estaba el grupo de la gorra roja, los que seguían el pañuelo azul, el amarillo, el rojo, los que llevaban colgante blanco, los que iban detrás de una flor... en fin, muchísima gente. El grupo lo hemos compuesto unas 20 personas, la verdad es que pensaba que seríamos más, pero ha sido mejor así, porque la guía tampoco es que hablase muy alto y no iba equipada con megafono como algunos... En total han sido unas dos horas, recorriendo lo que consideraban más interesante de la parte alta de Budapest. Se la entendía bastante bien, aunque de vez en cuando se trababa, pero vamos, se podía seguir facilmente. Nos ha explicado un poco el origen de la ciudad, en manos de quien estuvo y lo normal en estos casos. Como ya digo han sido unas dos horas, aunque al final tengo que reconocer que se me ha hecho un poco pesado, pero, en general, ha merecido la pena.

Después del tour me he dedicado a volver sobre mis pasos y hacer fotos a un par de tipos que iban disfrazados, supongo que con algo típico y llevaban un águila y creo que un halcón, y por un módico precio te dejaban el guante y que cualquiera de las dos aves se posase y tus familiares o amigos te hiciesen un book, yo por mi parte he aprovechado que los bichos estaban por allí y le he sacado unas fotos al águila, lo resumiré en una palabra... impresionante, ha habido un momento cuando medio ha extendido las alas que he alucinado, pedazo embergadura tenía el bicho, además de ser grande, sabía que lo eran, pero aún así me ha dejado impresionado.

Tras esto he ido hacia el palacio donde tenían una feria del vino, pero que no me interesaba demasiado, pero fuera había puestecillos con cosas, y me he dado cuenta que estas cosas si que me molan y si tienen comida, pues más todavía y como era la hora de comer, pues he aprovechado para comer una salchicha con patatas, aunque la salchicha ha resultado ser chorizo.A todo esto, a lo largo de la mañana, después de pasar algo de frío al prinicipio de subir se había despejado el día y había salido el sol y empezaba a calentar, como además no he abierto la sombrilla de la mesa donde me he sentado se me ha recalentado un tanto la cabeza y ha tomado cierto color rojo.


Arriba ya lo tenía todo hecho y aún era pronto, así que he bajado para ir al mercado central, pero de camino me he entretenido haciendo fotillos y cuando he llegado, en vez de entrar he cruzado el Erszebet hid (Puente de la Libertad) y he seguido haciendo fotos, he entrado en una iglesia que hay metida en una gruta, subido un poco el monte hacia la ciudaela, pero me he quedado a medio camino y, ya, por fin, he ido al mercado, pero cuando he llegado estaban cerrando... pensaba que estaban hasta las cinco, por lo menos, pero a las tres han cerrado los tenderetes. Lo bueno es que estaba enfrente de la calle de los souvenirs, así que he aprovechado para comprar algunas cosillas que me faltaban.

Cuando he terminado eran las cuatro y algo y me he bloqueado un poco y no sabía a donde ir, hasta que he pensado que era pronto aún para ir al hotel a coger las cosas para noctambulear, pero que me podía pasar a coger los útiles de baño e ir otra vez a los Szèchenyi a relajarme un poco y, de paso, si me llevaba la cámara hacer alguna foto. Dicho y hecho, metro línea 2 hasta el hotel, coger las cosas, tranvía hasta Oktogon y línea 1 hasta los baños.


Hoy me han costado más caros, al ser fin de semana, pero tampoco mucho más, unos 130 forints. algo así como 40 céntimos de euro, además teniendo la experiencia de ayer he usado correctamente la pulsera para cerrar la taquilla y he probado la sauna por primera vez en mi vida, tampoco mucho, 10 minutos o así, pero... una cosilla más, el resto del tiempo pues como ayer de unas piscinas a otras y pasando el rato. Hoy había más gente, mucho guiri, mucho apañó, italiano y de todo, así que hoy si que en algunos sitios, sobre todo en las escaleras estaba un poquito más sucio, por el paso de la gente de un lado a otro. Antes de salir he hecho alguna foto, tampoco muchas.


A la salida he vuelto a la feria de ayer, que resulta que está al lado de la plaza de los Héores, un sitiode esos imprescindibles, pero que, con motivo de la feria estaba cerrado y habían hecho un hipodrómo alrededor, al menos una pista de caballos y ahí estaban, pero no he visto mucho de lo que hacían, porque he preferido pasear de nuevo por los puestos de ayer y cuando he vuelto estaba todo terminado y he cogido el metro para volver al hotel y coger el trípode y la mochila con el resto de cacharros.


He pesando cenar en la misma calle de ayer, porque había un montón de restaurantes, pero hoy estaba casi vacio, me ha parecido raro, así que he pensado que a lo mejor era más pronto que ayer y he hecho algo de tiempo haciendo fotos, pero cuando he pesando que ya estaba bien, lo he visto igual de vacio... a lo mejor es que los sábados se van los guiris a cenar a otro lado... como muchas veces, me encuentro con un montón de sitios y no termino decidiéndome por ninguno y al final he terminado la calle sin meterme a cenar y he seguido hacia el puente de las cadenas, pero por dentro, no paseando por la ribera dle río y he terminado en la plaza donde está el Hard Rock Café y va siendo un clásico por mi parte ir probandolos donde voy, así que como en Praga me lo salté, he pensado que el de Budapest, no y ahí he cenado. La carta, por si alguno tiene dudas es la misma ya sea Budapest, Fukuoka o New York, lo bueno es que han puesto vídeos chulos, que a veces también eso es una lotería porque meten bastante morralla, de hecho hoy también, pero ver el "For whom the bells toll" de los Metallica y el "In and oout of love" de Bon Jovi ha molado.


Cuando he terminado he pensado en ir a comprar un Trdlo, para llevarmelo al hotel, pero también iba a ser un poco pronto y he pensado que antes de irme lo hacía... así que me he puesto hacer fotos de Buda desde la orilla de Pest, que anoche no las hice, así he sacado el Palacio y la iglesia de San Matias, además del puente de las cadenas de nuevo y la iglesia de San Esteban, que ha sido el último sitio y entonces es cuando he ido a comprar el trdlo, pero el puesto estaba cerrado... así que he vuelto al hotel con las manos vacias.


Mañana se termina esto :( no he decidido que hacer, así que mañana lo pienso o ahora, antes de acostarme, mientras esté a la hora de salida del vuelo en el aeropuerto es suficiente, por cierto, tengo que mirar a qué hora salgo... así que, lo dejo aquí por hoy que ya no hay nada más que contar.


sábado, 15 de septiembre de 2012

Día 4 - Budapest



Hoy es de esos días en los que uno piensa, sinceramente, lo bien que sería vivir en unas vacaciones permanentes, viajando de un lado a otro y disfrutando de la vida y eso que el incio del día no fue todo lo bien que uno hubiese querido, pero después ha sido genial, lo he disfrutado.

No me quería levantar muy tarde, porque la previsión era de lluvía, al menos por la mañana, y quería aprovecharla para ir a los baños, concretamente a los Szèchenyi, aunque antes debía pasar por algún banco a cambiar dinero y según la guía que he traído me recomendaban dos, justo en la misma calle y que además me venían de lujo porque estaban cerca de Oktogon que era donde tenía que coger el metro para ir a los baños. Hasta aquí todo perfecto, pero resulta que no he sabido encontrarlos... o eso o la guía está mal, que no sería la primera vez, que ya me pasó en Hong Kong, además después de estar un rato por ahí ya danzando he tenido que volver al hotel por un problema logistico para los baños que se me había pasado, total... una hora perdida y he empezado de cero.


Me he acercado de nuevo a Oktogon y resulta que en la misma plaza hay una sucursal del banco que ponían en la guía... pues nada, he entrado a cambiar, ¿por qué cambiar en el banco y no en los miles de sitios de "change" que hay? pues porque en el banco sólo me han cobrado un forint de comisión y según el de la guía hay mejores condiciones que en los cambistas. Aquí los bancos son como en España, hay uno cada pocos metros, he entrado, he tenido que coger número y esperar a que me tocase como en el mercado, la verdad es que no he tardado nada, de hecho he pasado antes que otras dos señoras que estaban cuando he llegado, así que los números del cambio van con preferecia sobre los otros, al menos en donde he estado.


Hecho esto, me he bajado al metro, como mola, y he ido hasta Szèchenyi Furdo, que como su nombre indica es la parada más cercana a los baños. Los Szèchenyi son uno de los baños más famosos de Budapest, de los muchos que hay, porque la ciudad se asienta sobre una falla geológica y hace que las aguas subterraneas manen a diferentes temperaturas y, desde los romanos, la gente de por aquí aprovecha esas aguas para tomar baños calientes. El complejo Szèchenyi consta de 18 piscinas y es uno de los balnearios más grandes de Europa. Hay ciertas normas, pero no son nada del otro mundo, entran dentro de la lógica, así que nada, he llegado allí, he sacado mi entrada, que además tenía un descuento con la tarjeta Budapest, me han dado la pulsera y para dentro. La pulsera sirve para cerrar la taquilla, aunque yo no lo he hecho bien... pero ya llegaré a eso, el caso es que una vez cambiado he salido a las piscinas exteriores, aunque el cielo estaba cubierto y caian algunas gotas me he metido en las piscinas que están a 28º y 38º respectivamente, la más fría además tiene unos chorros, la de nadar no la he podido probar porque no he llevado gorro y en esa es obligatorio. Luego me he metido a las interiores y he probado unas cuantas, aunque todas más o menos sobre los 40º no necesitaba más, también había sauna, masajes... en fin, muy chulo y toda una experiencia que hay que probar si se viene hasta aquí. En invierno los Szèchenyi son famosos, porque la gente se mete en las piscinas exteriores y el resto está todo nevado... tiene que molar, además dejan hacer fotos y de todo, si lo llego a saber me llevo la cámara, sólo he hecho una foto con el móvil. Pues cuando me he cansado de ir de un lado a otro he ido a la taquilla y como ni me fijé en el número, aunque sabía que andaba cerca de los cienes, he pasado la pulsera sobre un chisme que te dice la taquilla, pero en mi caso aparecia -- genial... total, que han vanido dos de los baños y les he dicho lo que pasaba, y he identificado la taquilla como la 95, así que sólo quedaba abrirla, porque la pulsera no lo hacia, han traído una, la han abierto, me han preguntado si esas eran mis cosas, he dicho que sí, me han pedido pasaporte, se lo he mostrado a los dos, he dado conformidad que estaba todo bien y he firmado un papel.


 Cosillas sobre mi experiencia en los Szèchenyi, ha sido genial, había leído comentarios de todo tipo, por mi parte, los he encontrado lo suficientemente limpios, aunque ya llevaba las chanclas por que estaba prevenido, por si acaso, el personal ha sido amable, cuando he tenido el problema con la taquilla, no ha habido ningún problema y ha sido correcto y luego los olores, que si huelen mal... a ver, son aguas sulfurosas y huelen, pero por la naturaleza de las aguas, no porque estén sucios o lo que sea, el sulfuro huele muy desagradable e incluso pueden llegar a ser tóxicos, pero vamos, no es para nada desagradable, además no todas las piscinas huelen, solo algunas interiores, por mi parte voy a quedarme con las ganas de repetir y tal vez lo haga el domingo, pero bueno ya veremos.

Tras los baños pensaba volver al hotel, porque tenía que coger la cámara y dejar las cosas de los baños, pero he visto unos puestos y como suele haber cosas chulas, allí que he ido a cotillear un poco, y no se que sería, pero era una especie de feria y había artículos artesanales, productos naturales, etc y comida... y como era la hora de comer, bueno, no, pero casi, pues he pensado que sería una buena idea comer allí, además había dejado de caer las cuatro gotas que habían caído y he visto una carne a la plancha que no tenía mala pinta, cuando digo a la plancha, es a la plancha, plancha, porque estaba un tipo aplastándola con las planchas esas antiguas que había en las casas de la abuela... pues eso, ahí, dándole que te pego, que pesándolo bien a lo mejor no decia mucho de la calidad de la carne, pero a mi me ha gustado y no estaba dura, supongo que el masaje de plancha ha tenido que ver, además del filete, iba con una guarnición de cebolla, tomate, creo que berenjena y el omnipresente pimiento, que me lo han colado, porque era blanco... y patatas fritas, como las de luxe del McDonald's, con una cola cola, todo, algo menos de 9€ y me he quedado con ganas de pillar la salchicha...

Tras la comida he vuelto al hotel y he cogido la cámara, por fin y al primer sitio a donde he ido es a la Basilica de San Esteban, que tiene la peculiaridad de ser, junto al parlamento los edificios más altos de la ciudad 96m y ningún edificio de nueva construcción puede ser más alto. He subido, para hacer fotos de la ciudad y he visto el parlamento, que no lo había visto aún y mola un montón. El tiempo además estaba cambiando, se empezaba a despejar el cielo y ha salido algo el sol... cuando he bajado he ido hacia el parlamento. De camino me he encontrado en una plaza un fuente de lo más curiosa, tenía forma rectángular, pero la daban los chorros que salen del suelo, hasta aquí como los chorros esos que hay en algunos sitios que de vez en cuando dejan de soltar agua y de repente sale el chorro de nuevo, pues lo mismo, sólo que hay dos líneas de losas, una por dentro y otra por fuera, así que cuando las pisas los chorros que están bajo el control de esa roseta se apagan unos segundos, así puedes entrar en el rectángulo interior... y para salir lo único que hay que hacer es lo mismo por dentro... ha sido de lo más curioso ver como todos los guiris nos quedábamos embobados con la fuente.


Cuando he llegado al parlamento eran casi las 16:00h y a esas horas empieza el tour, pero cuando he llegado ya no había tickets para la visita, así que lo he rodeado, que por cierto, como no, la fachada principal está de reformas... menos mal que la que da al Duna está limpia y mola un rato. Así que paseando hacia el norte he llegado a la Isla Margarita, aquí he visto una fuente, al estilo de las de Montjuich que se mueven al son de la música, en este caso es un programa de piezas clásicas, que cada cierto tiempo suenan y la fuente funciona a su ritmo. He hecho un vídeo, pero no se cual es la pieza, cuando he llegado estaba uno de los valses de Strauss pero no he llegado a grabarlo. En el parque he aprovechado para descansar un poco y pensar que hacer el resto de la tarde.


Al final he ido a la orilla contraria, a Buda y he hecho fotos de esa fachada del parlamento, impresionante, además le estaba dando el sol y creo que han quedado chulas las fotos, he seguido bajando y hasta llegar al puente de las cadenas, más fotos y luego he ido hacia el mercado central, pero cuando he llegado logicamente estaba cerrado y además era la hora de cenar, que aquí se cena pronto, y he visto un sitio que no tenía mala pinta y he cenado muy bien, aunque le servicio, una vez terminado de comer, hasta que me han dado el postre ha sido un tanto flojo, he estado un buen rato esperando, bueno yo y la mesa de al lado que íbamos a la par, el caso es que he cenado el plato típico de Hungría, el Goulash, que es una sopa con carne y algunas cosillas más, luego pollo con paprika y de postre tarta... no ha llegado a 12€ (incluido el servicio) y a diferencia de anoche hoy si eran raciones normales. Aquí es lo más normal del mundo cobrar el servicio, entre el 10 y 15%, si no es así, se debe dejar propina... entre el mismo baremo, dependiendo de lo bien que te hayas sentido atendido, pero no se debe dejar, me explico, está mal visto que te levantes de la mesa y dejes la propina en el plato o lo que sea, que es lo que solemos hacer en la mayoría de los sitios, aquí le dices al camarero que te cobre x y listo.




Después de cenar he noctambuleado un poco y como andaba un tanto cansado he dejado algunas nocturnas para mañana. Para mañana la previsión es de sol, así que íntentaré llegar al tour de Buda, con el castillo y toda la pesca, que empieza a las 10:30h.



jueves, 13 de septiembre de 2012

Día 3 - Viaje de Praga a Budapest



Hay varias maneras de ir de Praga a Budapest, logicamente, pero una de las que se usa más habitualmente es el tren, hay un tren nocturno y la gente aprovecha para pasar esa noche en el y empezar al día siguiente en Budapest, ya que son siete horas y algo de viaje, pero yo no lo he hecho así, he cogido uno de los que hay diurnos, concretamente el EC275 Slovan que sale de Praga a las 9:42h. Me he levantado temprano y he bajado a desayunar, el buffet estaba a reventar de gabachos del imserso, o al menos por la edad, que tenían todos debían de ser del equivalente francés. Llegando a ciertas edades el genero humano desvaria que da gusto y hace lo que le da la gana, porque como se tiene cierta edad se permite todo y eso es lo que pasaba en el buffett, que era un auténtico caos de abueletes hablando "le gabacho", metiéndose donde no se entra y arrasando todo cual Atila y como no tenía un sitio libre, bueno, alguno había, pero no me apetecia compartirlo con los abueletes, he decidido salir a la terraza, que al menos en dos mesas se podía estar, porque estaban a cubierto, porque sí, hoy tampoco fallaron las previsiones y amanecimos con lluvia. Al estar fuera ya no estaba muy a gusto que digamos, así que ha sido un desayuno rápido, tan rápido que ni he cogido té ni servilleta... daba igual, estaba un poco incomodo y cuando he terminado lo que había cogido me he subido a la habitación a coger los bartulos y largarme.

Cuando puse anoche el despertador contaba con un desayuno en condiciones, pero como no ha sido así he llegado a la estación muy pronto, más de lo que pensaba, pero bueno, he estado pululando un poco por la estación viaja, que en realidad es la entrada y la impresionante semicúpula y dos cosillas más debajo de ella. Pero como aún había tiempo he spotteado un poco los trenes checos, a falta de shinkansen... Al final con la tontería llegaba el momento de ir al andén 4 que era donde iban a colocar al Slovan. He montado de los primeros y menos mal, porque luego cerca de donde estaban ha llegado cuatro portugueses o brasileños que un poco más y el vagón para ellos solos de las maletas que llevaban, al final, lo han apañado, pero han estado dando la tabarra un ratito.

El resto del viaje ha estado bien, he aprovechado para leer un poco, dar un par de cabezaditas y ver el paisaje. El vagón salvo entre Brno y Bratislava que se ha petado, ha ido entre medio vacio y vacio, sobre todo al final, a donde hemos llegado 10 personas en todo el vagón como mucho, y no todas desde Praga y así con unas cosas y otras he llegado a Budapest.

Lo primero que quería hacer era acercarme a la oficina donde tenía que canjear el bono por la BudapestCard que me sirve para el transporte y algunas atracciones, pero la cosa se ha complicado más de lo que pensaba, porque no hay oficina de turismo en la estación... no le veo sentido alguno, porque llegan trenes de un montón de sitios, pero es así, no hay oficina de información, lo que hay es una de la compañía de trenes húngara y por mi experiencia no son la alegría de la huerta, porque vale, que mi explicación no ha sido muy allá, pero las indicaciones que me ha dado y nada, casi mejor nada.

Una vez fuera de la estación he pensado seguir con la idea original de ir a canjear la tarjeta, andando, claro, porque tampoco tenía un forint ni intención de sacar, así que siguiendo unas indicaciones que me han dado he llegado a la plaza donde se suponía que me debería haber bajado en el metro para ir al hotel, del cual tampoco llevaba la dirección, aunque al menos tenía casi claro donde se encontraba. Tras pasar un buen rato mirando el mapa, he decidido ir al hotel, dejar las cosas y como tenía tiempo hasta las 20:00h acercarme después a por la dichosa tarjeta.

El hotel, es como si fuese un hostal, está en la primera planta de un edificio antiguo y luego la habitación la tengo en lo que en Madrid llamariamos una corrala, esto es una habitación que da a una terraza de un patio interior, tiene su encanto, la verdad y la habitación está muy bien, todo muy nuevo, no da esa sensación desde fuera.

Tras adecentarme un poco he salido de nuevo a la búsqueda de la tarjeta, ya tenía claro a donde tenía que ir... bueno, casi, tenía que ir a Oktogon y luego allí se suponía que estaba la cosa, pero no es así y hasta que he dado con el sitio en cuestión he andado más de la cuenta y he preguntado un par de veces, pero las indicaciones han sido tan vagas, que no me han servido de mucho, al final he hecho por donde tenía que haber empezado, mirar el mapa. Tras cangear la tarjeta he empezado a ver la ciudad, aunque sin cámara, porque aquí también está lloviendo.

Mi primer objetivo ha sido ir al puente Szecheny, también conocido como puente de las cadenas, para ello me he metido en la línea 1 de Metro y ha sido como retroceder 30 años, porque no es antiguo, que va, es mucho más que eso, es una pasada. Los andenes con azulejos como los que había en Madrid antiguamente, con el nombre de la estación, en la entrada hay un revisor controlando a la gente, al que hay que enseñarle el título de transporte y luego el tren es genial. Son tres vagones independientes y muy pequeños, de alto apenas dos metros y de largo no más de 10m y tal vez incluso menos, y lo mejor, lo que me ha recordado a cuando era un enano ha sido el mirar a través de la rendija que deja la puerta cuando se cierra. Tengo que sacarle fotos, porque es una pasada, ya me dijo la señora de información que era muy antiguo, pero no pensé que tanto.


Una vez fuera y volver a la época actual, he ido hasta el puente, lo he cruzado y he vuelto, mola, aunque para hacer fotos estará complicado, porque tiene mil luces. Una cosa que me ha gustado ha sido los tranvías que recorren el río a cada lado, añejos, añejos, y en el lado de Pest, porque, para el que no lo sepa, Budapest es la unión de dos ciudades, Buda, en el margen izquierdo del río Duna (Danubio) en dirección norte y Pest, en la orilla contraría, el caso es que en Pest para cogerlo o bajarse cuando se va en dirección sur hay que hacerlo desde las vías del sentido contrario, porque no hay espacio.

Tras deambular un buen rato era la hora de cenar y, aunque había sacado dinero, no iba a ser suficiente, y he sacado más y mientras estaba en ello, se ha llenado el cajero como si fuese un mercadillo... flipante, podía haber cerrado, pero no tengo constumbre y tampoco es que haya sido molesto, simplemente, que estaba ahí con la maquinita y de repente han entrado como 10 personas a sacar, acompañar al  que sacaba, a protegerse de la lluvia, a enseñarle los zapatos que se había comprado... con las mismas, cuando he terminado he seguido a lo mio y he terminado cenando en un sitio donde había una especie de menú de degustación de platos húngaros y ha estado muy bien, aunque los platos fuesen algo chicos, pero sobre todo el primero llamado Erdelyi Padslizsankrem, estaba riquísimo, una crema de berenjena con cebolla para untar en unas tostadas, luego he probado unas bolas de carne con ensalada, la cual he dejado casi en su totalidad, porque tenía tres tipos de pimientos y pepino, unas salchichas con mostaza, que parecian más unas chistorras que salchichas y el postre un crepe con chocolate relleno de algo así como almendra... muy rico todo menos el pimiento y ya digo, el primer plato espectácular.

Luego he comprado un trdlo que aquí son como el doble de grandes que en Praga y puedes elegir el sabor, lo he cogido de canela y está muy rico, además recién hecho, caliente... aunque lo he traído al hotel para poder hacerle la foto y poco más, eso es todo lo que ha dado de si el día. Como mañana parece ser que el día estará cubierto me acercaré a unos baños... que es típico de la ciudad y luego ya veremos.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Día 2 - Praga



Cuando era pequeño en televisión el tiempo lo daba Mariano Medina, al que podríamos llamar el primer "hombre del tiempo", la verdad es que no le recuerdo mucho, pero si recuerdo algo más a sus sucesores, José Antonio Maldonado y Paco Montesdeoca, el caso es que por aquella época fallaban bastante, y, aunque ahora siguen fallando, no lo hacen tan a menudo como en aquella época y si ayer vi que daban lluvia para el día de hoy, eso es lo que he tenido, lluvia. Al menos el chubasquero lo había metido en la maleta, por si acaso, que nunca se sabe y hoy me ha venido bastante bien, porque desde bien temprano ha estado lloviendo, y podría decir que ha dejado de llover en pocos momentos durante el día, así que, me ha fastidiado un poco el día, el único día además que voy a estar aquí entero, pero bueno, son cosas que ocurren y listo.


Lo primero que he hecho ha sido aprovechar el desayuno del hotel, normalmente no lo hago, porque empiezan muy temprano y terminan demasiado pronto, pero como hoy quería aprovechar el día me he levantado dentro del horario de servicio del desayuno. Es tipo buffet, así que hay lo habitual, bollería, cereales, zumos, fiambres, revuelto de huevos, salchichas, bacon y algunas cosas más, como unos trozos de pan frito con algo encima que no he sabido que era, aunque pudiera ser algún queso, pero realmente no sabian a nada, porque los he probado. Tras el desayuno ya estaba listo para pasear por Praga y lo primero que he hecho ha sido ir a la estación de metro y comprar un billete de 24h, porque en las máquinas no admiten monedas y tenía que cambiar billetes, así que he aprovechado. El billete además me servirá mañana para ir a la estación de tren.


Una vez pillado el billete he cogido el tranvía 22 que para en la puerta del hotel practicamente y me subia al castillo, que era mi primera parada. He estado tentado de pillar la entrada del castillo y visitarlo, porque como estaba el día como estaba, al menos el rato que pasaba dentro no me mojaba, pero como tampoco voy a estar más tiempo he preferido dejarlo y ver más cosas. Aún así, se puede visitar el castillo, no los edificios promiamente, pero si entrar en el patio, los jardines de la muralla y la catedral de San Vito que está en el propio recinto del castillo. La entrada a la catedral es gratuíta, pero había tal caos en el momento en que he llegado, que lo he dejado, realmente no se la razón, pero era una auténtica marea humana la que había a las puertas. La verdad es que me arrepiento de no haber entrado, porque además se puede subir a la torre y ver la ciudad desde allí, pero hoy no era el día.


Desde el castillo, sobre todo desde los jardines de la muralla se tienen unas buenas vistas de la ciudad, lógico estando en lo alto, y los jardines tampoco es que tengan mayor interés que ese, al menos por lo que he visto y como el día no invitaba a pasear más de la cuenta no he ido a los jardines reales, así que podría resumir mi visita en un quiero y no puedo y con las mismas me he bajado, eso sí, con la intención de volver por la tarde para hacer alguna nocturna desde allí.

He bajado andando y cuando he llegado a la estación de metro de Malostranska he parado un poquito a descansar y a ver si escampaba algo, porque hasta ese momento eran chaparrones aislados y al cabo de más o menos tiempo dejaba de llover o lo hacia suavemente. Cuando he reanudado el paseo he ido hacia el puente de Carlos para cruzarlo de nuevo, pero antes he ido a la plaza de Malaostranska para hacer alguna foto a la Iglesia de San Nicolás, de vuelta ya, si, he cruzado el puente y vuelto a la plaza de la ciudad vieja, para hacer fotos es mejores condiciones que ayer cuando llegué, aunque las del reloj son mejores las de ayer, porque hoy había mucha más gente delante de el.

He salido por una de las calles con intención de ir hacia el cementerio judío, pero en un cruce he visto un edificio que me ha llamado la atención y me he desvidado de la ruta que pensaba seguir pero he llegado a la plaza de la república junto a la cual está la torre de la Polvora, que es otra de las entradas que había a la ciudad vieja, como la que esté en el puente de Carlos, de hecho las dos torres se parecen mucho. Junto a la puerta está la casa municipal que es un edificio la mar de chulo.

De vuelta a la plaza había unos puestos con artesanía y productos típicos, tampoco nada del otro mundo y he seguido caminando hacía mi destino original, pero también iba siendo hora de entrar en algún sitio para comer y he terminado en un restaurante italiano, sin intención de hacerlo, la verdad es que no se que he visto para entrar en él, pero bueno, he comido bastante bien y no he pedido pizza. Mientras esperaba la comidad he sacado la guía, que la he llevado encima todo el día, pero no se para qué, porque no la he mirado casi nada y he estado deambulando a mi aire más que otra cosa, y me he dado cuenta que me había desviado bastante del sitio a donde quería ir, así que al terminar de comer, he ido directamente al antiguo cementerio judío.


El antiguo cementerio judío me lo había recomendado Miru y Pedro, un compañero del trabajo, que me había dicho que si no quería pagar la entrada podía hacer alguna foto a través de la reja de una puerta en la parte de atrás, así que como no hay entrada individual para el cementerio y el resto de lo que incluye la más barata, que son unos 15€ son las sinagogas y Miru me había dicho que no merecían la pena, pues he ido a la puerta trasera, el problema es que una compacta con una mano pequeña si que la metes a través de los hierros que hay, pero mi cámara no, así que he hecho alguna con los hierros de por medio, de todos modos, he ido hasta la entrada y, junto a la entrada hay unos servicios públicos y como no llega hasta abajo lo tapiado, pues he hecho un par de fotos, algo más decentes y tiene que molar, pero no he entrado. He dirigido mis pasos hacia la plaza de Wenceslao, así que para ello he vuelto a cruzar por la plaza de la ciudad Vieja y he visto los puestos de Trdlos, el dulce que aditu me comentaba en la primera entrada, y algunos más, pero como acaba de comer he seguido mi camino.


En la plaza de Wenceslao, he durado más bien poco, más que una plaza es una avenida muy ancha, que termina en el Museo Nacional, que lo he visto desde el otro extremo, porque no he llegado ha hacer todo el paseo. He visto una tienda de discos y me he metido a cotillear un poco, pero no he visto nada de mi interés a pesar de tener unos precios algo más baratos que en España. Cuando he salido estaba realmente cansado y he pensado en volver un ratito al hotel, que es cuando ya he visto el comentario de aditu. En el trasbordo de Museum estaba el pica de ayer y ha entrado en el mismo vagón en el que yo estaba, pero no han llegado hasta a mi antes de que me bajase, porque lo hacía en la siguiente.

En el hotel he descansado un ratito y además tenía que volver para pillar el trípode para hacer fotos por la noche, pero tras el ratito que me he dormido, el tiempo seguía igual y he pensado que mejor salía incluso sin cámara, porque para el rato de luz que quedaba era una tontería y no iba a sacar el trípode de paseo, además descansaba la espalda un poco, que todo el día con los cacharros se notan, que uno se va haciendo mayor :P

Al salir del hotel he ido al otro castillo, sí, Praga tiene dos castillos, el otro el de Vysehrad está en la orilla contraria y más abajo, en la zona del Nove Mesto y lo tenía a una parada de Metro, así que allí he ido. El castillo, tampoco lo es tal, es una muralla y dentro hay construcciones, entre ellas la basilica de Pedro y Pablo, pero ya estaba cerrada, aunque no tenía mala pinta y junto a ella hay un cementerio, cristiano y gratuito, no es lo mismo que el antiguo judio, porque en este, aunque hay unos cuantos muertos sus lapidas no se amontonan unas encima de otras, pero había alguna que otra curiosa, pero de aquí no hay fotos, porque ya digo que no la he sacado de paseo por la tarde.

Ya casi anocheciendo he bajado para pillar el tranvía e ir a alguno de los dos sitios donde había visto los trdlos, así que he ido a una parada que estaba junto al río y dirección norte, y me he montado en el primero que ha llegado... error, porque en vez de seguir por el río, lo ha cruzado para ir a Smichov y cuando he visto un sitio donde podía hacer trasbordo me he bajado, para coger otro tranvía que me llevase, de nuevo a la orilla original y, a ser posible, a donde quería ir. He mirado uno, que parecia que me llevaba, más o menos y me he montado y cuando he llegado a un sitio ya conocido me he bajado y he ido a la plaza de la ciudad vieja y allí he probado el trdlo. El trdlo es una masa que se enrrolla en unas varillas y se pone a la brasa, luego se le pone azúcar y creo que tienen un trozo de asenjo o algo similar, el caso es que están ricos.

Como tenía algo de tiempo antes de pensar en cenar, he ido a la busqueda de algunos regalos, así me los quitaba de en medio y también las coronas checas, dejando, eso sí, suficientes para cenar. Esta mañana nada más bajar del castillo, según iba al puente de Carlos pasé por un restaurante que me llamó la atención y he pensado que era una buena opción para cenar y hacia allí he dirigido mis pasos y he cenado. No ha estado mal, aunque como había comido el trdlo hacia casi nada no he cenado mucho, era unos trozos de ternera estofada con una especie de choucrut, que no es que me apasione el choucrut, pero se ha dejado comer, además, era lo que he pedido y puedo estar tonto, pero no tanto para pedir una cosa que no quiero comer. Tras la cena he pensado que para mi Praga se había terminado esta vez, iba siendo hora de volver al hotel y preparar las cosas para mañana.

Día 1 - Praga




Podría empezar diciendo que ha llovido desde mi última entrada, pero no es así, porque llover, lo que se dice llover lo ha hecho bien poco en este tiempo, un par de trombas, que no trompas como dicen algunos.
El caso es que me encuentro en Praga, República Checa, para más señas y es que del viaje a Japón, a lo mejor alguno lo recuerda, me quedé con un vuelo entre Budapest y Madrid, al que cambié de fecha, previo pago de la tasa correspondiente y lo cambié para el día 16 de Septiembre y como es un clásico hacer Praga Viena y Budapest, pues decidí hacer un Praga-Budapest, dado que no son muchos días. Así que la primera etapa de mi viaje ha consistido en llegar hasta aquí.



Esta mañana tenía que hacer tres cosas "importantes" al levantarme, y al final, no he hecho ninguna, la primera era levantarme a las 10:00h, con la alarma, resulta que no la activé ayer después de hacer la prueba, pero bueno ha dado igual porque no he dormido demasiado y antes de que tuviese que sonar ya estaba medio despierto. Lo segundo era coger el localizador del vuelo, no ha hecho falta, pero nunca está de más llevarlo y tercero meter una sudadera o algo de más abrigo aparte del chubasquero y no, no me he traído nada de abrigo, sólo unas camisetas de manga larga, que no es que destaquen por lo que abrigan, pero bueno, al menos por ahora no me han hecho falta.


He preferido ir al aeropuerto con algo de tiempo, porque no tenía el autocheck-in hecho y tampoco sabía muy bien como iba a funcionar la Czech. El caso es que cuando he llegado a la cola la cosa no estaba muy clara entre un vuelo a Moscú y el de Praga y sí, me he puesto en el de Moscú... aunque momentaneamente, porque después de no verlo muy claro he preguntado y me he puesto en la cola que me correspondía. La facturación bien, además me han dado un asiento en salida de emergencia con espacio para estirar las piernas, así que perfecto. Tras pasar el filtro he llamado a mis compañeros de T4 a ver si se subían a tomar un café conmigo antes de irme, pero estaban liados y al final he comido un menú en el McDonald's. A la hora indicada hemos embarcado sin problema. El único problema, quizás, es que en  el avión íbamos demasiados españolitos y es que allí donde estamos nos gusta liarla, somo así, que se le va hacer y dudo que tengamos remedio, en nuestro ADN está el gen "apañó" y ya está.


Al llegar a Praga, me he desentendido lo más posible de mis compañeros de vuelo y he ido a cambiar algo de dinero porque, aunque la República Checa está en la comunidad europea no están dentro de la moneda única y visto lo visto con nosotros, es mejor que sigan con sus coronas. Tras recoger la maleta he ido a comprar el billete para ir al hotel. Desde el aeropuerto lo más económico para llegar al centro es comprar un billete por 32Kc coger el autobús 119 hasta Dejvicka y allí meterse en el Metro. El billete hay que validarlo al montar en el autobús y lo he hecho, pero no en el lugar donde correspondía, lo he cogido un poco corriendo y bueno... el caso es que he pensado que seguro que me lo piden los "picas", porque aquí te dejan montarte sin validar el billete, pero te arriesgas a que en una inspección te pillen, que además las hay muy frecuentes, no me imagino la nacionalidad de los que más veces son "cazados" ;) ;) en el trasbordo que tenía que hacer estaban revisando los billetes y claro... llevando una maleta con la etiqueta del avión eres un objetivo prioritario, le he mostrado el billete, le he dicho que lo había sellado mal, y me ha indicado el lugar donde tenía que haberlo hecho y donde está escrito, que vamos que no había problema, pero que la próxima vez lo haga como hay que hacerlo.

El hotel está muy chulo, es modernillo y la cama me mola un montón, está pegada a la pared, como si fuese un sofá, pero tiene el colchón durito, espero descansar tan bien, como aparenta, mañana os lo digo. He estado lo justo para sacar algunas cosas, dejar otras y "desomontar" los pantalones, porque hacía calor y si se puede ir en pantalón corto... pues hay que aprovechar.


Como no tenía una ruta predeterminada he pensado bajar por la calle principal junto al hotel hasta el río y desde allí cruzarlo y así poder hacer fotos con el ocaso de Nove Mesto y Stare Mesto. Dicho y hecho, además al llegar al río he llegado, sin saberlo al edificio Danzante, un edificio de Frank Ghery que había visto en fotos y me apetecía ver, porque es muy chula la forma que tiene. También conocido como el edificio Ginger y Fred, porque da la sensación de que la fachada está bailando. Lo siguiente ha sido cruzar a Mala Strana y pasear por esa orilla.

A la hora que he bajado la luz era perfecta en la otra orilla, porque el cielo estaba aún despejado y se reflejaba el sol en la fachada de los edifcios, dandoles un toque muy chulo, he seguido hasta llegar al famoso Karluv most, o puente de Carlos, probablemente el más tránsitado de todos los puentes que cruzan el Moldava. Una vez de vuelta a la orilla original he callejeado un poco por el Stare Mesto hasta llegar a la plaza dela ciudad vieja donde está el famoso reloj astronómico, que es muy chulo, pero que no hay manera de leerlo. Ahí ya me estaba quedando sin luz, así que he puesto el flash y resulta, que las pilas estaba gastadas, no hay problema, he cambiado de pilas... pues resulta que también están gastadas... menos mal que tenía otro juego aún para poner y, este sí, está lleno, al menos aparentemente, lo que me preocupa es que supuestamente el juego anterior debía estar cargado... en fin, supongo que me durarán sin problemas todo el viaje, porque tampoco es una cosa que use en exceso.

 En la plaza de la ciudad vieja había unos puestos con codillo al peso y salchichas, y he estado tentado de cenar ahí, pero lo he dejado y he vuelto un poco sobre mis pasos para terminar en otro sitio para cenar. Estaba decorado con temas de barcos, ya que se llamaba capitán Flint y he cenado un par de salchichas frías, supuestamente picantes, pero que el picante consistia en bolitas de pimienta negra mezcladas con pimiento y cebolla, así que del mismo modo que he sacado del corte el pimiento ha salido el picante... y me he comido la cebolla. No estaba mal, luego 150gr de carne de cerdo a la brasa con salsa de brandy y una masa, creo que de patata, para mojar en la salsa, estaba muy rico, además la salsa llevaba dátiles el único fallo es que me he equivocado y me he comido un trozo de pimiento pensando que era tomate... salvo este error, el resto estaba muy rico, regado con una cerveza, que no es lo que más me apasione, pero aquí la beben como si fuese agua y bueno, un día es un día, todo esto, por la friolera de 10€, propina incluida, y he cenado bien, vmaos, no he salido con hambre :D

Cuando he salido ya era de noche, así que he montado el trípode y a noctambulear un poco, empezando por el Rudolfinum una sala de conciertos que enfrente tiene una estatua de Anton Dvorak y de ahí he salido al río para pillar el castillo y todo iba sobre ruedas hasta que se ha levantado un viento de lo más molesto y ha aparecido la lluvia, tampoco en exceso, pero sí lo suficientemente molesta, aunque breve, porque con el aire igual que llegaba se iba. Han caído unos cuantos chaparrones de este modo, mientras desandaba el camino hacia el hotel, parando en el puente de Carlos, que gracias a la lluvia se ha despejado y creo que las fotos han quedado chulas.


De ahí pensaba cruzar la orilla y volver por donde había venido, pero la lluvía estaba empezando a ser un incordio y ya iba notando el cansancio, así que he decidido volver callejeando al hotel.
Mañana quiero subir al castillo, aunque tal vez no entre, ya veremos, a ver que pasa, porque se supone que mañana daba lluvía, aunque espero que metan la pata, que hoy ha hecho un día genial y no voy a estar mucho tiempo por aquí, que el miércoles me voy a Budapest. Al menos, tengo unas fotos que quería, así que el viaje no ha empezado mal.